El último candidato a intendente por el peronismo de aquel distrito, Franco La Porta, reclama la renuncia de Joaquín De La Torre en el municipio, ya que considera que vencida la licencia como intendente –y ejerciendo funciones como ministro de Gobierno de la gestión Vidal- debería asumir como jefe comunal automáticamente o excusarse ante el Concejo Deliberante. De este modo se normalizaría la situación institucional de San Miguel.

El escenario es incierto, el distrito estaría en estado de acefalía o el ministro del Gobierno de Vidal, estaría cumpliendo una doble función (algo prohibido expresamente por el artículo 7 de la ley orgánica de las municipalidades).

Sin embargo, pese a la conocida situación y al reclamo de los ediles opositores en el municipio, el ex rugbier de Regatas Bella Vista, continúa en el gabinete de la provincia como ministro y el designado intendente interino, Jaime Méndez, ejerce como intendente mientras el Honorable Concejo Deliberante de San Miguel sigue de receso.

La Ley orgánica de las Municipalidades prevé que ante la destitución o renuncia del intendente,  al no haberse cumplido dos años  de su mandato, se debe convocar a elecciones  en 90 días. De La Torre no fue destituído, tampoco renunció a su cargo como intendente. Esta situación irresuelta impide que los vecinos de San Miguel cuenten con un jefe comunal surgido de la voluntad popular.