Más de un tercio de los países en desarrollo sufren desnutrición y sobrepeso

Más de un tercio de los países en desarrollo sufren desnutrición y sobrepeso

El último informe de la ONU indica que más del 15% de la población sufre delgadez extrema, más del 30% retraso en el crecimiento y más del 30% de las mujeres presentan cuadro de debilidad.

No comer lo suficiente o comer mal. Cada vez más países de ingresos bajos o medios se enfrentan al mismo tiempo a la malnutrición y a la obesidad, denuncia un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este "doble yugo de la malnutrición" pesa en "más de un tercio de los países con ingresos bajos o medios" (48 de 126), alerta este informe de cuatro capítulos publicado en la revista médica británica The Lancet.

El estudio analizó las estadísticas para determinar en cuántos países en desarrollo se cumplen estas condiciones: más del 15 por ciento de la población sufre delgadez extrema, más del 30 por ciento retraso en el crecimiento, más del 30 por ciento de las mujeres presentan un cuadro de debilidad y más del 20 por ciento de la población padece sobrepeso. Estas condiciones se cumplían esta última década en 48 de los 126 países analizados, un dato que supera los 45 de los noventa, cuando se tuvieron en cuenta a un total de 123 estados. En la década a punto de concluir, 14 de los países con los ingresos más bajos se sumaron a esta lista, lo que en opinión de los expertos demuestra la prevalencia de la doble carga de la malnutrición en las zonas más pobres del mundo.

El África subsahariana, el sureste asiático y la región del Pacífico encabezan la 'lista negra' de la OMS, en la que se pone sobre la mesa "una nueva realidad de nutrición", en palabras el director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la organización internacional, Francesco Branca. "Ya no podemos describir a los países de bajos ingresos como desnutridos o decir que los de altos ingresos solo están preocupados por la obesidad", agregó. Una dieta de calidad es clave para el correcto desarrollo nutricional El ritmo al que cambian los distintos patrones alimentarios deriva, según el estudio, en que una misma persona pueda sufrir distintos cuadros de malnutrición en distintas épocas de su vida, lo que no hace sino disparar los potenciales riesgos. Pasar de una infancia marcada por la desnutrición a una vida adulta con sobrepeso eleva la posibilidad de padecer enfermedades no transmisibles como diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares o ictus. Además, la posibilidad de trasladar el cuadro de obesidad a la siguiente generación es mayor en el caso de madres que sufrieron carencias alimentarias en su infancia, advierte el informe. Los expertos coinciden en que una dieta de calidad es clave para el correcto desarrollo nutricional, empezando por potenciar la lactancia materna en los dos primeros años de vida, pero también llaman a tener en cuenta factores socioeconómicos o el cambio de patrones alimentarios.

Asimismo, también abogan por introducir en los programas de lucha contra la desnutrición enfoques destinados a prevenir el sobrepeso o la obesidad en el futuro. Según el informe, este "doble yugo de la malnutrición" afecta a cerca del 35% de los hogares en algunos países, con niveles particularmente altos en Azerbaiyán, Guatemala, Egipto, Comores o Sao Tomé y Príncipe. Branca señaló que cuestiones como "la mercantilización de los sistemas alimentarios" y "los crecientes patrones de desigualdad en todo el mundo" evidencian la necesidad "de una comunidad mas amplia de actores que trabajen en conjunto y de manera interconectada en un mundo global". Sin una "transformación profunda del sistema", advirtió, "los costes económicos, sociales y medioambientales de la inacción lastrarán el crecimiento y el desarrollo de los individuos y las sociedades en las próximas décadas". "Cambios sociales" Todas las formas de malnutrición tienen un denominador común: la incapacidad de los sistemas alimentarios de proporcionar una alimentación sana, segura, duradera y a un precio abordable a todo el mundo", explica el doctor Branca. Los autores del informe señalan las mutaciones que conoció el sistema alimentario mundial. El acceso a los alimentos y bebidas procesados, ricos en azúcares, grasas o sal hoy es mucho más fácil en cualquier parte del planeta. "La desaparición progresiva de los lugares donde se venden alimentos frescos, el aumento de los supermercados y el control de la cadena alimentaria por multinacionales en muchos países" son las principales causas, apunta uno de los autores, el profesor Barry Popkin, de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos).

La desaparición progresiva de los lugares donde se venden alimentos frescos, el aumento de los supermercados y el control de la cadena alimentaria por multinacionales en muchos países son las principales causas. A ello se suma la reducción de la actividad física en los países en desarrollo, debido a la mejora del nivel de vida. Según el informe, este "doble yugo de la malnutrición" afecta a cerca del 35% de los hogares en algunos países, con niveles particularmente altos en Azerbaiyán, Guatemala, Egipto, Comores o Sao Tomé y Príncipe. A veces, un mismo niño puede ser a la vez obeso y tener un retraso en el crecimiento debido a una alimentación demasiado rica en calorías y pobre en nutrientes (es por ejemplo el caso de la comida chatarra).

Para invertir esta tendencia son necesarios "cambios sociales mayores", concluye el informe que aboga por "nuevas políticas alimentarias que tengan como objetivo principal una alimentación sana". 

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