Me voy tranquilo: la casa está en orden

Me voy tranquilo: la casa está en orden

Qué feliz me pone comprobar que todo se va encaminando en el país. Después de semanas durísimas, el espíritu de las Fiestas ha terminado por imponerse y las buenas noticias se suceden una tras otra.

Por: Carlos M. Reymundo Roberts.

En primer lugar, las económicas. Los anuncios de anteayer fueron como un tardío regalo navideño. A saber: nuestra querida inflación se quedará un rato más entre nosotros; el ministro de Hacienda, Dujovne, ahora se va pareciendo a un ministro de Economía, y el presidente del Banco Central, Sturzenegger, promete aflojar con las tasas de interés y ya dice que "el que apuesta a las Lebac pierde".

En cuanto al clima político, la gran novedad es que Cristina ha vuelto a parlotear, que para eso se inventó el Parlamento. En su debut en el Senado clavó media hora sin repetir y sin soplar, y para callarla Gaby Michetti tuvo que llamar a los bomberos. Lo bueno en este caso es que cuando Cris habla, se distrae, y entonces la horda salvaje a su servicio que quiso invadir el Congreso aprovechó y se fue de vacaciones. Camino de la costa, uno de sus líderes dijo: "Volveremos y seremos millones. De cascotes".

Las novedades económicas son de extraordinaria importancia. Varias generaciones de argentinos venimos conviviendo con la inflación, le hemos tomado cariño, y eso de querer tirarla por la ventana en un par de años siempre me pareció un despropósito. Hay que ser un gobierno de CEO desalmados para ponerse un objetivo tan brutal. E imposible de cumplir. Ahora, por suerte, anunciaron que las metas antiinflacionarias se van a "sincerar" y a "relajar". Buenísimo. Hay que relajarse. Si las paritarias y las jubilaciones contemplan -gran invento de estas pampas- un ajuste por encima de la inflación, ¿cuál es el problema de que haya inflación? Hasta Cruzado Sturzenegger lo entendió, a tal punto que otra de sus frases de cabecera será: "¿Quién ha visto alguna vez una Lebac?". Yo le propongo ésta: "El que depositó bitcoins recibirá bitcoins".

Es cierto que el dólar pegó un respingo, pero Marcos Peña llevó tranquilidad al decir que el plan económico tiene "amortiguadores" para soportar esos golpes. Marquitos, lo único que te pido es que los amortiguadores no seamos nosotros.

En cuanto al mayor peso de Dujovne en el team económico, enhorabuena. Es un tipo que me cae muy bien, aunque no tenga, es cierto, la solidez de Kicillof en cuestiones como la plusvalía y el materialismo histórico. Siempre pensé que entre el modelo del hiperpoderoso Cavallo y el del hiperacotado Dujovne podría encontrarse un punto medio. Hay que darle más vuelo y, si la pifia, mandarlo de embajador a Venezuela.

La mayor parte de los economistas serios ha estado de acuerdo con las medidas, que deberían traducirse en menos ciclismo financiero y más inversión productiva. Todo el gabinete y la ministra sin cartera pero con lengua de acero inoxidable Lilita Carrió reclamaban esta "corrección" del rumbo (en realidad lo de Lilita fue una avivada: le ladró a Sturzenegger cuando ya le habían avisado que se venían los cambios). Una de las críticas más furibundas fue la de Randazzo, que habló de un "combo explosivo" de alta inflación, altas tasas de interés, endeudamiento y prioridad a la renta financiera. En el equipo económico dicen que lo preocupante en el caso del Flaco no es que te critique, sino que te elogie, como elogió durante años el modelo de creación de pobreza de Cristina. Pero celebraron que haya recuperado la voz. Pobre Flaco, su catástrofe electoral lo había dejado cabizbajo y mudito.

¿Otras noticias que alegran este fin de año? Obligarán a los violentos de la Plaza del Congreso a pagar todo lo que rompieron, y las facturas irán directamente al despacho de Cristina. La Justicia ordenó la detención de Sebastián "Tumba" Romero, el dirigente de izquierda que, como no pudo llegar al Congreso por los votos, intentó hacerlo a los tiros. Miles de argentinos peregrinan a Chile, no en tour de compras, sino para sumarse a los festejos por el triunfo de Sebastián Piñera. Lázaro Báez declaró que los penitenciarios lo tratan muy bien, lo cual desmiente la acusación de De Vido de que el asado le llega frío. Como forma de reparación, el DT Sampaoli quiere pagarle un sueldo extra al policía de tránsito al que ofendió y agravió por hacerlo caminar dos cuadras; "Total son 100 pesos", dijo. Moyano y Barrionuevo se pusieron al frente de un salvataje de la CGT; eso es lo que necesita el movimiento obrero: sangre nueva.

Me faltan horas para empezar mis vacaciones, y siempre me agarran dudas sobre qué llevar para leer. Estaba entre los discursos de Cristina como presidenta (un pendrive de 25.000 GB de capacidad), un compilado de los mayores disparates de Aníbal, los seis tomos con las denuncias de corrupción presentadas por Margarita Stolbizer, los 17 tomos de las profecías de Lilita o las planillas de Excel con la gestión de Macri. Alta literatura. Finalmente decidí que dedicaré el verano a repasar a algunos de los grandes pensadores: Aristóteles, Platón, Sócrates, Santo Tomás, Maquiavelo, Montesquieu, Descartes, Hobbes. Siempre es un placer volver a los clásicos, y quizá de su mano un día pueda entender a la Argentina.

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