En el Müngersdorfer Stadion, Alemania se aseguró el primer puesto del Grupo C, llegando a las 25 unidades, inalcanzable para su perseguidor, Suecia, que con 20 se quedó ya con el segundo lugar. Irlanda, con 11, se despidió del sueño, y con una fecha por lugar nada se alterará en las posiciones.

Sólo una catástofe podía alejar a los bávaros del Mundial, y nada de eso ocurrió. Como local le marcó tres goles al equipo de Giovanni Trapattoni. Ya de arranque el local comenzó a imponerse, con apenas 12 minutos de juego Sami Khedira abrió el marcador tras un remate que se desvió en un defensor.

El segundo gol llegó tras un pase de Tony Kroos que aprovechó André Schûrle. Sobre el final el crack del Arsenal, Mesut Ôzil, completó la goleada cuando el tiempo reglamentario se agotaba, con una nueva asistencia del volante del Bayern Munich, Kroos. Poco pudo hacer el equipo verde con Kevin Doyle o James McCarthy, con un presente sin grandes figuras ni demasiada jerarquía.

El momento del fútbol alemán es determinante, el proyecto a largo plazo comenzado por Jurgen Klinsman y continuado por el actual líder, Löw, cristaliza un presente envidiable con una inagotable cantera de jugadores que atraviesan su mejor momento.

No sólo eso, sino que la mayoría de ellos se conoce, por estar jugando juntos hace tiempo en la selección, pero además por compartir equipo. Neuer, Boateng, Lahm, Kroos, Schweinsteinger, Götze y Müller son la base del multicampeón Bayern Munich. A ellos se le suman Hummels, Gundogan y Reus del Borussia Dortmund. La lista sigue con jugadores de primer nivel como Özil, Draxler, Schürle o Khedira.

Sin dudas, un tremendo equipo que aspira a lo máximo, quizá, en el mejor momento de la historia del fútbol alemán. Deberán demostrarlo en Brasil. Los esperamos.