Los trabajadores del Meta Azul, abandonados a su suerte

Los trabajadores del Meta Azul, abandonados a su suerte

Los 180 obreros del frigorífico siguen esperando por una solución concreta y de fondo para la situación de incertidumbre que están atravesando. El viernes pasado se quedaron sin su representante sindical y ahora ellos mismos gestionan ante la Federación de la Carne. Se vienen horas que podrían ser decisivas con reuniones a llevarse a cabo entre hoy y mañana en Buenos Aires y La Plata.

 Mientras tanto cuestionan severamente a Roberto Smith, al empresario Marcelo Celeste y al municipio, sin olvidar que la dirigencia política en general prácticamente no se hace eco del drama que sufren. En cambio, valoran el acompañamiento de la ciudadanía que muchas veces les acerca la comida que se necesita para alimentar a sus familias. 

Los días pasan –también las promesas- y las soluciones no llegan.

La situación del Frigorífico Meta Azul se encuentra en un punto muerto, sin definiciones de ningún tipo.

Los trabajadores permanecen acampando a un costado del ingreso a la planta industrial y, desde el pasado viernes, carecen de un dirigente gremial que los represente luego del paso al costado que dio Roberto Smith, delegado normalizador del Sindicato de la Carne a nivel local.

Además sostuvieron ayer, en diálogo con este diario, que el único apoyo y respaldo que tuvieron y sienten es el de la comunidad, que en forma constante acerca su ayuda para que muchas familias de los obreros puedan comer.

Muy cuesta arriba la tienen quienes alquilan y, obviamente, aquellos con una familia a cargo que mantener.

Tres voceros de los trabajadores cuestionan el rol que viene teniendo el municipio y el jefe comunal en particular, más allá de admitir que la dirigencia política en general –incluida la que forma parte del Concejo Deliberante- brilla por su ausencia.

Solos.

Así están y así se sienten, sin más esperanza en que con la intervención de la Federación de la Carne se puede lograr reactivar la producción o, cuanto menos, cobrar las cinco quincenas, el medio aguinaldo y demás sumas impagas que se les adeudan.

Un dato alentador, si se quiere, es que el empresario Marcelo Celeste les asegura que está muy cerca de lograr la incorporación de un socio que le permitiría inyectar capital para así volver a poner en marcha el emprendimiento. Por ahora sólo promesas. Mientras tanto, las deudas asumidas por los 180 empleados se acumulan y aumentan, al mismo paso que crece la desesperanza.

Voces de los protagonistas

Germán, uno de los voceros de los trabajadores en conflicto, afirmó ayer a este diario que “hoy estamos igual que hace 25 días atrás, con los bolsillos vacíos porque no hemos tenido respuestas de nadie: ni del sindicato ni de Celeste”.

Cuando se le preguntó qué opinión tenía acerca del rol que viene cumpliendo la Municipalidad de Azul, respondió: “Lo único que ha aportado la Municipalidad es el auto para que viajen dos compañeros mañana (por hoy) a la Federación de la Carne de Buenos Aires y el miércoles al Ministerio de Trabajo de La Plata, donde se van a reunir con Celeste”.

El trabajador expresó su sentir respecto de las negociaciones que se puedan llevar a cabo, al mencionar que “sinceramente yo no tengo mayores expectativas; va a ser lo mismo”, aunque aclaró que confía en lo que pueda gestionar la entidad que los convocó para hoy. “El tiempo que el viernes le dimos a la búsqueda de una salida al tema es sólo para la Federación; ellos van a ver si pueden hacer algo”, indicó.

Germán dio cuenta de su situación particular, que de algún modo es representativa de lo que viven otros trabajadores del frigorífico.

“Yo estoy alquilando. Se me venció el contrato el 8 de febrero. Tengo la suerte de que la dueña(de la propiedad donde tiene domicilio) me está esperando, pero se hace difícil. Se hizo un convenio con la CEAL para que nos esperen los días que sean necesarios; es lo único que nos dio el sindicato: un papel donde dice que nosotros laburamos acá para que no vaya un vivo y haga el trámite para que no le corten la luz por falta de pago”, expresó.

