Trabajo infantil en Entre Ríos: en 2015 se registraron 56 denuncias

Trabajo infantil en Entre Ríos: en 2015 se registraron 56 denuncias

La mayor cantidad de casos corresponde a estrategias de supervivencia, seguido por las que se detectan en la actividad económica. En Entre Ríos se registraron 56 denuncias en 2015.

Un nene y una nena, que tranquilamente podrían ser hermanitos, recorren habitualmente la convulsionada calle Urquiza de Paraná en horario pico. No lo hacen para dirigirse a la escuela ni para cumplir con alguna actividad extraescolar o para hacerse atender por un problema de salud, sino que eligen esa céntrica arteria y otras de la ciudad para vender bolsas de consorcio. Quizás sea uno de los casos más representativo de trabajo infantil, de los tantos que a diario visualizamos en la calle y que se reproducen por cientos mediante diferentes modalidades, en varios eslabones de la cadena de la producción y en el modo que tienen algunas familiares para organizarse alrededor de esta actividad.

Si bien se lograron muchos avances para resguardar legalmente los derechos de niños, niñas y adolescentes, combatir este flagelo implica un verdadero cambio de mentalidad para desterrar prácticas que se transmiten de generación en generación y el compromiso de varios actores de la economía para acabar con las complicidades que permiten la explotación laboral de niños. La obligatoriedad de la escuela secundaria, los cambios de normativas de protección de los derechos en esta franja etaria y la sanción de la Ley Penal de Trabajo Infantil, con la incorporación del artículo 148 bis al Código Penal que castiga a "aquel que aprovechare económicamente el trabajo de un niño o niña en violación de las normas nacionales que prohíben el trabajo infantil, siempre que el hecho no importare un delito más grave", significaron herramientas de vital importancia en la batalla contra un mal de nuestra época.

En Entre Ríos la Comisión Provincial para la Erradicación del Trabajo Infantil (Copreti) nació en 2003 con el objeto de atacar esta problemática y para promover políticas tendientes a fomentar la sensibilización, la prevención y la articulación entre diferentes organismos estatales.

Según estadísticas recabadas por esta repartición hasta noviembre de 2015 se recibieron 56 denuncias por casos de trabajo infantil en la provincia, de las cuales 41 corresponden a la categoría estrategias de supervivencia y 15 a aquellas denominadas actividad económica. Estos números elaborados en base a llamados anónimos quizás no sean fieles indicadores de la cuestión de fondo, allí donde todavía no llegan los brazos del Estado para intensificar los controles y revertir la situación de vulnerabilidad no solo del chico que trabaja, sino de todo su círculo familiar. "Nosotros trabajamos para buscar alternativas laborales para los adultos, fomentar el trabajo decente, capacitar a los padres desocupados, ver la manera para que se puedan insertar a través de la gerencia de empleo.

Hacer un trabajo mucho más amplio para que los chicos no lleguen a trabajar", le dijo a UNO la coordinadora de la Copreti, Mónica Muñoz. Saber cómo actuar ante un caso de trabajo infantil es sin dudas el más grande desafío para el personal de esta dependencia, y en base a un protocolo de intervención son los inspectores los primeros en conocer cada situación. Si se toma conocimiento de un hecho a partir de una denuncia, la inspección se realiza en forma conjunta entre Trabajo, Copnaf y la Policía.

"Trabajamos para buscar alternativas laborales para los adultos, que están desocupados".

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