Las terminales reclaman al BCRA la liberación de u$s2.500 M de utilidades

El mayor reclamo de las automotrices es poder girar divisas a sus países de origen, ya sea por distribución de utilidades o por cancelación de créditos con sus casas matrices, por las cuales acumulan demoras de u$s 2.500 millones en el último año, aunque no lo expresan en público por pedido del Ministerio de Economía. 

En la mesa de negociaciones, en cambio, las quejas pasan por las importaciones, pese a que son el sector que más habilitaciones recibe, razón por lacual solo dos de las empresas tiene superávit comercial.

Ejecutivos de distintas automotrices aseguraron a BAE Negocios que el Banco Central tiene pedidos para autorizar el giro de divisas por más de 2.500 millones de dólares solo este año, cifra que las terminales adeudan a sus casas matrices. A ese número se llego por el freno en el  giro de utilidades y por la devolución de los créditos que esas entidades les prestaron a sus filiales para poder importar insumos.

Si bien no hay ninguna legislación escrita que lo prohíba, las empresas dejaron de girar dividendos en 2011, a pedido de Guillermo Moreno.

Este año, en Economía ataron la autorización de comprar al exterior a las posibilidades de autofinanciarse como sucedía antes del arreglo con el Club de París. Ahora, las automotrices que pudieron cumplir con esa demanda reclaman que se les permita devolver esos préstamos a las casas matrices o a sus proveedores, pero el BCRA se los niega, dicen.

La respuesta del Gobierno es que podrían utilizar los dólares que ganaron en los últimos años para comprar insumos. Es que lo que preocupa a Economía es la escasez de dólares, y más de la mitad de los pedidos de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones (DJAI) que recibe la Secretaría de Comercio corresponde a este sector, que, al ser el más importante de la actividad industrial, es el que, en proporción, más autorizaciones recibe y más dólares gasta.

Con este dato, y con la caída de las exportaciones por la baja en la actividad de Brasil, solo dos empresas tienen superávit comercial, según datos de los trabajadores metalúrgicos. Volkswagen y Toyota, en menor medida, logran ganar en su balanza comercial con el exterior, mientras todo el resto tiene pérdidas importantes, compensadas con las ventas en el mercado interno.

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