Trabajadores del Emhsa denunciaron que debido a que el edificio “no tiene asistencia de ningún tipo” por parte de la sindicatura de la quiebra, los exempleados deben custodiar el estado de unas bombas de agua que funcionan en el cuarto subsuelo. Y de fallar, el policlínico “se inundaría en cuestión de horas”.

“El ex sanatorio se encuentra sobre una vertiente de napa abierta en el cuarto subsuelo del edificio. Algo que sucede en muchos edificios de la ciudad. Y antes de la quiebra, 4 bombas extraían 35.000 litros de agua por hora y controlaban la situación. Pero en los últimos meses una se rompió y quedan solo 2 máquinas y hay una tercera que se acciona de manera manual. Si esto no es monitoreado por exempleados, el edificio corre riesgo serio de inundarse”, aseguró Carlos Scipioni, uno de los trabajadores del Emhsa a 0223.

El hombre, que es uno de los 400 exempleados del policlínico, agregó que en el tercer subsuelo hay un tablero general de luz, y en caso de ser afectado por el agua, “al estar directamente conectado a la subestación de la Central 9 de julio, media ciudad se podría quedar sin luz”, advirtió.

“No tenemos ningún tipo de asistencia por parte de la sindicatura de la quiebra. Y no hay ningún tipo de autoridad pública ni privada a cargo. Estamos solos. Y necesitamos la reapertura del Emhsa”, concluyó Scipioni.