Temer propone flexibilizar el trabajo

Temer propone flexibilizar el trabajo

Lo fundamental del proyecto oficial es la posibilidad de reconocer lo pactado en paritarias, aunque no se atenga a la legislación vigente, y que las horas semanales tendrían únicamente el límite de no sobrepasar las 220 al mes.

Para capear la crisis económica que atraviesa Brasil, a Michel Temer no se le ocurrió mejor idea que profundizar el ajuste. Ayer, junto al titular del Ministerio de Trabajo en Brasilia, el presidente brasileño presentó una propuesta de reforma para flexibilizar las leyes laborales, cuyo texto propone, como medida fundamental, reconocer lo pactado en negociaciones colectivas entre empleadores y empleados aun cuando esos acuerdos no se atengan a la legislación laboral vigente. Según la reforma, las horas de trabajo semanales tendrían únicamente el límite de no sobrepasar las 220 al mes. La propuesta, que será enviada al Congreso, también contempla la posibilidad de los trabajadores de partir en tres períodos sus vacaciones. “Brasil acaba de recibir un bello regalo de Navidad”, afirmó Temer, que calificó a las medidas como un impulso para la creación de empleo, en un país que tiene 12 millones de desempleados, una tasa de desempleo superior al 11 por ciento. 

El ministro de Trabajo, Ronaldo Nogueira, aseguró que la reforma tiene el potencial para crear cinco millones de empleos. “El texto propuesto fue discutido punto a punto con todas las partes implicadas, empresarios y trabajadores, y sólo los puntos consensuados fueron incluidos en el texto”, dijo. La propuesta es parte de los planes del gobierno de Temer para intentar superar la dura crisis económica en el país. 

Brasil, la economía más grande de América latina, cierra por segundo año consecutivo con un retroceso de más de tres puntos porcentuales de su Producto Interno Bruto (PIB). El Ejecutivo conservador consiguió hace unos días que el Legislativo aprobase una controvertida reforma constitucional para congelar el gasto público durante los próximos 20 años. Temer había señalado que la lucha contra la crisis económica sería la prioridad de su gobierno después de asumir la presidencia formalmente en agosto, tras la destitución de su predecesora, Dilma Rousseff. Entre otras medidas anunciadas están pendientes recortes en programas sociales y una reforma del sistema de pensiones.

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