Susan Segal es una vieja conocida del empresariado argentino. Desde 2003 conduce la Americas Society y el Consejo de las Américas, que organiza todos los años una multitudinaria reunión en el Hotel Alvear -en ocasiones se repite en Nueva York-, a la que asisten políticos de primera línea y casi todos los hombres de negocios importantes del mercado local.

Esta ex banquera, que cultivó una relación de cercanía con la presidenta Cristina Kirchner, es uno de los primeros engranajes que empleará la gestión de YPF, bajo el timón de Miguel Galuccio, para publicitar entre los inversores internacionales la conveniencia de convertirse en socio de la petrolera estatizada luego del acuerdo que el Gobierno alcanzó con YPF para saldar, a cambio de US$ 5000 millones, la expropiación del 51% de las acciones de Repsol.

Aunque todavía faltan confirmaciones, YPF quiere que la presidenta y CEO del Council, como se lo llama en su versión abreviada entre las empresas, organice el primer investor trip (viaje de inversores) de la compañía en años. La idea es que este mismo mes un grupo de 30 inversores, entre los que se encontrarán banqueros, administradores de pensiones y fondos de inversión partan en conjunto desde Houston hasta Ezeiza, pasen por la torre de YPF en Puerto Madero y lleguen hasta Neuquén para observar los trabajos de YPF en la formación de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta, uno de los activos de la compañía que siguen de cerca los inversores petroleros.

Será el primer movimiento fuerte para "vender" la compañía tras el acuerdo con Repsol. Se trata, sin embargo, de un partido que Galuccio comenzó a jugar ayer mismo en Houston. El presidente de YPF viajó a la metrópoli de los hidrocarburos para participar de la CERA Week, un encuentro global que reúne a los popes de la industria. Anteayer por la noche, cenó con algunos de sus pares. En el encuentro, organizado por John Watson, el CEO de Chevron (es socia de YPF en Vaca Muerta), estuvieron entre otros Chris Finlayson (BG), Andrew Mackenzie (BHP Billiton), Steve Riney (BP), Olivier de Langavant (Total) y Martin Bachmann (Wintershall), todos jefes de sus compañías.

Según ejecutivos que participaron de la reunión, Galuccio hizo pie en un argumento: remarcó los buenos resultados de su gestión en materia de producción (ver aparte) y la fortaleza de las reservas no convencionales de YPF. Recordó que si bien Vaca Muerta es la más publicitada, la empresa tiene una porción extensa de la llamada D-129, que recorre el subsuelo de Chubut y de Santa Cruz. Está aún inexplorada y, según su criterio, es de gran potencial .

Anoche, Galuccio participó de otra cena en la que el disertante principal fue Emilio Lozoya, CEO de Pemex, la petrolera estatal de México. Lozoya tiene una relación personal con el argentino. Y fue uno de los que presionaron a Repsol y a su presidente, Antonio Brufau, para continuar la negociación que condujo al final del conflicto con la empresa española.

Desde su desembarco, en mayo de 2012, Galuccio insistió en que el futuro de YPF dependía de finalizar de manera pacífica la controversia con Repsol. Cargó con las indefiniciones hasta la semana pasada, pero recobró el oxígeno tras el anuncio del convenio. "Ahora, YPF va a salir al mundo", definió un ejecutivo de trato cotidiano con él.

AUMENTO DE PRODUCCIÓN EN ENERO

La producción de hidrocarburos de YPF registró un fuerte aumento en enero, según informó la empresa. De acuerdo con datos de la Secretaría de Energía, en el primer mes del año la extracción de petróleo de la empresa creció 9,8%, mientras que la de gas trepó otro 9,2%, en comparación con el mismo mes del año anterior.

"La producción mensual de petróleo de YPF viene creciendo en forma ininterrumpida desde abril de 2013, y la de gas, desde mayo del mismo año, producto del fuerte nivel de inversión que la compañía mantuvo durante el año pasado, que llegó a alcanzar los 6000 millones de dólares", sostuvo la empresa a través de un comunicado.

Los datos no contemplan la producción de los activos adquiridos a Petrobras y a Apache.