"Pasa la Policía y a los 20 minutos entran a robar". La frase corre por cuenta de una vecina que fue víctima junto a otras siete clientas de un violento asalto cometido en un minimercado de Santa Fe 2950, donde uno de los dos delincuentes que entraron a robar sacó un arma y disparó al techo provocando el pánico de las personas que se encontraban en el comercio.

El violento asalto ocurrió cerca de las 20 en pleno barrio Lanusse. Si bien quienes perpetraron el atraco fueron dos personas jóvenes con los rostros cubiertos con cuellos polar y bufanda, otros dos en calidad de cómplices aguardaron afuera en dos motos.

En el minimercado contaron que a esa hora había ocho mujeres haciendo las compras, algunas acompañadas por sus hijos pequeños. A los delincuentes no pareció preocuparles. Entraron dispuestos a todo. Uno sacó un arma y otro saltó el mostrador para dirigirse a la caja, de donde sustrajo el dinero. Mientras tanto, quien llevaba la voz cantante amenazaba con "limpiar" a uno de los encargados si no accedía a entregarle todo el dinero.

La marca del disparo quedó en el techo. La Policía luego determinó que la bala correspondía a un calibre 22 percutado de un revolver oxidado, recordó una de las víctimas. 

"Acá es zona liberada", coincidieron en decir varias personas, al tiempo que los propietarios del minimercado indicaron que ya contabilizan tres asaltos en dos años y medio. En lo que va de 2014 suman dos robos, pero ninguno tan violento como que sufrieron el viernes de la semana pasada.

A la vuelta

Por su parte, un grupo de malvivientes asaltó este miércoles Despensa Victoria, en Santa Fe 1414. Eran las 18.45 cuando ingresaron dispuestos a llevarse el dinero de la recaudación y, de pasó, despojaron de sus pertenencias a dos mujeres mayores que estaban haciendo compras. "Eran tres y andaban en dos motos. Uno entró encapuchado, con el casco puesto. Había dos señoras mayores a las que le sacaron las billeteras y los celulares. A mi me llevaron la plata que había en la caja, un teléfono celular y el cable del podsnet. Eran personas mayores que sabían donde guardaba la plata. Salieron, se volvieron y se llevaron los pasteles, estaban con la mochila abierta a ver que más se podían llevar porque estaban desesperados. Acá todo el barrio está así", dijo la comerciante, quien en promedio es blanco de un asalto cada seis meses.