Al fin tenemos independencia en serio

Por Ricardo Roa

La Presidente dijo en Tucumán que lo que leímos en Billiken era mentira. El 9 de julio de 1816 no fue una fecha tan importante. Al menos no fue tan importante como la del 29 de junio de 1815, cuando sesionaron en otro congreso, el de Concepción del Uruguay, cinco provincias convocadas por Artigas.

No es la primera vez que el kirchnerismo cuestiona una historia para ellos amañada y se mete en otra más amañada aún. Ahora está lanzado a una campaña de desvalorización del Congreso de Tucumán donde pone a los “doctores porteños” en oposición a los caudillos populares liderados por Artigas.

Los dos fueron parte del mismo proceso de independencia, que aconteció después de muchos heroísmos y de muchas batallas y complejidades. Pero Cristina nos vino a contar que esos congresistas de Tucumán eran un grupo de miedosos y que si no hubiera sido por la presión de Belgrano no se habrían animado a declarar nada.

La Presidente tiene con Belgrano una fijación para ignorar al resto de los que se jugaron el pellejo. Dijo: “Dios mío, puso hasta lo que no tenía para lograr la libertad y la independencia de este suelo”. Es cierto: Belgrano no murió rico sino al revés. Una costumbre extendida en aquellos tiempos y extendidamente ausente en estos tiempos.

El revisionismo tiene sentido cuando se busca sacar a la luz hechos que han sido ocultados o deformados, nunca cuando se busca justificar hechos del presente. Eso no es revisionismo: es acomodar el pasado a las conveniencias políticas del momento. 

Dijo Cristina: “Podemos venir con la cabeza en alto a hablar de independencia en serio”. No dijo que en Tucumán no se declaró la independencia en serio pero dijo que recién ahora se puede hablar de independencia en serio. Dicho de otro modo: hemos pasado 200 años de independencia a medias, que ha completado felizmente el kirchnerismo. Hay una diferencia entre contribuir a la verdad histórica y tergiversar la verdad para usar la historia. Lo probó también allí, en Tucumán, el funcionario del Pensamiento Nacional Ricardo Forster.

Habló de “las dos independencias” y en referencia a la última dijo: “Sin dudas es a partir de la llegada de Néstor Kirchner que comienza la nueva emancipación con libertad e igualdad”. Después le dedicó unos palos a la oposición, “esa derecha cavernícola, retrógrada y oscurantista que se ha cosmetizado”. 

¿Qué le habrá pasado por la cabeza a Juan Manzur, el ex ministro y candidato a gobernador que lo escuchaba a su lado? Manzur es referente en Tucumán de la conservadora iglesia ortodoxa maronita. Todo en un mismo palco: el nuevo revisionismo, la impostura y la vieja política. 

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