Tiro al blanco

Tiro al blanco
Y San Lorenzo va... Con un gran invento de Correa, le ganó 1-0 al duro Gremio y viaja a Porto Alegre con una buena ventaja, no sólo por el triunfo sino porque además mantuvo el arco en cero. Fiesta, otra vez, en el Gasómetro.

Y que no pare la fiesta. La Copa es para sufrir, generalmente para todos, nadie se salva. Y más para el Ciclón, que la tiene entre ceja y ceja desde hace tiempo. Ya atrás el sufrimiento para pasar de ronda, otra vez el Gasómetro estuvo en llamas en estos partidos que son mano a mano, jugados a mil, 180 minutos a todo trapo. Y hubo que transpirar, que alentar desde afuera, que meter adentro para doblegar al duro Gremio. Meter garra y meter la pelota, lo que hizo Correa en una jugada que no nació como chance de gol y que se transformó en el mágico 1-0 por el talento de la joyita: Angel reinventó una definición entre cuatro y andá a cantarle a Pelé. Y contra los de Porto Alegre, Alegre se fue San Lorenzo en la ida.

En Copa no te podés confiar y menos cuando hay que ir a definir a Brasil contra un rival rebelde, duro, sin tanta magia pero que va al frente. Lo importante es que San Lorenzo ganó y, de yapa, un dato no menor, mantuvo el arco en cero. Fue un partido áspero, que arrancó para gol rápido pero que se fue emparejando después del primer cuarto de hora y costó demasiado. Pocas chances de gol contra un Gremio que por momentos supo jugar a su ritmo y manejar la pelota, apenas un zapatazo de Matos y una de Cavallaro en el final. Fueron 90 minutos chivos, que se abrieron rápido en el segundo tiempo gracias al talento de Correa, que se inventó el gol que generó tranquilidad y seguridad.

A San Lorenzo le caía bien el 1-0 y mejor mantener el arco invicto, por eso con el 1-0 bajó el ritmo y el Gremio apretó. Y Bauza mostró que le cerraba con un cambio de esos polémicos, cuando salió Piatti para dejarle su lugar a Kannemann, manteniendo el sistema pero con nombres muy diferentes (Mas pasó como volante). Hubo nervios en un insólito tiro libre que fabricaron entre Buffarini y Torrico dentro del área, con la suerte de que Barcos la tiró por arriba. Y hubo alivio y fiesta en el final con esta victoria que no asegura nada, pero que es un pasito. Empatando o perdiendo por un gol en Porto Alegre si es que mete alguno, pasará a cuartos. Había que ganar y ganó.

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