“Tras los pasos del General Perón en Madrid”

“Tras los pasos del General Perón en Madrid”

Por Nicolás Fortuño

Llegué a Madrid hace poco más de cuatro meses. Vivir un tiempo en el extranjero era un viejo proyecto que por los avatares de la vida, recién pude concretar en 2016. Desde lo estrictamente racional, España era el mejor destino: costumbres similares, mismo idioma. Pero estas decisiones suelen tener un componente emocional, ese “no se qué” que no entra en ninguna fórmula: un flechazo inmediato durante un viaje de vacaciones que hice algunos años atrás.

 

De todas las ciudades que podría haber elegido, finalmente opté por Madrid. Como le pasa a cualquier argentino que vive en el exterior, pasé por una primera etapa de querer vivir al máximo la cultura y las costumbres españoles, y específicamente madrileñas. Tapas, cañas, bares. Con el paso de las semanas fui consciente e inconscientemente buscando puntos de contacto con mi país.

 

Aclaración importante: soy peronista. Definirme como peronista fue el punto cúlmine de un derrotero de muchos años de experiencias universitarias, laborales y personales. Desde chico, tanto la figura de Juan Domingo Perón como la de Eva Duarte generaron una extraña fascinación en mí. De chico, mis viejos siempre me decían que la casa en la que vivíamos la habían construido mis abuelos “gracias a Evita”, aunque no entendía muy bien de qué hablaban. No fue hasta décadas más tarde que entendí, pero sobre todas las cosas, que sentí, y esa extraña fijación inicial mutó en posicionamiento político.

 

¿A qué viene esto? A que en esa búsqueda consciente e inconsciente de lazos con la “argentinidad”, accidentalmente me topé con la estatua de Perón que está ubicada en el Barrio de Tetuán -sobre la Avenida que también lleva el nombre del caudillo- y que conduce al mítico Paseo de la Castellana. Casualmente, a pocos metros de donde estoy alojándome desde mi llegada a la ciudad.

 

Ese encuentro fortuito hizo que empiece a investigar sobre el exilio madrileño de la que es sin dudas la figura política más importante de Argentina del siglo pasado. Así llegué a enterarme que antes de mudarse al señorial barrio de Puerta de Hierro -donde periódicamente recibía a dirigentes políticos y sindicales argentinos-, Perón vivió cuatro años en el no menos coqueto Barrio El Viso. Casualmente, a la vuelta de la Plaza República Argentina. Y a metros de donde curso mis estudios.    

 

Existen versiones opuestas con respecto a las características de ese “piso”, que es como los españoles llaman a los departamentos. Hay quienes dicen que era modesto, a pesar de estar ubicado en un barrio señorial. Esto coincide con la revelación de la correspondencia de Perón de la época, de acuerdo a la cual el General dependía de un sueldo del equivalente a 500 dólares americanos, y que en concepto de alquiler pagaba alrededor de 20.000 pesetas mensuales -algo así como 180 dolares-. Sin embargo, años después Perón justificaba su mudanza a Puerta de Hierro, entre otras cosas, por sentirse “encarcelado en un calabozo de lujo”.

 

Allí se dice que fue vecino de una de las luminarias de Hollywood, Ava Gardner, quien vivió en la capital española entre 1954 y 1968. Las muestras de excentricidad y los excesos del “animal más bello del mundo” -como apodaron a Gardner- eran cotidianas. Según cuentan crónicas de la época, “las llamadas de Perón a la Guardia Civil eran una constante; su sueño no era compatible con el ritmo frenético y etílico de la artista”.

 

Posteriormente, Perón concretaría lo que según él mismo fue “el mejor y único negocio” que hizo en su vida: adquirir una propiedad en Puerta de Hierro. La austeridad lo siguió acompañando: “La zona es aristocrática, no lo voy a negar. Pero mi casa no tiene nada que ver con todo esto: es más modesta que la que poseen muchos industriales argentinos de medio pelo en Florida, Martínez o La Lucila. Cualquiera puede comprobar con sus propios ojos que no me estoy haciendo el farolero” se defendió Perón en una entrevista que cedió en su propia casa al periodista Alberto Agostinelli en 1968.

 

Lo que sucedió después es historia conocida. El General volvió fugazmente a la Argentina en 1972 para luego volver a Madrid y desde allí bendecir la candidatura presidencial de Héctor Cámpora, dando fin a la llamada “Revolución Libertadora”. En julio del mismo año Cámpora renunció y allanó el camino para que Perón fuera Presidente por tercera vez en la historia, tras las elecciones celebradas en septiembre de 1973. Allí obtuvo el 62% de los votos, algo que no alcanzó ningún otro candidato durante el siglo pasado y lo que va de este -le sigue en el podio Cristina Fernández de Kirchner gracias al 54% de las elecciones de 2011-.

 

El mundo no era el mismo que el de 1946, ni siquiera que el de 1955. La crisis del petróleo, y el derrocamiento de Salvador Allende en Chile que se llevó al último de los gobiernos democráticos que quedaba en los países vecinos. A eso se sumaba la gran conflictividad interna y la puja entre la derecha y la izquierda en el propio movimiento peronista. Para colmo de males, su estado de salud no era el mejor. El anciano líder terminó dejando este mundo un 1 de julio de 1974. Lo sucedió en el Gobierno su tercera esposa, María Estela Martínez (Isabelita) quien poco pudo hacer para torcer un destino que lamentablemente parecía inevitable. El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas la derrocaron e iniciaron el periodo más oscuro de la historia argentina.

 

Del otro lado del atlántico, 8 meses y 23 días antes del Golpe de Jorge Rafael Videla y compañía, un grupo compuesto por funcionarios y dirigentes argentinos y españoles inauguraron una estatua en honor a Perón, en conmemoración del primer aniversario de su muerte. 

 

Los registros fílmicos muestran un primero de julio soleado, con una multitud de personas enmarcadas en banderas celestes y blancas, rojas y amarillas. En el medio de todos ellos asomaba por primera vez el General de bronce, con su característica e inoxidable sonrisa, su uniforme de gala y sus atributos de mando.

 

Y allí permanece, estoico, 40 años después.  

 

Fuentes:

  • http://www.abc.es/espana/madrid/abci-no-dejar-dormir-general-peron-o-recibir-visitas-desnuda-alocada-vida-gardner-madrid-201511052117_noticia.html
  • http://www.elhistoriador.com.ar/entrevistas/p/peron_siete_dias.php
  • http://www.larazon.es/historico/3201-cuando-peron-dependia-de-un-sueldo-en-madrid-GLLA_RAZON_285076
  • http://www.archivoprisma.com.ar/registro/estatua-en-honor-de-juan-domingo-peron-en-madrid-1975/

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