Los líderes de los espacios insisten en su postura de unidad, pero en casos deben convencer a las bases de que olviden diferencias pasadas. A esa posible nómina, trascendió, sumaría su apoyo el grupo encabezado por el ex concejal Nicolás Lasa, que se fue del FpV para formar parte de Unión Pro, pero que optaría por apoyar "desde las sombras" a los peronistas, dado que Felipe Solá quedó fuera del escenario político y se alejó de Francisco de Narváez, ahora aliado del radicalismo. Con el flamante socio electoral de Ricardo Alfonsín están otros ex FpV, como el edil de Unión Pro, Federico Tonelli.

De no darse el "abrazo" deseado, habría aún más listas del PJ. Del kirchnerismo se sumarán a la general, en principio, Nuevo Encuentro postulando a Juan Carlos Bertoni, y la Concertación Social candidateando al radical K Oscar Aníbal Rocco.

No menos claras están las cosas en la "otra vereda". La UCR de Guillermo Faviano aún no designó precandidato y analiza si aliarse, como a nivel provincial, con De Narváez. Otra posibilidad es unirse en 25 de Mayo al GEN de Mariano Grau, que en la Nación acordaría con el Socialismo de Binner y Proyecto Sur de Solanas. El Senador -mandó a hacer carteles-, también podría pactar con el Acuerdo Cívico que encabeza la intendente María Victoria Borrego, y a quien le dieron "visto bueno" para firmar alianzas con sectores afines. Y de no ser por diferencias a priori insalvables, en teoría tampoco debería descartarse la unión de la UCR con la Coalición, tal ocurriría en otros distritos de la Séptima, como Olavarría o Roque Pérez. ¿Y el Pro de Macri? Algunos afirman que desistiría de participar de los comicios en 25 de Mayo.

Cuando restan sólo 15 días para que se presenten las listas que competirán en las internas abiertas generales de agosto -y teniendo en cuenta los imprevistos acuerdos en el ámbito nacional-, son muy pocas las certezas, testimonio fiel de que habría uniones por conveniencia y, sobre todo, de la existencia de una crisis de respeto a las ideologías, y -aunque muchos intenten negarlo- una sostenida caída de los partidos como órganos de adscripción a una forma de entender y actuar en política y de, eventualmente, gobernar.

Con todo, no debe preocuparse el ciudadano de no saber a quién votaría, pues ni siquiera están confirmadas la mayoría de las precandidaturas.