Sin titular desde hace 6 meses y sin candidato, la Defensoría del Pueblo sigue acéfala

Sin titular desde hace 6 meses y sin candidato, la Defensoría del Pueblo sigue acéfala

Por la falta de conductor, la oficina no puede iniciar causar nuevas. El radicalismo asegura que el candidato no debe ser "un defensor del Gobierno". En Internet se inició una campaña para que se designe un candidato cuanto antes

"Defensa y protección de los derechos, garantías e intereses tutelados en la Constitución Nacional y las leyes, ante hechos, actos u omisiones de la Administración y el control del ejercicio de las funciones administrativas públicas". Su funcionamiento es clave para una democracia moderna y para un sistema institucional de división de poderes ordenado. Desde el 10 de diciembre de 2013, la Defensoría del Pueblo de la Nación se encuentra acéfala y su funcionamiento está en manos del secretario general. La compleja situación de la Defensoría genera que el ombudsman de la Nación no pueda iniciar nuevas causas. Los apagones eléctricos de diciembre de 2013 son un ejemplo de esto. Sin la Defensoría en condiciones, no se pudo presentar causas en contra de las prestadoras de servicios públicos.

"El Defensor del Pueblo es un órgano independiente instituido en el ámbito del Congreso de la Nación, que actuará con plena autonomía funcional, sin recibir instrucciones de ninguna autoridad", sostiene el artículo 86 de la Constitución Nacional. El complejo entramado político actual es el primer obstáculo para la designación de un nuevo ombudsman. "El Defensor del Pueblo tiene legitimación procesal. Es designado y removido por el Congreso con el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de cada una de las Cámaras. Goza de las inmunidades y privilegios de los legisladores. Durará en su cargo cinco años, pudiendo ser nuevamente designado por una sola vez. La organización y el funcionamiento de esta institución serán regulados por una ley especial", agrega la carta magna. Sin posibilidad de acuerdo entre oposición y oficialismo, la regularización del ente defensor es prácticamente imposible. Ni siquiera existe la posibilidad de un nombre y apellido que genere consenso. "Se necesita un defensor del pueblo, no del Gobierno. Hasta tanto no se de eso, no le vamos a dar los dos tercios", explicó a Infobae el senador y presidente de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz. "Hasta ahora el Gobierno sólo propuso eso, defensores del proyecto nacional y popular y no de los ciudadanos argentinos. Mientras sigan en esa posición no contarán con nuestra participación", agregó el senador.

Los dos últimos nombres propuestos por Balcarce 50 no convencieron. El rechazo fue tan grande que no se pudo ni siquiera iniciar un debate formal de discusión de los nombres. El primer candidato en la lista fue el ex senador, Daniel Filmus, al que al poco tiempo se le sumó el ex jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. Incluso, se manejó la posibilidad de designarlos como defensor y defensor adjunto. El kirchnerismo no tuvo quórum ni para iniciar una charla informal, pero el coqueteo con la UCR avanzó. En marzo de este año legisladores y representantes de la entidades no gubernamentales se reunieron en el Congreso para protestar por la acefalía de la Defensoría. En ese entonces participaron la senadora, Norma Morandini, los diputados radicales Ricardo Alfonsín y Miguel Bazze,Daniel Bugallo Olano, jefe del área de Legales de la Defensoría del Pueblo y las organizaciones Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP), la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y Poder Ciudadano. "La Defensoría del Pueblo tiene un rol constitucional demasiado importante como para que se encuentre acéfala y en situación de debilidad institucional hace 5 años", manifestaron los ONG.

Hasta 2009, la Defensoría estuvo conducida por Eduardo Mondino, que renunció para ser candidato a senador por Córdoba. El que se encargó de terminar su mandato fue el defensor adjunto, Anselmo Sella, pero su cargo venció el 10 de diciembre de 2013. Desde hace seis meses, la firma autorizada es del secretario general de la Defensoría, Carlos Haquim. El papel de Haquim es casi protocolar. La última semana firmó, en el medio de la pelea con los Fondos Buitres pidió evitar el "triunfo del lucro desmesurado y la desnaturalización del Derecho".

En Change.org ya se inició una campaña de recolección de firmas. "No a la elección a dedo del Defensor del Pueblo de la Nación. "Ayudame para que con tu firma, la Comisión Bicameral del Congreso designe de una vez por todas una persona que tenga el respaldo de ambas cámaras". A un año y medio de las presidenciales, todo indica que el defensor del pueblo llegará con un nuevo Gobierno. Mientras tanto, Haquim seguirá firmando declaraciones.

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