El tercero, que no es el vencido

El tercero, que no es el vencido

En el celular del joven había un video, en árabe, con amenazas contra el estado alemán y juramentos de venganza por la muerte de musulmanes. Al allanar su cuarto, la policía encontró material que puede usarse en la fabricación de explosivos.

El Estado Islámico reivindicó ayer su responsabilidad en el ataque suicida que un joven sirio refugiado perpetró el domingo en Ansbach, en el sudeste de Alemania. El hombre que se hizo explotar cerca de un festival de música pop había jurado lealtad al EI, en el segundo atentado cuya autoría asumieron los jihadistas en el país teutón en una semana. El grupo terrorista afirmó que el autor del atentado era uno de sus soldados, según la agencia Amaq, órgano de propaganda de la organización.

El gobierno de Angela Merkel, conmocionado por un nuevo posible atentado –el tercero en sólo una semana–, confirmó que el joven sirio que se inmoló había jurado lealtad al EI, lo que hace pensar que podría haber sido un ataque terrorista. “En el celular del hombre se encontró un video con una amenaza en árabe en la que, según una traducción provisional, anuncia un atentado contra Alemania en nombre del Islam”, anunció el ministro del Interior alemán de Baviera, Joachim Herrmann, en una conferencia de prensa.

El funcionario informó que el joven sirio, que también declaró su lealtad al líder de la milicia Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, juró en el video vengarse por la muerte de musulmanes. La agencia Amaq no dio detalles sobre el atacante ni sobre el atentado, como suele hacer al reivindicar la autoría en una operación de este tipo. El agresor detonó en la noche del domingo una bomba que llevaba encima en el centro de Ansbach, pequeña ciudad del estado federado de Baviera, ubicada a 200 kilómetros de Munich y 40 de Nürenberg.

La explosión ocurrió muy cerca de la entrada del festival de música al aire libre Ansbach Open 2016, evento al que asistían 2500 personas. Sólo murió él, pero 15 personas resultaron heridas. La policía informó que al allanar su cuarto, en un albergue de refugiados en Ansbach, encontraron materiales que podrían ser utilizados para fabricar bombas, como un bidón de nafta, ácido clorhídrico, pilas, alambres y pequeñas piedras redondas y lisas. Además, encontraron que tenía seis perfiles de Facebook, dos celulares y varias tarjetas SIM.

La autopsia reveló que el joven de 27 años tenía heridas de guerra en piernas y pies, algo que no necesariamente indicaría que se trataba de un combatiente ya que muchos refugiados sirios se escapan de su país después de ser víctimas de bombardeos o de quedar en medio del fuego cruzado de la guerra. El vocero del Ministerio de Interior, Tobias Platte, señaló que el joven que se inmoló en Ansbach había demandado asilo político en ese país europeo, hace dos años. Las autoridades negaron su pedido y ordenaron deportarlo a Bulgaria. El gobierno informó que el joven sirio intentó suicidarse en el pasado y que estaba en tratamiento psiquiátrico.

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