Tras los disparos, otra amenaza contra Bonfatti pone en vilo a Santa Fe

Tras los disparos, otra amenaza contra Bonfatti pone en vilo a Santa Fe
Un mensaje de texto enviado a una jueza buscó intimidar al gobernador; reconocen un grave problema con el narcotráfico
Esta vez no fueron 14 disparos, sino un simple mensaje de texto, recibido en el celular del Juzgado de Instrucción Nº 6 de los Tribunales de Rosario, a cargo de la jueza Raquel Cosgaya, de turno en estos días: "Averigüen q Viglione comprometió a hacer desaparecer el exp de L.M. No cumplió. Por eso pasó lo de Bonfatti y se la van a poner en autopista" (Rosario-Santa Fe), el trayecto habitual que realizan el mandatario y la secretaria de Delitos Complejos, Ana Viglione.

Quienes decidieron otro ataque anónimo, por medio de una intimidación -vía mensaje desde un celular- a la vida institucional de esta provincia en una semana en que reina aún la conmoción por la violencia en plena campaña, no tuvieron en cuenta el cambio de turno de los juzgados.

Es que el atentado del viernes pasado contra la casa del gobernador es investigado por el Juzgado N° 5, a cargo de María Luisa Pérez Vara. De inmediato, la jueza Cosgaya comunicó la amenaza al Ministerio de Seguridad de la provincia al grupo Tropa de Operaciones Policiales (TOE) y al propio gobernador.

Según admitieron los investigadores, las amenazas se efectuaron desde un celular radicado en la provincia de Córdoba, con el servicio de la firma Claro. El chip usado ya fue desactivado, dijeron los investigadores a LA NACION. A su vez, el ministro de Gobierno y Reforma del Estado de Santa Fe, Rubén Galassi, reconoció: "En Santa Fe tenemos un grave problema [con el narcotráfico], lo reconocemos, pero estamos trabajando", subrayó. El funcionario admitió además que "las estructuras policiales están contaminadas".

La intimidación a Bonfatti ocurrió en momentos en que el gobernador se encontraba en Mar del Plata, participando del Coloquio de Idea. Allegados a Bonfatti destacaron el significado de esta nueva amenaza, pero no descartaron que quien envió el mensaje de texto tuviera la intención de mantener la conmoción que vive el gobierno desde el viernes pasadas las 22, cuando cuatro personas encapuchadas, a bordo de dos motocicletas de alta cilindrada, dispararon contra el frente de la vivienda de Darragueira y Gallo, en el barrio Alberdi, de Rosario, cuando el gobernador se encontraba acompañado por su esposa, Silvia Tróccoli. Dos de los 14 disparos ingresaron al edificio, pero no provocaron heridos.

Hasta anoche, estos atentados tenían dos motivaciones para la investigación: el narcotráfico o la interna policial. Cabe recordar que durante este año también fueron amenazados el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna (conocido por su investigación sobre la banda narco Los Monos); el ministro de Seguridad provincial, Raúl Lamberto, y otros funcionarios públicos.

SIN APOYO DE CRISTINA

Mientras tanto, y a siete días del atentado del viernes pasado, la causa judicial no tiene responsables del hecho. Tampoco se reforzó la presencia de Gendarmería en esa ciudad del sur provincial para prevenir delitos complejos, pese al pedido público que hizo la gobernación de al menos 400 agentes. En ese marco, el gobierno provincial intensificará esta semana las gestiones ante la Casa Rosada para conseguir el envío de gendarmes a la región. La fiscal Ana Rabín afirmó: "Ninguna hipótesis está descartada. Necesitamos el transcurso de los días para que se den los resultados".

El atentado a la finca que Bonfatti y su esposa ocupan en la zona norte de la ciudad de Rosario se registró el viernes pasado después de las 22. El frente de la vivienda recibió 14 disparos. Dos balazos -calibre 9 milímetros- traspasaron la puerta, pero no hubo lesionados.

Al día siguiente, Bonfatti recibió el apoyo institucional de todo el arco político provincial y nacional, y el domingo por la tarde lloró emocionado cuando sus vecinos se movilizaron para expresarle el apoyo al vecino gobernador que sufrió tremendo ataque.

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