El jefe de la comisaría Departamental de Toay, Raúl Corintti, informó que el episodio ocurrió este mediodía en Boulevard Brown al 1.400, donde se domicilia la dueña del animal. Comentó que la propietaria le indujo el vómito al can, suministrándole agua oxigenada, un hecho que le salvó la vida. "El perro vomitó un pedazo de carne con veneno en forma de pastillas".

Enseguida, el perro fue enviado hacia una veterinaria donde lo pusieron a salvo.

La situación motivó una serie de averiguaciones policiales para tratar de dar con el responsable del ataque, pero en todos los casos resultaron infructuosas. "Buscamos testimonios entre los vecinos pero no lo conseguimos", admitió el jefe policial a Diario Textual.

El comisario manifestó que, lamentablemente, el envenenamiento de perros es una práctica que se volvió muy frecuente en Toay. Y por eso les recomendó a los dueños de mascotas que las mantengan en sus patios.

En tanto, en Facebook vecinos del barrio Lowo Che alertaron sobre otros ataques, entre los que citaron uno sucedido la semana pasada en Gaviota al 4.800 y otro anterior en Benteveo y Ñandú, donde habrían matado dos perros.

A través de la red social, los usuarios analizan la posibilidad de reunirse en el barrio para analizar medidas e incluso barajan la posibilidad de entrevistarse con el intendente Ariel Rojas.