Torturas, maltratos y hacinamiento en un centro de rehabilitación

Torturas, maltratos y hacinamiento en un centro de rehabilitación
Horas de mucha tensión se vivieron durante la tarde del jueves en una casaquinta de Del Viso cuando un grupo de personas, integrado por familiares y amigos, ingresó a la fuerza al lugar para rescatar a los internados de un centro de recuperación de adictos.
En la quinta funciona la Fundación Volviendo a la Esencia. Los familiares de los pacientes que estaban bajo tratamiento pagaban entre 8.000 y hasta 13.000 mil pesos mensuales, pero aparentemente no les brindaban el servicio que ofrecían a través de su página de internet.

Tras el rescate de los adictos en rehabilitación, que se produjo a la fuerza y con rotura de todo el mobiliario, una de las víctimas contó que el lugar era apto para 40 personas pero que allí se alojaban al menos 80.

Más tarde la policía confirmó que había 77 internados (diez de ellas mujeres), de los cuales 47 estaban en forma fija y los restantes recibían un tratamiento ambulatorio.

“Nos tenían a todos encerrados en un garaje, solo nos daban de comer sopa. No podíamos salir para nada. Nos hacíamos pis y caca encima. Vivíamos arriba de toda la inmundicia” declaró uno de los pacientes una vez en la calle.

Además de hacerlos vivir en una situación completamente precaria, lejos de las comodidades y asistencia médica que prometen a la hora de captar clientes, los familiares denunciaron que en el lugar torturaban a los pacientes física y psicológicamente. Que inclusive los drogaban y hacían todo lo posible para que no mantuvieran contacto con sus familias.

A su vez, otro de los internados narró otra historia desgarradora: un hombre de 50 años que sufría de asma murió por falta de aire y que nadie del lugar atendió los pedidos de auxilio del resto de los internados. “Cuando se dieron cuenta que se murió lo tuvieron un día ahí, no fue la ambulancia ni nada. Al otro día lo envolvieron en una bolsa negra, se lo llevaron y listo”.

Los familiares que se hicieron presentes en la casaquinta rompieron casi todo el lugar, incluyendo los autos que estaban allí estacionados.

Todo comenzó cerca de las 14.30 de ayer en una casaquinta ubicada a la altura del kilómetro 42,500 de la ruta 8 y la calle Los Horneros, del barrio Villa Del Carmen de Del Viso.

En el lugar se encontraban en tratamiento personas provenientes de distintos puntos de la provincia e inclusive del interior.

Karina, tía de una de las chicas internadas relató que el lunes último lograron rescatarla prácticamente por la fuerza, luego de permanecer internada durante cinco meses.

“La tenían prácticamente reducida a la servidumbre. No le dejaban ver a la familia y a ella le decían que su familia ya se había olvidado de ella”, relató a El Diario.

Por asalto

Pasadas las 14.30 de ayer al lugar llegó un colectivo con unas 50 personas que prácticamente tomaron la quinta por asalto y comenzaron a liberar a los internados.

A su vez provocaron destrozos en el lugar y ante las cámaras de Canal 9 mostraban las condiciones precarias en las que estaban los pacientes. A su vez también hubo agresiones hacia lo que se supone era el personal que trabajaba en el lugar.

Anoche, al cierre de la presente edición, el señalado como director del centro de rehabilitación, identificado por la policía como Cristian Seoane, se encontraba prestando declaración. La causa recayó en la Unidad Funcional de Instrucción Nº 1 de Pilar a cargo de Washington Palacios.

A su vez en el lugar se encontraban trabajando personal de Policía Científica y médicos, tratando de constatar las condiciones en las que vivían los internados.

En principio el lugar quedó clausurado en tanto que los pacientes iban a ser reubicados en las casas de sus familiares o allegados.

En el año 2010, el Municipio había clausurado el centro de rehabilitación de adicciones “Escuela de vida”, del barrio La Pilarica, ya que no contaba con habilitación. Antes había procedido de la misma manera con “Vencer para Vivir”, de Manzone, donde los inspectores detectaron falta de condiciones de higiene y hacinamiento de los pacientes.

El dato

Algunas versiones de familiares y amigos de los pacientes hablaban además de que en el lugar podría funcionar una secta y que además se practicaban ciertos ritos. Fuentes de la investigación señalaron que también se investigará esa posibilidad, aunque hasta el momento no había “nada en concreto”.

El altillo

Familiares de los internados señalaron además que en un lugar de la casa, más precisamente un altillo, había un grupo de internados a quienes mantenían atados. Todo en el marco de los supuestos maltratos psicológicos, físicos, torturas a los que eran sometidos los pacientes.

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