Día tras día, mayo ofrece hitos para considerar

Día tras día, mayo ofrece hitos para considerar
Lo dijimos: se recordará a Mayo, siempre, no sólo por los acontecimientos históricos que carga en sus treinta y un días, sino por los nuevos hitos que siempre, como un designio ineludible, carga en su tiempo.
Lo dijimos: se recordará a Mayo, siempre, no sólo por los acontecimientos históricos que carga en sus treinta y un días, sino por los nuevos hitos que siempre, como un designio ineludible, carga en su tiempo. Para ordenar un poco el desarrollo de los acontecimientos, podríamos sugerir en un primer capítulo, el tratamiento de los temas locales, y luego los aspectos más relevantes de los ámbitos regional y nacional, que nos tendrán a los jujeños, como carne de actualidad, sin lugar a dudas.

La Unju en orden

Se cerró un capítulo de la vida universitaria con la elección de Rodolfo Tecchi como nuevo rector de la Unju. Quedó en claro tras la elección, ruidosa, tumultuosa, pero ejemplar al fin, que fracasaron los intentos de estigmatizar al ganador, y con él a todo el proceso eleccionario. Se difundían en las horas previas, especies cargadas de mala intención que auguraban enfrentamientos, peleas y sabotajes, y hasta se anunciaba la posibilidad de alguna jugada sucia para hacer fracasar la asamblea. Ajustado, pero claro, el triunfo ciñó a la frente del ex ministro de Educación de la Provincia los laureles de la victoria, y también el compromiso de ’desfellnerizar’ el ambiente que se había generado con el único ánimo de llenarle la mochila de piedras. Rodolfo lo entendió y -conciliador- lo asumió así. Prometió un rectorado ecuánime y equilibrado, trato con todos los decanos, habló de una universidad más democrática, no dejó de ponderar las intenciones del rector saliente, a quien le disimuló equivocaciones diciendo que seguramente habían sido cometidas en el convencimiento honesto de estar haciendo las cosas por el bien de la Universidad. Más allá de ello, deberá responder a las bases que lo sostuvieron hasta el triunfo, y seguramente, ordenará investigaciones y auditorías para comenzar a moverse sobre terrenos sólidos. El presupuesto de la Unju, aunque dista de ser el ideal, será el escenario con el cual caminará durante cuatro años, y sobre el que los opositores internos, que siguen siendo muchos y fuertes, pondrán la lupa en cada paso que se dé. Y, claro, están los temas académicos, y el objetivo declarado de sacar la universidad a la calle, sobre todo, al interior, y ponerla en sintonía con las exigencias de una provincia siempre al borde de un ataque de nervios.

¿Nuevo mapa gremial?

El campo gremial, al parecer, se podría ver sensiblemente modificado en los próximos días. Los reacomodamientos salariales provinciales y nacionales, tendrían mucho que ver en la posible modificación del mapa gremial y sus luchas subsiguientes. Luego de los últimos vaivenes conocidos -y sufridos- por todos los jujeños, es claro que habían quedado dos bandos, por llamarlos de alguna manera elegante. El Frente de Gremios Estatales mas la Multisectorial, y la Intersindical de Gremios Estatales, mas el gremio docente primario (Adep), al que miman diariamente porque fue la numerosa columna que los oxigenó cuando su horizonte se ennegrecía. Aquellos, mas dialoguistas, más identificados con el peronismo; éstos, más atraídos por una izquierda a veces moderada, y las más de las veces embarcados en una litigiosidad que bordea la ilegalidad por la violencia persistente. El Frente de Gremios sigue su enfrentamiento con el Gobierno, guiado por las poderosas experiencia e intuición de la jefa de Atsa, Yolanda Canchi, hoy portadora de cierto indisimulable rencor con algunos funcionarios. Pero se advierte un distanciamiento del principal referente de la Multisectorial, Upcn, comandado por Luis Cabana, quien por su pertenencia a Upcn nacional del ultra K Andrés Rodríguez, dejaría sus luchas en estado de latencia por un tiempo prolongado. ¿Cómo resolvería el FGE esa ausencia temporaria?. Pactando un acuerdo también temporario con quienes hasta ahora fueron los ’líberos’ de las peleas en el ámbito del Estado: el Seom de Carlos Santillán. Muy sorprendidos quienes escucharon la posibilidad de esta movida, que uniría agua y aceite, recibieron una explicación urgente: ’Sería solamente por una estrategia común en la próxima negociación salarial, comprometida para dentro de unos 60 días. Sólo seremos circunstanciales compañeros de ruta en los reclamos de mejoras laborales en general, pero quedarán totalmente fuera del acuerdo, la política, las simpatías y las afinidades ideológicas de cada sector. Y por supuesto, tampoco alentaremos la violencia extrema del gremio municipal’. Recién una segunda lectura de la versión aparece digerible: la táctica de sumar para tener más fuerza es razonable. Y no era imaginable jamás este armado entre otros socios: Carlos Santillán jamás compartiría acciones comunes con Fernando Acosta (ATE) y Milagro Sala (Tupac Amaru) y el resto de esa conducción colegiada que tanto descalifica al Gobierno provincial, aunque piense en este sentido, igual que ellos. En los despachos oficiales, la especie larvada en el campo sindical, aún no fue desmenuzada sobre la mesa de los análisis.

