Desde que comenzó el conflicto toda la correspondencia y encomiendas estaban paradas, y mucha gente esperaba ansiosa la distribución de las compras realizadas en China a través de internet.

Los trabajadores semanas atrás se declararon en estado de alerta y movilización y realizaron un acampe frente a la sede central del Correo ubicada en avenida Luro y Santiago del Estero. El reclamo se inició por la extensión horaria laboral y siguió en contra de “amenazas” que a nivel nacional las autoridades del correo realizaron a los empleados para que trabajen más horas de las establecidas en el Convenio Colectivo de Trabajo.

El Convenio establece para los trabajadores postales 36 horas semanales de actividad. Sin embargo, desde 1998 en el momento de la privatización, comenzaron a trabajarse 48, con acuerdos por las horas excedentes a las 36 establecidas en el Convenio que fueron variando con el correr del tiempo. Sin embargo, desde hace seis años ese monto quedó congelado en $4,30 por hora.

Además, el conflicto se había incrementado cuando comenzaron los descuentos por las horas no trabajadas a partir de las medidas de fuerza. Durante el encuentro en el Ministerio de Trabajo lograron que les abonen esas sumas que les habían quitado.