“Tierra arrasada” en cultura: Vidal deja un ministerio frenado y en virtual privatización

“Tierra arrasada” en cultura: Vidal deja un ministerio frenado y en virtual privatización

Cambiemos transformó en Ministerio el Instituto Cultural y se llevó puesta la tradición artística, pero también el patrimonio cultural de la Provincia. Acercarte y el Emergente fueron las únicas políticas de la gestión.

 Por: Eduardo Aller

El poco arraigo bonaerense que tuvo la gestión de María Eugenia Vidal encontró, quizá, como correlato o como síntoma más potente, el vaciamiento y abandono de la política cultural. La llegada de Alejandro “Conejo” Gómez como ministro del área fue funcional al giro de 180 grados que dio la cartera: se desestimaron los programas de mediano plazo para darle paso a los “eventos” y a los shows. 

En ese sentido, la decisión más profunda fue reducir al mínimo e indispensable el funcionamiento de todas las salas y áreas del Ministerio de Gestión Cultural y volcar el excedente a poner en marcha el "Acercarte", una serie recitales itinerantes por los municipios. 

Para eso, Vidal transformó -en agosto de 2016- en ministerio el viejo “Instituto Cultural”, creado por Felipe Solá en 2003. No se trata de un mero cambio de nombres: con esa decisión, Cambiemos borró de un plumazo el “Consejo para la Democracia cultural”, un órgano colegiado en el que dialogaban representantes de los trabajadores, de entidades culturales de la Provincia y de los municipios, y centró el proceso de toma de decisiones en el Ministro.

 

ACERCARTE, LA MADRE DE TODOS LOS NEGOCIOS

Según la información oficial, el "Acercarte" desembarcó en 128 comunas entre 2016 y 2019. La información disponible en la web oficial del Festival parece confirmar esas denuncias: ACERCARTE no se “acercó” a distritos gobernados por el peronismo K, como La Matanza, Avellaneda, Ensenada y Pehuajó. 

Tiene como objetivo, según se explica en su página web, “acercar más actividades artísticas y espectáculos de calidad a todas las localidades bonaerenses”. Justamente, es esa visión es la que más critican los empleados y funcionarios de carrera. La derogación de Instituto Cultural, además, dejó sin efectos los consejos consultivos zonales y regionales, donde se propiciaba la participación de abajo hacia arriba. Allí, subsecretarios o directores generales podían conversar y nutrirse de la mirada de secretarios locales. 

El “Acercarte” -al que luego se le sumaron tres fechas especiales del “Festival Provincia Emergente” en el Estadio Único de La Plata- se llevó, aproximadamente, entre el 35% y 40% del presupuesto total del Ministerio. Pero con una particularidad: prescindir del personal técnico y artístico de planta. 

Sólo tomando 2018, el “Acercarte” le costó al MGC 380 millones de pesos, el 50% de los recursos disponibles luego de pagar sueldos y gastos fijos. Demasiado quizá para destinar a al circuito de productoras privadas y bandas consagradas. El año pasado, Gómez tuvo $2.315 millones, de los cuales el 65 por ciento se destinó al pago de haberes. La del “Acercarte” terminó siendo una de las partidas más abultadas, superando la de “promoción de actividades culturales”, “gestión de teatros”, “difusión de la cultura a través de los museos” y “promoción literaria”. 

Cada “Acercarte” tenía una costo de entre $10 y 15 millones. Fuentes especializadas del sector admitieron que ese el precio de mercado de esos espectáculos, que hay que realizarlos con altos estándares de seguridad, técnica y sonido. El reproche pasa por no haber usado esos montos para fomentar los ámbitos comunales. 

El “Emergente”, copia del “Ciudad Emergente” que Gómez realizaba en CABA, tuvo otra envergadura. Cada uno podía haber llegado a costar hasta $50 millones. La lógica fue la misma: el derrame en la capital provincial fue nulo.

La centralización presupuestaria también barrió con la cuota que se destinaba a cada uno de las dependencias, para que cada responsable pudiese llevar a cabo acciones y medidas acordes a los objetivos de su sector. 

Vildal y Gómez también dejarán inconclusa una de sus promesas paritarias. La tercera etapa de pases a planta ya tenía la firma del Ministro pero se trabó cuando llegó a Economía. Se trataba de la normalización de 130 agentes de entre 5 y 15 años de antigüedad. La Gobernadora modificó el decreto y sólo rubricará una renovación contractual. 