“La estamos peleando como podemos, sinceramente –añadió-. Se hace difícil para todo, no sólo para pagar las cuentas sino hasta para comer cada día. Es doloroso llegar todos los días a tu casa y que tu hijo te pregunte ‘¿te pagaron hoy?’ y le tenés que decir que no. Más de uno trae a su familia a comer acá, porque en su casa no tiene qué darles para alimentarse. El hecho de estar todo el día acá lleva a un desgaste en la familia”.

¿Mal aconsejados?

En otro tramo de la nota con EL TIEMPO, Germán pidió que se tenga en cuenta que hasta el viernes, todas las posturas que tuvieron los trabajadores del Meta Azul fueron a instancias de lo indicado por el delegado normalizador del Sindicato de la Carne.

“Nosotros tratamos siempre de hacer las cosas bien. Si las hicimos mal, fue por culpa de Smith”, advirtió.

El obrero aumentó sus críticas hacia el dirigente gremial al señalar que la Federación de la Carne no estaba al tanto de la cuestión que ocurre en esta ciudad.

“La Federación quiere que los compañeros viajen porque quieren hablar con ellos. Nunca ellos habían entrado en conversaciones, todo por obra de Roberto Smith. Ellos iban a tocar a todo el mundo: a empresarios de la carne, al propio Celeste, a la vicegobernadora (María Eugenia)Vidal, al verdadero dueño del frigorífico, al Intendente de Azul. Nos dicen que eso tampoco nos asegura que nos den una respuesta positiva el martes o el miércoles”, acotó.

Ratificó que “el único respaldo que sentimos es el de la gente”, y subrayó: “Más de una vez acá hemos comido gracias a la gente. Algunos se han podido llevar un paquete de fideos a la casa gracias a los comercios de Azul. Ellos nos han ayudado un montón. La Municipalidad vino con esta carpa que ven acá y una olla popular con dos presas de pollo y arroz”.

Ponderó también la colaboración que tuvieron de trabajadores de Fanazul, Cerámica San Lorenzo y de la Cooperativa Sudamtex, junto con la Asociación Empleados de Comercio del Azul. En cambio, fustigó a la Sociedad Rural de Azul cuando afirmó que algunos de sus integrantes“vinieron a prometer muchas cosas que no cumplieron”. “Dijeron que nos iban a ayudar; trajeron diez chorizos y una bolsa de pan y no volvieron más”, apuntó.

También cuestionó a Hernán Bertellys por una expresión –de ser cierta, poco feliz- que tuvo a poco de estallar el conflicto en la planta industrial.

“Dos o tres días antes de las fiestas Hernán dijo: ‘Y bueno muchachos: van a tener que comer arroz; si yo cuánto estuve comiendo arroz. Me parece que esa no es una respuesta; para un intendente, deja mucho que desear”, manifestó Germán.

El trabajador puso en duda la intervención que tuvo la delegación local del Ministerio de Trabajo en el conflicto, a partir de una aseveración que supuestamente les hicieron en la central del organismo. “La causa pasó a La Plata porque, por lo que nos dijeron, en Azul se mandaron muchas macanas y no avanzaban nunca. Ahora dependemos directamente de La Plata”, indicó.

“Celeste le erró feo el cálculo”

A criterio de Germán, uno de los trabajadores en crisis por el parate del Meta Azul, el empresario a cargo del emprendimiento tuvo falencias en el manejo de la situación.

“Celeste le erró feo el cálculo. Aparte él no echó a nadie y se nos siguen acumulando quincenas; se nos cerró la quinta quincena, más medio aguinaldo y horas que a muchos compañeros les debe desde hace seis meses”, afirmó.

