Tras 7 años, reglamentan la ley de lengua de señas

Tras 7 años, reglamentan la ley de lengua de señas
Hace pocos días se publicó en el Boletín Oficial, después de una larga lucha de la Asociación de Sordos de Mendoza.

Luego de siete años de lucha por parte de la comunidad de sordos de Mendoza, la ley de Supresión de Barreras Comunicacionales sancionada en 2005, que reconoce la Lengua de Señas Argentina (LSA) como medio de expresión en todo el territorio provincial, finalmente fue reglamentada y podrá comenzar a aplicarse en nuestra provincia.

La norma, que es vital para el desarrollo y la inserción social de los chicos y adultos con alteraciones o lesiones en la vía auditiva, durmió en los cajones del Ministerio de Desarrollo Social durante los últimos dos gobiernos, hasta que la actual gestión tomó la decisión de comenzar a aplicarla.

Fue una lucha de sordos contra sordos: unos que buscaban que se respeten sus derechos y otros que desoyeron los reclamos, retrasando durante más de 2.500 días la aplicación de una ley vital que, además de reconocer la Lengua de Señas Argentina, permite a los niños acceder a una educación bilingüe-bicultural y la posibilidad de que todos los establecimientos educativos, en todos sus niveles, garanticen el acceso a alumnos sordos mediante intérpretes de LSA.

La larga lucha de la Asociación de Sordos de Mendoza (ASM) se remite al gobierno de Roberto Iglesias (1999-2003), cuando luego de ser aprobada por unanimidad en la Legislatura la ley fue vetada por el Ejecutivo. La tarea de esta ONG continuó hasta que finalmente en la gestión de Julio Cobos (2003-2007) lograron la sanción.

Pero cuando parecía que todo se allanaba, comenzó una nueva peregrinación por la Dirección de Discapacidad y los despachos de ministros de Desarrollo Social para que la norma fuera reglamentada.

Los expedientes quedaron cajoneados durante años a pesar de que la misma Asociación de Sordos tuvo que dedicar semanas enteras a la redacción de la reglamentación junto al Consejo Provincial de Discapacidad, la Dirección de Educación Especial, la Faculta de Educación Elemental y Especial, el Movimiento de Sordos y la Asociación Mendocina de Intérpretes de LSA.

"Estaba listo para la implementación, pero seguían pasando los meses y no teníamos noticias. Entonces el año pasado decidimos realizar una marcha, cortando la calle España, en diagonal a la Dirección de Discapacidad. Fue una manifestación pacífica que buscaba sensibilizar a la sociedad acerca de la importancia del cumplimiento de nuestros derechos. La gente nos ayudó mucho y entendió nuestro reclamo.

Pero no nos quedamos con eso, fuimos hasta la Legislatura a hablar con Carlos Ciurca y después a la Casa de Gobierno, donde nos atendió (Guillermo) Elizalde, el ministro de Desarrollo Social, que se comprometió a comenzar el proceso de reglamentación", aseguró Mariana Martínez, secretaria de la ASM.

Tal vez aquella movilización se haya transformado en el arma vital para lo que finalmente lograron hace algunos días (ver aparte). No sólo porque finalmente un gobierno se dignó a oír su pedido, sino también porque lograron unirse y hacerse escuchar ante la sociedad mendocina. Luego en otra marcha, la del 21 de noviembre pasado, apoyaron al Movimiento Argentino de Sordos, que también lucha a nivel nacional por una norma que reconozca a la LSA.

"Dijimos basta de opresión; expresamos nuestra necesidad de igualdad, el reconocimiento de nuestros derechos y sobre todo lo hicimos por nuestros niños sordos, para que tengan una educación bilingüe-bicultural", afirmó la presidenta de la Asociación, Beatriz Pellegrini.

El problema con los niños que nacen sordos es que recién a los cinco años comienzan a ser estimulados en lo que tiene que ver con la comunicación. "No hay jardín para ellos, parecen autómatas, porque desde chicos necesitan un canal visual para comunicarse. Los estímulos se dan tarde y los profesores oyentes no colaboran con la implementación de la LSA", agregó Martínez.

"A mí de chico me ataban las manos y me querían hacer hablar. Hoy sabemos que un niño sordo se puede desarrollar igual que uno oyente y vamos a seguir luchando por eso", remarcó Roberto Pericás, vicepresidente de la ASM.

En este sentido, todos reafirmaron la importancia de que la Lengua de Señas Argentina sea internalizada por la familia y la escuela de los chicos con alteraciones en la vía auditiva.

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