UN EMBLEMA DESTRATADO

Para entender la magnitud del Teatro Argentino dentro del Ministerio de Gestión Cultural sólo es necesario decir que comprende al 50 por ciento de los recursos humanos de toda la cartera, unos 1.500 agentes sobre un total de casi 3.000. La mole de concreto de 9 y 51 es una ciudad con vida propia y son pocos los que que llegan a conocer todos su vericuetos. 

El Teatro tiene dos salas. La más grande es la reconocida internacionalmente “Alberto Ginastera”, con capacidad para 2000 espectadores y un escenario de 1.365 metros cuadrados. La segunda es la “Astor Piazzolla”, que tiene 300 lugares. 

Bajo el argumento de una remodelación, la Ginastera está cerrada desde noviembre de 2017. Nos obstante, la cantidad de títulos en cartelera entre  2016 y 2017 fue magra. El promedio anual de obras era, aproximadamente, 5 ó 6 para el Ballet y unas 7 óperas. Ese sería el número total por rubro de esta gestión. 

 

Justamente, la asamblea de trabajadores escribió el epílogo de la gestión vidalista con un lapidario resumen de lo que fue el accionar de los dos directores principales, Martin Bauer (Artístico) y Claudio Montemurro (Administrativo). “Nos vemos envueltos en una crítica situación que imposibilita el normal desarrollo de las tareas de la institución. Los aspectos no resueltos son alarmantes”, señalaron. 

INFOCIELO accedió a un extenso informe respecto del recurso humano y la infraestructura, elaborado por la “Comisión Intercuerpos de Trabajadores del Teatro Argentino de La Plata”. 67 páginas que detallan todas la carencias y deficiencias existentes. Además, evidencia cómo se destinaron, infructuosamente, cifras millonarias para solucionarlas. 

Aquí un breve resumen: 

-A pesar de haberse aprobado y firmado un desembolso de $121 millones para la Sala Ginastera, dichos trabajos no se han realizado. El plan de obra estaría estructurado en cuatro etapas, de las cuales sólo se llevaron a cabo el embellecimiento de la fachada, la impermeabilización de las veredas y el recambio de butacas.

-El telón se encuentra fuera de funcionamiento por desperfectos técnicos. También se adeuda la compra de un piso de rebote, específico para el ballet, ganado por un amparo grupal en 2018. 

-La estructura del foso de orquesta cede hacia abajo por falta de mantenimiento de los pistones y la entrada no posee iluminación alguna. Los camarines con alfombra seencuentran infestados de insectos, los baños habilitados se encuentran en pésimas condiciones de higiene y mantenimiento y los pasillos poseen filtraciones y hasta desprendimiento de cielorrasos. 

-Luego de tres años de reparación y la acción de tres empresas (Colombi, GEMICA e In York) y tres organismos provinciales (Infraestructura, Dirección de Arquitectura e Inspección de Obras) el sistema de aire acondicionado sigue sin funcionar.

-A pesar de destinarle $77 millones  (en concepto de “Completaciones termomecánicas del Teatro”), desde 2017 a septiembre de 2019 la calefacción no funcionó. 

-El sistema anti-incendio está actualmente sin provisión de agua; se desconoce si los regadores funcionarían aún con la provisión adecuada ya que no han tenido mantenimiento; el grupo electrógeno no cuenta con el suficiente gasoil; y en los subsuelos donde trabajan cuerpos artísticos y técnicos no existen luces de emergencia ni matafuegos actualizados. 

-El sistema de detección de fuego presenta serias dificultades operativas, debido a que la mayoría de los dispositivos (detectores) no han sido reemplazados y presentan fallas.

-Ni los cambios ni las reparaciones sugeridas en el sistema eléctrico, tras el chequeo de la empresa Schneider S.A., han sido llevados a cabo. 

-De los 6 ascensores para uso del público sólo funcionan tres. 

-El primer subsuelo es el área del teatro con mayores problemas de filtraciones. Los talleres allí ubicados no cumplen con las normas de seguridad ni poseen luminaria específica.

-En el segundo subsuelo, se visualizan filtraciones con oxidación de paneles y desprendimientos. Hay falta de iluminación artificial, limpieza y mantenimiento o arreglo de aberturas

-El tercer subsuelo, proyectado para albergar a los talleres que hoy funcionan en el primero, se encuentra inhabilitado y se utiliza como depósito.

-De los dos montacargas para trasladar escenografías y materiales de trabajo de gran tamaño y peso desde el cuarto subsuelo hasta el escenario de la sala Ginastera, uno no funciona y el otro lo hace con dificultad. 

