Todos los sectores salen a la caza de los intendentes peronistas

Todos los sectores salen a la caza de los intendentes peronistas

¿Por qué los intendentes bonaerenses tienen tanto protagonismo y se han convertido en una suerte de botín político ya sea para el macrismo como para el massismo? El secreto está en que por primera vez en mucho tiempo, ellos mismos son sus propios jefes.

"No creemos en la teoría de los tres tercios. Es un escenario que le conviene a Sergio Massa, pero eso no se va a dar", reflexiona un importante operador político del oficialismo. Se refiere a los sondeos según los cuales Cambiemos, el massismo y el kirchnerismo pejotista se dividen por partes más o menos iguales la intención de voto para las elecciones legislativas del 2017 en la provincia de Buenos Aires.

El oficialismo sabe que ese sondeo es lógico, lo que no cree es que se mantenga el año próximo.

Siempre partiendo de la base de un contexto que no se transforme en una crisis económica el próximo año, Cambiemos salió al ruedo con una idea clara: cooptar, por derecha o por izquierda, intendentes peronistas. ¿Por qué los intendentes bonaerenses tienen tanto protagonismo y se han convertido en una suerte de botín político? Porque, por primera vez en mucho tiempo, son sus propios jefes. No tienen a nadie por arriba de ellos; llámese un gobernador bonaerense peronista o un presidente peronista.

Pero todavía los intendentes del Conurbano, sobre todos los "nuevos", no quieren de ninguna manera encolumnarse detrás de una boleta con Cristina Fernández o Daniel Scioli a la cabeza, ni tampoco de Massa.

En sólo diez meses, la gobernadora María Eugenia Vidal, a quien muchos ya llaman "la jefa", logró sumar a varios jefes comunales peronistas a Cambiemos, sin escalas: Manuel Passaglia (San Nicolás), Hernán Bertellys (Azul), Carlos Berterret (Coronel Pringles) y Jaime Méndez (San Miguel); este último de la mano de Joaquín de la Torre, ex jefe comunal de ese municipio y operador massista.

Esos casos podrían catalogarse como pases sobre la mesa. Pero, "por debajo de la mesa" hay negociaciones dinámicas con los barones del Conurbano (viejos jefes comunales del Partido Justicialista) y con la nueva liga de intendentes peronistas (los "nuevos").

La estrategia del oficialismo es repetir lo ocurrido en el 2009, cuando Mauricio Macri, Francisco de Narváez y Felipe Solá vencieron a Néstor Kirchner: cerrar acuerdo con los intendentes peronistas para que, sin dejar el Partido Justicialista y pasarse a Cambiemos, jueguen para el macrismo en las elecciones.

Listas vecinales

La mejor manera de hacerlo, y en ello está trabajando el Gobierno, es que los intendentes vayan con listas vecinales a los comicios. Ellos saben que necesitan dos cosas: fondos para mantener su gestión y ganar para consolidarse en sus respectivos Concejos Deliberantes, porque muchos de ellos, que vencieron a los Othacehé, los Cariglino, saben que el fantasma de sus antecesores sigue rondando el poder, por lo que "los nuevos" necesitan triunfar en las urnas y legitimar su poder territorial.

Con el monitoreo de Vidal, dirigentes como Jorge Macri o Joaquín de la Torre trabajan para armar un entramado de intendentes peronistas del Conurbano (que equivale al 67% del electorado bonaerense) que lleven a sus candidatos para los Concejos Deliberantes y dejen vía libre a los candidatos de Cambiemos para los cargos nacionales y provinciales. De esa manera, los vecinos recibirán, como ya ha ocurrido, un sobre con —por ejemplo— los candidatos de Mario Ishii (José C. Paz) al Concejo y los de Cambiemos al Congreso Nacional.

En el oficialismo insisten con su idea de que será Sergio Massa quien salga perjudicado a partir de la estrategia que están llevando adelante. "A esas encuestas que dan los tres tercios les falta una pregunta que instalaremos en la campaña electoral, dirigida a los vecinos: '¿Apoya el cambio que inició María Eugenia Vidal o no?'", se ufanan. La gobernadora ostenta una imagen positiva de más del sesenta por ciento.

Eso sí. En esa estrategia no tiene lugar Elisa Carrió como candidata a senadora o diputada por la provincia de Buenos Aires. Los armadores de la cooptación de los intendentes peronistas saben que si Carrió empieza a ventilar a los cuatro vientos las denuncias que viene recolectando contra varios intendentes peronistas, se acabó la estrategia.

Por ello, uno de los principales requisitos para que prospere la fórmula oficialista será convencer a Carrió, o que ella de motu proprio lo decida, de competir para las elecciones pero en la Ciudad de Buenos Aires.

Cada dos meses, un intendente se pasa a Cambiemos

En el foro de intendentes de Cambiemos desarrollado este viernes en Morón, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal presentó en sociedad a lo que fue una nueva incorporación a las filas oficialistas. Sumando también el arribo del ex massista Joaquín De la Torre al gabinete, quienes ya forman parte de estas reuniones son Hernán Bertellys -Azul-, Carlos Berterret -Coronel Pringles- y Jaime Méndez -San Miguel-. Todo, en los primeros 10 meses de gobierno.

Insaurralde no la ve a CFK como candidata en 2017

Ayer seguían generando ruido las declaraciones del intendente de Lomas, Martín Insaurralde, quien desestimó la posibilidad de que la ex mandataria se presente como candidata en las elecciones de 2017, y afirmó además que "el desafío actual del peronismo es volver a enamorar al electorado".

El lomense se muestra en los últimos tiempos “ambivalente” ya que pide por el arribo de Massa al PJ, y a su vez da elogios a la gestión de Vidal. Para algunos, la actitud de Insaurralde es entendida como un “efecto de cotización” con el que junto a la liga de los intendentes del grupo “Esmeralda” obtengan reconocimiento de armado que los posicione como candidateables con un sello político que aun no ostentan.

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