La iniciativa comenzará a partir las 8 de la mañana, en uno de los puntos donde la izquierda suele concentrarse en distintas marchas para llevar adelante sus reclamos.

La singular protesta, similar a las realizadas en Plaza de Mayo con productores que regalaron frutas y verduras, tiene como objetivo exigirle a la Cámara de Diputados bonaerense que apruebe el proyecto de Ley de Expropiación de la fábrica, para poder mantener los 200 puestos de trabajo.

El conflicto en la imprenta estadounidense Donnelley comenzó en 2015, cuando la compañía se declaró en quiebra y dejó sin trabajo a 400 personas.

La entonces presidenta Cristina Kirchner acusó a su accionista BlackRock de tener vínculos con los fondos buitre y anunció que le aplicaría a la empresa la ley antiterrorista, mientras que desde la firma acusaron al gobierno y a los sindicatos de haberse opuesto a las soluciones para evitar la quiebra.

Los directivos de Donnelley entonces se fueron del país, tras cerrar el establecimiento y presentaron su propio pedido de quiebra, despidiendo a la totalidad de planta.

Ahora, los trabajadores de la gráfica ubicada en Garín, Escobar, alquilan la planta al Juzgado de la Quiebra, donde producen manuales escolares, revistas académicas e impresiones para organismos públicos; pero dicho contrato vence el 30 de octubre y desde la cooperativa temen por la continuidad de la fuente laboral.

El próximo jueves, la Cámara de Diputados bonaerense tratará el proyecto de expropiación de la empresa Donnelley, para que sea adjudicada a la Cooperativa Madygraf.