Tras las lluvias, OSSE supervisó el Desagüe Pluvial “Arroyo del Barco”

Tras las lluvias, OSSE supervisó el Desagüe Pluvial “Arroyo del Barco”

Desde Obras Sanitarias verificaron la adecuada función del mecanismo especialmente dispuesto en la zona de desembocadura que impide que los desperdicios lleguen al espejo de agua.

Las lluvias registradas desde horas de la madrugada en la ciudad han puesto una vez más en evidencia el certero protagonismo de las rejas de contencióndispuestas en la desembocadura de la obra dedesagües pluviales en la cuenca del “Arroyo del Barco”. De manera correcta y respondiendo a lo esperado por los técnicos de Obras Sanitarias, la estructura sirvió una vez más para evitar que sólidos flotantes penetren al espejo de agua portuensepostergando -en un perímetro delineado al efecto- todo tipo de residuos aunque con una notoria presencia de ramas, hojas y semillas de árboles.

 

   Fueron los operarios del área Pluviales de la empresa sanitaria quienes tanto por la mañana como en horas de la tarde complementaron con herramientas de mano todas las tareas inherentes a la limpieza tanto del área como de  la cámara y  del tramo ya entubado del desagüe, habilitado formalmente para operar desde el pasado 27 de marzo. Sin embargo –desde entonces- no se habían registrados precipitaciones de la magnitud de este miércoles que permitieran hacer una evaluación como la de la fecha.

 

 

    “Estamos satisfechos con la funcionalidad de la reja –admitió el Arq. Alejandro Pozzobón, presidente de OSSE-.  En línea con la inquietud del intendente Carlos Arroyo que durante las recorridas previas siempre puso acento en la inmediata respuesta (post lluvias) que debe darse para despejar los residuos de la zona, el personal de la empresa se abocó de inmediato con herramientas de mano y camiones a liberar el perímetro. Es una intervención complementaria. De esta forma, la reja contiene en la desembocadura para que la basura no llegue al mar, Obras Sanitarias lo retira con sus operarios”.

 

   En esta oportunidad y dada la época del año no resultó sorprendente notar como del total de la masa de desperdicios  acumulada en la desembocadura, un 85 o 90 % se conformó con ramas, hojas y semillas de árboles que ganaron los diferentes sumideros para llegar hasta el sector final. El restante 10 o 15 % lo conformó basura de orden domiciliario como frascos, cartones, empaques y botellas, entre otros.

 

   A propósito de los residuos encontrados, la intervención de los agentes del área de Pluviales se complementó con el accionar de la Gerencia de Calidad de OSSE la que dispuso personal –en un accionar que ya es rutina de la empresa- para tomar muestras y hacer un monitoreo de evaluación.

 

    La reja de contención que se ubicó en la desembocadura  cumplió efectivamente con el objetivo de ser “muro” para la basura que pueda sortear al sistema en días de lluvia. Se encuentra en la “boca” de una cañería cuyas dimensiones alcanzan los 3.70 x 7.40 mts y cuya finalidad –en orden a las distintas etapas- pasa por canalizar toda el agua de lluvia que pueda correr por el sector que va  desde Peña hasta Mario Bravo y desde el mar hasta Antártida Argentina.

   Vale recordar que, como segunda etapa de contención, OSSE dispuso una barrera flotante de 140 metros de extensión que se encuentra operativa en la desembocadura de la obra de desagües pluviales en la cuenca del “Arroyo del Barco” lo que permitirá, a priori, fortalecer el engranaje que Obras Sanitarias trazó en el lugar con sumideros en sectores aledaños y la reja de retención que fue ubicada en el extremo del conducto principal, pensando en el cuidado de lo que es el espejo de agua de esa parte del puerto local.

 

    Justamente esta barrera flotante se confeccionó con una tela especial que la hace impermeable y resistente a los rayos UV, teniendo en cuenta que se encuentra expuesta en el medio marino. Cuenta con un núcleo de flotación y posee una cadena de lastre que la mantiene ubicada, abarcando 30 cm sobre el nivel de superficie y 60 cm bajo agua, lo que sirve a la función de “muro” para la que fue ideada. Está constituida por siete tramos de 20 metros cada uno, lo que totaliza los 140 metros de longitud total.

 

    Cabe remarcar que en el contexto de la obra se construyeron 31 nuevos sumideros que se sumaron a los ya instalados en toda la cuenca de “Arroyo del barco”.

 

   Sólo esta primera etapa  de la obra posibilitará que 180 mil vecinos de zona sur padezcan las consecuencias de los cada vez más frecuentes episodios de fuertes lluvias en breve lapso de tiempo. En esta idea fue que se ubicaron 41 nuevos sumideros para que   las aguas de lluvia en los barrios Villa Lourdes, Puerto, Las Avenidas, Peralta Ramos Oeste, El Progreso, El Martillo, Florencio Sánchez, Cerrito Sur, Cerrito y San Salvador, Juramento, Gral. San Martín, Termas Huinco, Colinas de Peralta Ramos y Punta Mogotes (contemplados en el marco del  “Plan Nacional del Agua” como medida directa de acomodamiento a los extremos climáticos) corran con mayor fluidez.

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