La topadora Capitanich: en dos meses corrigió rumbo y lidera un PJ movilizado

La topadora Capitanich: en dos meses corrigió rumbo y lidera un PJ movilizado

Coqui sacó a relucir que su capacidad de mando y su empatía con el electorado continúa intacto. De vuelta, tras su paso por la Casa Rosada, reconstruyó el tejido político que Chiyo había hecho trizas y espera un domingo muy tranquilo.

El gobernador Jorge Capitanich demostró que sus dotes de liderazgo y la capacidad para generar empatía con sus mandantes siguen intactas a pesar de haber retomado el control provincial en las postrimerías del actual período constitucional y luego de la hecatombe que significaron para el PJ los 16 meses de Juan Carlos Bacileff como jefe provisorio del Poder Ejecutivo.

El actual mandatario volvió a la provincia hace pocos meses, y en muy poco tiempo reconstruyó el tejido político que su reemplazante interino destruyó con la estrategia del barrilete sin cola. Chiyo Bacileff dejó al PJ al garete, sumido en una crisis sin precedentes que invitaba a predecir un desastre electoral en 2015, pero Capitanich dejó su cargo en la Casa Rosada y demostró que bajo su mando las cosas se pueden reencausar.

Hoy, el PJ se apresta a revalidar su condición de partido más votado del Chaco en las elecciones PASO del domingo 24 en un 90% la realidad de solidez política que demuestra se debe a la estrategia articulada por Capitanich, quien reestructuró las relaciones sociales, gremiales y empresariales de un Gobierno que pasó del descrédito a un presente de previsibilidad administrativa, apto para enfrentar los desafíos electorales sin flancos débiles.

El primer mandatario demostró su capacidad para recomponer la relación con la sociedad, luego del tsunami Chiyo, cuyo estilo de ejercer el poder será recordado como una mezcla hilarante del dictador de Costa Pobre (aquel entrañable personaje de Alberto Olmedo) y el Mariscal Tito.

Hoy Capitanich es una topadora de campaña. Se puso el partido y el Gobierno al hombro y enfrenta todos los desafíos con la convicción de que su poder de seducción pesará a favor del justicialismo en los tres o cuatro turnos electorales que se avecinan en la provincia.

Su reconocida cualidad ejecutiva luce potenciada en el año electoral y si bien se evalúan distintas alternativas para una postulación nacional que lo devuelva a las primeras líneas de la política nacional, el gobernador aparece comprometido con las necesidades de un justicialismo que depende de sus influjos positivos en la relación con el votante.

Coqui Capitanich es una marca registrada que le proporciona al PJ uniformidad en las acciones de campaña, con un candidato a gobernador que acepta su condición de ladero y secunda al mandatario en ejercicio con un criterio que es compartido por el resto de la dirigencia peronista: si las elecciones generales del 20 de septiembre se ganan, será gracias al esfuerzo descomunal del mandatario saliente.

Capitanich lo sabe y actúa en consecuencia, consciente de que la dirigencia nacional del Frente para la Victoria estará atenta a la performance electoral del PJ chaqueño, y que una vez plasmados en los hechos los pronósticos victoriosos que tapizan su mesa de trabajo, se posicionará como una figura potable para cualquier responsabilidad nacional en el próximo Gobierno central.

Ya se escuchó en su momento la hipótesis de un lugar en la fórmula para la Vicepresidencia como escolta de Daniel Scioli. Aunque la opción no convenció al chaqueño, el sólo hecho de que se lo haya considerado para completar la dupla del Frente para la Victoria como representante de la flor y nata del kirchnerismo demuestra que Capitanich en cualquier momento podría saltar a una candidatura nacional o, incluso, sudamericana, ya que también se baraja la posibilidad de que desembarque en el Parlasur, aunque nada es más funcional a su futuro político que atender la hacienda desde la Intendencia si es que logra imponerse en las elecciones del 18 de octubre venidero.

La desventaja de haberse puesto la campaña al hombro es, además del desgaste físico que representa el trajín de estos meses, la posibilidad de que los candidatos a los que trata de promover no estén a la altura de las circunstancias. El desdoblamiento de las elecciones de Resistencia saca a Capitanich del combate provincial y deja a la dupla del PJ conformada por Domingo Peppo y su hermano Daniel en condiciones de orfandad política.

Peppo contra Aída Ayala, sin la carga de carisma y la potencia política de Capitanich, podría verse más complicado de lo que espera en las generales. No obstante, cualquiera sea el resultado en la provincia, el gobernador actual dará batalla -al menos hasta ahora- en Resistencia porque sabe que al retener el territorio de la capital conservará un alto porcentaje de su poder actual, ya sea como el poder detrás del nuevo gobernador en ejercicio o como jefe de la oposición.

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