“Yo ya no le creo más nada. El viernes (Marcelo Celeste) nos dijo que se estaba reuniendo con los empresarios y dice que en veinte días podía llegar a aparecer plata. Él tiene todas las intenciones de reabrir pero nosotros no lo podemos esperar ni un día más sin plata en el bolsillo”, culminó Germán.

“ESTAMOS CANSADOS”

Luciano es otro de los trabajadores que ayer conversó con este matutino para dar cuenta de la situación que atraviesan 180 dependientes del Frigorífico Meta Azul. El joven cargó las tintas sobre el delegado normalizador del Sindicato de la Carne, así como en el jefe comunal y el empresario Marcelo Celeste.

“De parte del sindicato fueron todas mentiras, porque ahora nos dejó solos. Se abrió de patas Roberto Smith, igual que Bertellys y toda la gente de él. Estamos con arroz todavía; ‘ya comimos arroz Bertellys’…”, expresó.

Agregó: “Ahora queremos nuestra plata. Él (por Smith) robó siempre y ahora, como se destapó la olla, ya no quiere saber más nada. Mañana (por hoy) van a viajar dos chicos y a pelear por lo que nos corresponde. De Celeste es siempre lo mismo; que no tiene plata. Seguimos como hace 25 días atrás y nosotros estamos cansados. Estuvimos todo este tiempo confiando en este tipo, Roberto Smith, que es un cínico. Supuestamente nos estaba ayudando…nos estaba robando más que nunca”.

Luciano tuvo palabras igualmente de duras para referirse a la figura del abogado del gremio, el ex concejal Luis Conti. “Es otro sinvergüenza más; es igual que Roberto Smith. Están todos en la misma bolsa”, aseguró.

“DESTAPAMOS UNA OLLA GRANDE”

Juan Cruz se sumó al coro de voces representativas de los trabajadores del frigorífico situado detrás del Pida II. Fue coincidente con sus compañeros, Germán y Luciano, en el sentido de advertir que la paciencia de los damnificados está llegando a su límite.

“Nosotros hace veinte días que estamos acá, parados. Siempre nos decían que eran diez días más, aguantamos, y llegó un momento que no tenés plata, las cuentas te avanzan y tenés que tomar una decisión. Tomamos la decisión de llamar a la Federación. Roberto Smith siempre nos dijo que estaban de vacaciones y, cuando llamamos, nos dijeron que nada que ver. Estábamos a contramano con la Federación. Ahora les dimos hasta el miércoles para ver si ellos pueden hacer algo. Ellos supuestamente estaban ajenos a todo, nos dicen que desconocían todo. A Smith le pedimos el día que la policía nos vino a reprimir que bajaran de la Federación y él nos decía que no podían porque estaban de vacaciones”, indicó.

El vocero puso en un manto de dudas el destino de fondos que el sindicalista supuestamente recibió de la entidad madre. “Roberto tendría que haber ido a buscar dos sueldos que son como de la caja chica que le dan para el día que pasa esto. Nunca le pasó a Smith en 35 años tener un paro y, el día que llegamos a esto, la plata de la caja chica no estaba. Destapamos una olla grande y la Federación quiere saber dónde está esa plata también. (Smith) siempre tenía una excusa para esperar que nosotros levantemos la carpa para ir a buscar la plata, que aunque sea nos hubiera servido para no comer arroz y no tener que salir a pedir morrón y cebolla, que es lo único que él trajo”, señaló.

Juan Cruz aclaró que ellos no son directamente responsables de la interrupción de la cadena de frío de las cámaras frigoríficas, accionar que hizo que la mercadería allí acopiada se haya echado a perder.

“Salieron a decir que los trabajadores apagaron el frío. Me gustaría que nos traigan las fotos y filmaciones que tenemos de Roberto Smith para que no culpen solamente a los trabajadores. Nosotros tenemos a un sindicato que nos representaba y ahora, a tres días de terminar la lucha si nosotros así lo decidimos, nos llama por teléfono porque ni siquiera le da la cara para venir y decir personalmente que lo suyo se terminó”, cerró el trabajador.

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