Críticas y autocríticas

En el campo regional, por seguir aquel orden sugerido, la noticia dominante fue la reunión de los Jueces Federales de NOA y NEA en Orán. Se autoconvocaron, y por respetuosos y orgánicos, comunicaron al Poder Judicial Central su decisión. Reconocieron que la Justicia Federal no anda bien -no puede andar bien- en los casos muy puntuales de combate al narcotráfico, la trata de personas, el contrabando y el lavado de dinero, en ese orden. Jueces y magistrados de Jujuy -asistió el Dr. Mariano Cardozo-, de Salta, Santiago del Estero, Chaco y Tucumán, mostraron una realidad crítica y permanentemente agravada, y pidieron más presupuesto, apoyo logístico, demandaron la cobertura de cargos, radarización eficaz de las fronteras, y hasta espacios dignos y suficientes para la detención de los presos por los delitos mencionados. ’Esperamos el acompañamiento de la Suprema Corte y los demás poderes’, dijo el salteño Jorge Villada. ’Y no daremos un paso atrás’, abundó en su balance. Los gobiernos provinciales y nacional fueron muy cautos. Tanto cautos que casi no hubo manifestaciones de nadie sobre el tema. Tibiamente, y off the record obviamente, algún funcionario se animó a comentar desde la otra vereda: ’Tienen razón. El reconocimiento de la Justicia no anda bien, es también una autocrítica de los jueces’, y deslizó bajo juramento de reserva: ’pero ellos deben saber que no sólo con cubrir cargos se resolverá el tema. La idoneidad de esas designaciones debe ser la clave, y en ese momento, también jueces y magistrados deben dejar la cerrada actitud corporativa que muchas veces critican en otros ámbitos, pero que practican hacia adentro’. De cualquier manera, planteada la crisis, y el avance horroroso de esos flagelos, urgen las decisiones políticas y las acciones sostenidas en el tiempo.

La dureza de la Fe

Ya desde la órbita nacional, la Iglesia Católica envió nuevamente un golpe sobre el Gobierno. ’El país está enfermo de violencia’, dice el documento emitido por los Obispos Argentinos, que obviamente, debió haber sido aprobado por su Santidad. Y no se refiere solamente a los hechos violentos, sino a las causas que indica como generadoras de esa violencia, entre las que puntualizó, a la mentira, la corrupción y la falta de Justicia. El tema disparó reacciones desde el Gobierno. En primer lugar, sirvió para levantar algunos gatos muertos de la cola, que no merecen mayores consideraciones. Si en cambio las palabras importantes del jefe de Gabinete, Jorge Milton Capitanich, que intentó desviarlo hacia la inseguridad y culpó de las deficiencias de las policías provinciales. El vocero del Episcopado, P. Jorge Ohesterheld, ubicó el debate señalando que se trata de violencia y no de inseguridad. Pero luego habló la Presidente de la Nación, y la señora Cristina Fernández, naturalmente ubicada en centro de la cuestión, rechazó el pensamiento episcopal: ’No tenemos una sociedad violenta’, sentenció, y remitió la violencia ’a otros tiempos’ focalizándola en los golpes de estado y las dictaduras posteriores, a 1955 o 1976. Nadie podrá discutir su encuadre ni las diferencias con aquellas violencias. Pero cuando agregó que los hablan de violencia, lo que en realidad quieren es ’reeditar viejos enfrentamientos’, no se puede menos que pensar que esta iglesia de Francisco y ese objetivo, se encuentran total y absolutamente en las antípodas. Por estas horas, en declaraciones y en redes sociales se suscita un debate que llevará mucho tiempo. Seguramente no arribará a ningún puerto soleado, pero dividirá a la Argentina sobre qué barco y qué rumbo tomar para llegar a él.

Radicales ocupados

Los radicales jujeños andan con un trajín inédito. Va Gerardo Morales por toda la provincia dando vuelta piedra por piedra en busca de correligionarios. ’Lo que en realidad busca, es armar una pata peronista que le asegure el triunfo’, dicen muy cerca de él mismo. Esos radicales leyeron con preocupación las victorias de los ex ministros fellneristas Rodolfo Tecchi en la Unju y de Fernando Frías, en la renovación parcial del Colegio de Abogados. ’Se lo proponen y pasan al frente’, decían con el ceño fruncido. Dentro de su estrategia, GM avanzará ahora entre los jujeños, con más propuestas que ataques, aseguran. Y confían en que pueda tejer un remedo de Unen, ’pero más inteligente’, dentro de Jujuy. Hablará con todos, menos con Isolda Calsina, con la que todos los puentes hoy, están rotos, dicen los infidentes. GM de eso no habla. Sólo insiste en la existencia de aquel pacto Cristina/Mauricio, con el ánimo de instalar una réplica del éxito que tuvo en su momento la denuncia del pacto’sindical/militar’ que derrumbó la candidatura de Italo Lúder antes del triunfo de Alfonsín. En Jujuy, ’Gerardín’, el candidato, definirá a gusto y paladar. Ya en Buenos Aires, Morales, presidente del bloque de senadores, deberá ir a las Paso y acaso, dentro de tres jueves, tenga que estar en la Federación de Box, asistiendo orgánicamente al lanzamiento de la candidatura de Julio Cobos, ya que su amigo Ernesto Sanz aún no se acomoda en las encuestas para seguir su carrera presidencial.

