La tragedia del avión de EgyptAir: temen que haya sido un atentado

La tragedia del avión de EgyptAir: temen que haya sido un atentado

El vuelo MS804 de la aerolínea egipcia, con 66 personas a bordo, desapareció cuando se encontraba a 15 minutos de aterrizar en El Cairo, procedente de París; las autoridades no descartan un acto terrorista

Por Luisa Corradini

PARÍS.- ¿Accidente o atentado? Hasta anoche, los equipos de rescate aún no habían hallado los restos del Airbus A320 de la compañía EgyptAir que se estrelló en aguas del Mediterráneo en la madrugada de ayer, cuando volaba de París a El Cairo con 66 personas a bordo.

"El avión cayó en las aguas del Mediterráneo", confirmó ayer el presidente francés, François Hollande, sin dar más precisiones. Hasta anoche, todas las hipótesis sobre las causas de la catástrofe seguían abiertas.

El vuelo MS804 desapareció de los radares a las 2.30 (hora local), cuando se aproximaba a El Cairo, su destino final. Llevaba a bordo 56 pasajeros, siete miembros de la tripulación y tres agentes de seguridad. Según la compañía, la aeronave se encontraba a 11.280 metros de altitud y a 280 kilómetros de las costas egipcias.

"No había nada de anormal", declaró Ahmed Adel, vicepresidente de EgyptAir.

El cielo estaba despejado y los sitios de seguimiento de vuelos comerciales no mostraron ninguna anomalía técnica (altitud o velocidad) justo antes de la desaparición en el Mediterráneo, diez minutos después de haber dejado las aguas griegas para entrar en las egipcias.

Según Kostas Litzerakis, director de la aviación civil griega, "el piloto no informó sobre ningún problema en su intercambio con los controladores griegos antes de dejar nuestro espacio aéreo". "Incluso estaba de buen humor y se despidió en griego", agregó.

Minutos después, tripulaciones mercantes que navegaban en la zona vieron "llamas en el cielo" unas 130 millas náuticas al sur de Karpatos, una isla del archipiélago del Dodecaneso, situada entre Creta y Rodas. De inmediato, las autoridades egipcias y las griegas desplegaron medios aéreos y navales para localizar el Airbus.

Casi 12 horas más tarde, los responsables griegos informaron que un helicóptero egipcio había localizado objetos flotando entre Karpatos y Creta. Un submarino griego fue dirigido hacia la región para corroborar la información.

El ministro de Defensa griego, Panos Kammenos, confirmó por su parte que, antes de desaparecer de los radares, el avión hizo un inesperado viraje de 90° hacia la izquierda; enseguida, otro de 360° en sentido inverso, y después cayó vertiginosamente de 11.000 a 4500 metros de altitud. Según algunos expertos, esto indicaría una pérdida de control del aparato por parte de la tripulación, aunque todos rehúsan asegurar que se tratara de un atentado.

"Aunque improbable, puede haberse tratado de un accidente brutal e inesperado del aparato, que no dio tiempo a la tripulación de lanzar mensajes de emergencia. Hay una cantidad de antecedentes recientes, como el vuelo de Air France Río-París que cayó en el Atlántico en 2009", afirma el experto Michel Polacco.

Airbus declaró que el avión, equipado de reactores Pratt & Whitney, fue entregado a EgyptAir en noviembre de 2003 y había volado 48.000 horas. El comandante, por su parte, tenía 6270 horas de vuelo.

Fuentes militares francesas evocaban anoche "la ruptura total y brusca de transmisiones" causada por "un acontecimiento repentino e irrecuperable" y no descartaban "un acto criminal". Precisaban que en una cabina presurizada y a 11.000 metros de altitud basta una pequeñísima cantidad de explosivos -del tamaño de una pelota de tenis o una lata de gaseosa- para provocar daños irreparables. No obstante, si bien los especialistas privilegian en voz baja la posibilidad de un nuevo atentado, también manifiestan sorpresa ante la ausencia de reivindicación.

"Sigo pensando que la desaparición repentina del Airbus responde más bien a un atentado. Pero que nadie lo haya reivindicado después de tantas horas me resulta extraño", dijo el experto Gerard Feldzer.

Como la mayoría de sus homólogos, Feldzer se negó a especular sobre los posibles escenarios de un eventual atentado. ¿Quiere decir esto que la seguridad en los aeropuertos franceses es insuficiente? "Nada es seguro. Un día antes, el avión hizo escalas en Eritrea, Egipto, Bélgica y Túnez. Si se trató de una bomba, puede haber sido embarcada en otro aeropuerto", señala Feldzer.

"De todas maneras, la seguridad total es una quimera", insiste. Según el reglamento de las Naciones Unidas, la investigación será realizada por las autoridades egipcias con ayuda de Francia en su calidad de país constructor del Airbus y de Estados Unidos, sede del motorista Pratt & Whitney.

Ésta es la segunda vez en un año que Egipto tiene que hacer frente a un terrible accidente aéreo. Un Airbus A321 de la compañía rusa MetroJet se estrelló el 31 de octubre en la península del Sinaí con 224 personas a bordo. El avión había despegado de Sharm-el-Sheik, en el mar Rojo, con destino a San Petersburgo.

Rusia y los gobiernos occidentales declararon rápidamente que se trataba de una bomba. Poco después, el atentado fue reivindicado por Wilaya Sina. Ese grupo, rama egipcia de Estado Islámico (EI), afirmó que había sido perpetrado con una lata de gaseosa.

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