Tinelli reparte choripanes en Bolívar mientras vela armas en la guerra con Macri

Tinelli reparte choripanes en Bolívar mientras vela armas en la guerra con Macri

Convocó a una choriceada para festejar con el intendente peronista Bucca otro título de su equipo de vóley. No quiere confrontar con el Gobierno, pero se guarda en la manga a su imitador presidencial.

 

El animador Marcelo Tinelli le puso calor parrillero a la guerra fría que mantiene con el presidente Mauricio Macri por la disputa de poder en el fútbol: este viernes, convocó a una choripaneada popular en la plaza principal de esta ciudad –su pueblo natal- para festejar, junto al intendente local, el peronista Eduardo “Bali” Bucca, el séptimo título de campeón de la Liga Argentina de su equipo de vóley. 

El gesto fue sutil pero fuerte: la larga fila de vecinos y vecinas esperando su sánguche de chorizo en el mediodía bolivarense remitió automáticamente a la batalla simbólica que libra con la oposición –fundamentalmente, con el kirchnerismo- el jefe de Estado, quien, en la noche del 1 de abril, tras la marcha oficialista a Plaza de Mayo, destacó que la manifestación se había concretado “sin micros ni choripán”.

Esta semana, el creador de Show Match se corrió del escenario político del fútbol renunciando a sus cargos en la Asociación del Fútbol Argentino y pidiendo licencia en San Lorenzo, donde ocupa la vicepresidencia. El empresario argumentó problemas de salud, pero, como informó Letra P, tras su retirada se escuchan los sordos ruidos de una batalla que perdió: el triunvirato que ahora conduce la AFA, integrado por Claudio TapiaHugo Moyano y Daniel Angelici, ejecutó un plan para vaciarlo de poder que tiene el sello del presidente de la Nación.

Tinelli, no obstante, prefiere no ir al choque con la Casa Rosada, al menos por ahora

Según pudo saber este portal, la idea de la choriceada fue de Tinelli, que, de hecho, se hizo cargo de la convocatoria. La noche anterior, fue la figura central de los festejos del título que obtuvo el equipo que fundó en el año 2002, ahora llamado Personal Bolívar, que le ganó 3-2 la serie final a UPCN y se convirtió en la franquicia más ganadora de la historia de la Liga. Y se mostró muy entusiasmado con la choriceada de celebración. Convocó al festejo popular a todos los presentes en el agasajo íntimo para los campeones que tuvo lugar en un salón muy bien servido y muy bien regado del coqueto Club Ciudad de esta localidad. Ahí, en un video casero que filmó a pedido de un hincha, hizo un llamado neustadteano: “No me dejen solo”, pidió. Antes, había grabado este otro spot que subió el intendente Bucca a su cuenta de Facebook:

 

A pesar del cuadro de estrés que esgrimió para explicar su renunciamiento a la dirigencia futbolera, al conductor se lo vio muy bien. En el estadio República de Venezuela, cuando Bolívar cerró un contundente 3 a 0 sobre “El Gremio”, casi saltó a la cancha desde la platea-palco que compartió con el alcalde, funcionarios municipales, su mano derecha Fabián Scoltore y el hermano de éste, Mauricio, que es el cura párroco de la ciudad, además de invitados especiales, como, por ejemplo, el ex tenista Chucho Acasuso. Y se mezcló en los festejos eufóricos de jugadores e hinchas. 

Más tarde, en la celebración íntima, dio un largo discurso en el que bromeó sobre sus problemas de salud. En medio del speech, se dirigió al médico del plantel y avisó: “Le traje todos los estudios para que los vea”.

 

UN ARMA CARGADA. En charlas con amigos de su pueblo natal, Tinelli no disimula su interés por la política. Sin ir más lejos, esta semana, su amigo el intendente dijo públicamente que, para él, el animador "algún día va a participar” en las ligas grandes de esa arena.

Por ahora, consciente de la híper sensibilidad que domina el año electoral, prefiere no confrontar con el Gobierno. De hecho, se excusó de hablar de política con este cronista. Pero está en guardia y tiene un as en la manga: el mes que viene arranca la temporada 2017 de su tanque televisivo y el comediante Freddy Pérez Villarreal está listo para saltar, si fuera necesario, al escenario del Gran Cuñado con su corrosiva imitación presidencial.

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