-En el segundo piso, se visualiza una gran cantidad de filtraciones con desprendimiento de cielorrasos y luces de emergencia fuera de funcionamiento. 

 

El documento también hace foco en las condiciones laborales de todos los sectores (artísticos, auxiliares, de producción, de servicios generales, de relaciones públicas y de montaje técnico) y sintetiza la situación en tres puntos transversales a todos: falta de actualización salarial, de llamado a concursos para cubrir vacantes y recategorizar personal, y de entrega de materiales, insumos e indumentaria. 

Los cuerpos como el ballet, el coro y la orquesta, además, sufren de manera especial la inactividad y la falta de una programación de jerarquía.  Son 64 bailarines, 75 coristas y 104 músicos de excelencia que hoy no pueden realizarse. 

A pesar del reclamo de los gremios, se profundizó la tercerización de algunas tareas como el aseo. Por ejemplo, este portal también pudo acceder a uno de los contratos firmados por Francisco Baratta, el DGA de Gómez, con la firma de limpieza DIMALU SRL por 4 millones de pesos.

El Teatro Auditorium de Mar del Plata corrió la misma suerte. Con unos 250 empleados y siete salas, tuvo muy poca actividad y careció refacciones y puestas en valor. Sólo se vio beneficiado de manera tangencial por las obras encaradas por la concesionaria del Casino Central, ya que comparten la misma nave. 

 

ACEFALIA EN EL ARCHIVO HISTÓRICO Y EN LA DIRECCIÓN DE BIBLIOTECAS  

Con el decreto 345/19, del 17 de octubre, Vidal ajustó la estructura del MGC y consumó en la práctica lo que ya venía sucediendo en los hechos: cristalizó el descabezamiento y desjeraquización del Archivo HIstórico “Doctor Ricardo Levene” y la Dirección de Bibliotecas, ahora llamada de Promoción Literaria. Según el nuevo organigrama, sendos espacios ya no tendrán un director sino que pasaron a depender de la Dirección Provincial de  Museos y Preservación Patrimonial. 

En 2016, llegó al Archivo el profesor Guillermo Ruiz, oriundo Trenque Lauquen. A pesar de haber sido traído por Cambiemos, su nombramiento nunca llegó y quedó en el limbo de los asesores o coordinadores, con un contrato precario y sin firma. Aún así, logró que el lugar no se frene totalmente y siga cumpliendo su tarea histórica y educativa. 

La noticia de los cambios promovidos por Vidal generó repudios de todo tipo, desde la política hasta la Universidad Nacional de La Plata, en donde se pronunció el Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades. Un lugar que atesora documentos y materiales invaluables y únicos no puede carecer de una conducción especializada. Será seguramente una cuestión remedar por la próxima gestión.

En Bibliotecas, la situación fue más zigzagueante. Hasta hoy, hubo dos coordinadoras pero que no eran “del palo” y mostraron poco interés en hacer crecer el lugar. Esta Dirección tiene a  cargo la Biblioteca Central y la Biblioteca Braille. A pesar de tener 80 empleados, tiene sólo dos bibliotecarios porque los que se jubilaron no fueron reemplazados. La otra tarea sustancial es repartir los subsidios disponibles para las bibliotecas populares. En este caso, las beneficiadas pasaron de 500 a 400 y se desatendió el trabajo con la Red de Bibliotecas. 

LA COMEDIA Y EL TEATRO DEL LAGO, ABANDONADOS

La Comedia, la histórica compañía de Teatro bonaerense, también fue rápidamente decapitada. A meses de diciembre de 2015, perdió sus tres direcciones principales y abandonó las producciones integrales, que eran su razón de ser. 

Antes de la llegada de Cambiemos, el piso mínimo anual era de 6 producciones propias en La Plata  -su sede central- y 5 funciones semanales, 6 coproducciones en el interior de la Provincia para fomentar a los dramaturgos locales, y 6 producciones circenses. Lo nueva lógica dio paso a llenar la cartelera con paquetes cerrados. 

La peor parte se la lleva el Teatro del Lago del Bosque platense, el cual está totalmente abandonado y cada vez más vandalizado. Durante la gestión de Daniel Scioli, fue su último momento de esplendor: quedó bajo la órbita de La Comedia y se reactivó el taller de circo que allí funcionaba. Supo tener una agenda de nivel internacional y fue sede de festivales y recitales. Hoy sólo es usado por la orquesta de la Policía para ensayar. A pesar de la promesa de Gómez de lavantarlo, está cerrado con chapas y alambres. 

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