Habemus autoridades

Eduardo Alfredo Fellner es el presidente del Partido Justicialista Nacional. Hombre de equilibrio, equidistante y de buen diálogo recibe el más grande partido político de América para ponerlo de pie, llenarlo de contenidos y si puede, armar una gestión que lleve su impronta. Y para tratar de que albergue en su seno a tan diversas expresiones peronistas, a sectores de fanatismo oficialista, de resentidos consuetudinarios, de olvidados y enojados, de esperanzados y soñadores. De izquierda y de derecha, de progres y retrógrados. Y, claro, de candidatos para el 2015. Tiene por ahora ausentes valiosos, como el crítico cáustico, el cordobés José Manuel de la Sota y el austero y santafesino Carlos Reutemann. En la nueva conducción Eduardo deberá vérselas con la Cámpora, con algunos gobernadores amigos, tendrá que sostener al jefe de la CGT oficialista Antonio Caló y sobrellevar la compañía de la senadora tucumana Beatriz de Alperovich, deberá aprender a confiar en Carlos Zanini y podrá confiar en Juan Carlos Mazzón. Y tendrá que ir llevando el partido hacia las Paso, como lo definió él mismo, mientras lucha con el sambenito colgado hace unas semanas al kirchnerismo, de que si los números no se componen, en Casa Rosada muchos preferirán hacerse a un lado para que gane Mauricio Macri la presidencia, antes que resistido Daniel Scioli. Esta estrategia incluye, obviamente, el regreso triunfal en el 2019. Fuentes muy cercanas al oficialismo nacional lo negaron: ’Sería maquiavélico’, confiaba un ex gobernador en un café cercano a Plaza de Mayo. ’Menem lo hizo...’ le respondió un compañero recordando la victoria de De La Rúa, ’...y después, casi vuelve’. Sin respuesta, la charla derivó en la posibilidad -y la esperanza- de los que ocupaban la mesa de que Sergio Massa se desinfle en los meses que vendrán. ’Será el Bordón del siglo XXI’, aseguraba un diputado nacional de provincia. ’Además, los muchachos de Unen, cada día se desacreditan entre ellos, así que no hay que contarlos’. ’Si es así, hay peronismo para rato’, abonó un antiguo empleado de la biblioteca del Congreso, siempre cercano al poder real. La cuestión es: con estos últimos movimientos, ¿El peronismo se ha kirchnerizado? O ¿el kirchnerismo se ha peronizado? Hoy por hoy, mirado con toda honradez y la mayor objetividad posible, lo segundo les garantiza máximas posibilidades. Lo primero, no.

Asado para mil

Mientras esto ocurre en Buenos Aires, en Jujuy el PJ prepara un encuentro para el presidente del PJ nacional. Los organizadores aspiran a un gran éxito para lo que comenzaron a llamar ’El asado de los mil comensales’. Obviamente, allí estarán funcionarios y legisladores, intendentes y comisionados, dirigentes del partido. Los lugares que queden se completarían como ’todos los dirigentes que quieran venir y que no necesitan invitación especial’, decía ayer uno de los organizadores. ’Tenemos dos CGT, que vengan las dos... tenemos dos ’62’, que vengan ambas. ’Tenemos compañeros que están alejados... quisiéramos que vengan, porque además, ya no queremos seguir dando trabajo a las ambulancias que siempre están listas en la puerta del PJ para llevarse los heridos que se llevan antes de cada elección’. El espíritu ya lo había trazado el ex gobernador Walter Barrionuevo, cuando públicamente pidió reavivar al PJ y que vuelvan José Luis Martiarena, Toto Arnedo, Carlos Daniel Snopek... y nombró a muchos que el PJ extraña y que extrañan al PJ. También dijo que le parecía muy bueno que Eduardo Fellner se vuelva a postular para gobernador el año que viene, pero se cuidó de aclarar que nada de esto lo había conversado con Eduardo. El ’Asado de los mil’ iba a ser este martes. Por ahora se postergó, porque Eduardo deberá cumplir con compromisos en Buenos Aires. ’Pero que se hace... ¡se hace!’ Y se hará entre vuelo y vuelo, cuando la hipercargada agenda de Eduardo Alfredo lo permita.

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