La decisión sucedió a un prolongado debate causado por las diferentes posturas de los integrantes del organismo no solo en relación con el caso de Haití sino también con respecto al intento de establecer una agenda común en torno de cinco ejes de trabajo.

“Presidentes de Celac acogen pedido de gobierno de Haití y designan misión de cancilleres para conocer situación electoral en dicho país”, escribió esta noche el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, en su cuenta de Twitter.

La crisis haitiana irrumpió en el debate del organismo regional luego de que el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, presidente pro témpore de la Celac, propusiera que el organismo colaborara de alguna manera en una eventual solución política a partir de una sugerencia hecha por la representación haitiana en el plenario.

Sin embargo, la decisión quedó finalmente sujeta a consulta a los 33 países que integran el bloque, de acuerdo con lo solicitado por diversas delegaciones, entre ellas la argentina, encabezada por la vicepresidenta Gabriela Michetti.

Entre los discursos expuestos en las primeras horas sobresalió el del presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien propuso al organismo que ponga en marcha "un plan táctico anticrisis económica" ante la "situación económica sumamente compleja" que atraviesa la región latinoamericana.

Durante su intervención en el plenario admitió que su país se encuentra en situación de emergencia económica y afirmó que el año pasado se redujo en 70 por ciento el ingreso de divisas.

Destacó el esfuerzo desarrollado por su gobierno en materia de política social pese a las dificultades económicas, pero resaltó que el escenario en que vive la región debería "centrar el esfuerzo de la Celac en el tema económico", empeño en el que animó a trabajar a su homólogo dominicano, Danilo Medina, quien hoy asumiría la presidencia de turno del bloque.

La sesión había sido abierta por Correa, quien lamentó que, por falta de consenso y por la existencia de diferentes visiones, no se hubiera podido establecer una agenda común en torno de cinco ejes de trabajo.

"Lamentablemente por falta de consenso y diferentes visiones sobre la Celac que, en lo personal, no considero excluyentes, no se han podido plasmar estos ejes en metas cuantificables y en una agenda común", indicó Correa, que reivindicó las metas que se propusieron con su par de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, en la cumbre anterior.

En la sede de la Unasur, en Mitad del Mundo -a unos 15 kilómetros de Quito-, Correa volvió a evaluar que “el mundo del futuro será un mundo de bloques” y se pronunció en favor de que “en el mediano plazo, la Celac reemplace a la OEA”.

A su turno, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, abogó por "asentar caminos sólidos" para diversificar las economías de Latinoamérica, afectada por la desaceleración económica de China, la volatilidad de los mercados y la bajada de precio de las materias primas.

Aclaró que para ello se requiere una mayor inversión y un incremento del comercio regional, por lo que es necesario "aunar criterios" si los países de América latina desean insertarse como región en el mundo.

El mexicano Enrique Peña Nieto destacó el papel integrador de la Celac y agregó que se requiere una "renovada alianza regional" que identifique metas precisas para todos los países miembros.

El colombiano Juan Manuel Santos, quien antes del plenario brindó un informe acerca de los últimos avances del proceso de paz en su país, anunció que la Celac celebrará una reunión de sus ministros de Salud a fin de atender el avance del virus del zika en la región.

El virus del zika llegó a Latinoamérica en 2015, cuando se contabilizó un primer caso en Brasil. Otros registros se sucedieron en diversos países de la región como Colombia, El Salvador, Ecuador y Nicaragua.

Esta enfermedad es provocada por picaduras del mosquito Aedes aegyptie, el mismo que es portador de otras enfermedades febriles como el chikungunya y el dengue.

El boliviano Evo Morales evocó la responsabilidad de la Celac para impulsar a la región como una zona de paz y que bregue por una liberación económica y tecnológica.

Luego de recordar que el bloque nació en 2010 con el ánimo de liberarse de una historia de dominación impuesta por potencias hegemónicas, aseguró que ese camino por la paz debe ser acompañado con un objetivo de "justicia social".

Morales sugirió que las reservas internacionales de los países deberían, en lugar de convertirse en depósitos en el exterior, financiar proyectos de desarrollo en la propia región.

Ello también requiere de una "liberación en ciencia y tecnología" y esa es otra "responsabilidad que tenemos", comentó el mandatario boliviano al sugerir que América Latina debería buscar esa tecnología en otros continentes.

La Celac está integrada por Antigua y Barbuda, la Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guayana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.