El ministro de Trabajo quedó muy golpeado por la difusión del audio de su charla con el ex titular de la Unión Ferroviaria José Pedraza, usado en el juicio oral por el crimen de Mariano Ferreyra. Hoy pegaba portazos en el ministerio asegurando que murió su última chance de ser candidato en las elecciones de este año.
En la escucha telefónica del 14 de enero del 2011, pocos meses después del homicidio de Ferreyra, queda en evidencia que Tomada tenía una relación fluida con Pedraza.
Tomada cree que luego de este episodio se murió su última chance de ser candidato en las elecciones legislativas de este año.
Ante el panorama político que vislumbran para los últimos años de mandato de Cristina Kirchner, muchos funcionarios del gabinete nacional están deseando ser candidatos a senadores o diputados para salir elegantemente del Ejecutivo.
Es por eso que Tomada esperaba salir del ministerio que ocupa hace 10 años para tener un tranquilo retiro en el Poder Legislativo.
Tomada cree que las grabaciones también le impedirán desenvolverse en un ámbito que ama: la universidad. El ministro mascullaba en las últimas horas que ya no podrá volver a dar clases puesto que los estudiantes lo van a castigar.
“Mis votantes son librepensadores y con este tema me quieren matar porque yo estuve diciendo que la charla con Pedraza iba en el sentido contrario y con esto quedo expuesto”, rezongó Tomada a sus colaboradores.
En el mismo sentido, la caída de Tomada también perjudicaría al filósofo de Carta Abierta Ricardo Forster, un hombre del ámbito académico a quien el ministro de Trabajo empujaba en el kirchnerismo porteño para que fuera candidato a senador por la Capital.
Además de Tomada, quien quedó expuesta es su viceministra Noemí Rial, a quien el ministro había metido en el freezer desde el caso Ferreyra. Hay otra grabación que deja expuesta a Rial, en la que la funcionaria le expresa su solidaridad a Pedraza.
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