"Es la primera vez que tengo que comprar leche desde que soy intendente". Fernando Gray gobierna Echeverría, municipio de zona sur, conurbano duro pero sin conos rabiosos que abundan en otros territorios. Ayer, en un diván colectivo, Gray contó que se quedó sin leche para entregar a familias vulnerables.
"Antes el problema era otro: me mandaban tanta que se me vencía", contó durante una juntada con alcaldes y legisladores nacionales y provinciales. Gray integra el club de los intendentes moderados, el G-12 que despega deCristina de Kirchner y opera en sintonía de diálogo con el mundo PRO. Por eso, su testimonio tuvo más volumen.
El episodio se ramifica sobre dos asuntos. Aumentó, en el conurbano, la demanda de alimentos. El fenómeno lo registran, también, los sacerdotes según un informe que llegó al Vaticano y lo admite, incluso, la ministra de Desarrollo Social nacional, Carolina Stanley, que autorizó aumento del 20% en la cantidad de raciones y validó, además, la incorporación de otros comedores y merenderos en la red de asistencia estatal. Así y todo, según lo que contó Gray, la ayuda no alcanza. A ese frente social se sumó otro factor que amontonó a las tribus del peronismo que, hasta el balotaje del 22-N, se alineó detrás de Cristina. Esa galaxia explotó en varios bloques legislativos y en clanes de caciques territoriales. Pero ayer, en Diputados, la demanda social y el impacto de los tarifazos volvieron a juntar los fragmentos. De Gabriel Katopodis, uno de los caciques del G-12, a Patricio Mussi, de los alcaldes más K; del sabbatellista Adrián Grana a Julio Pereyra; del neocamporista Eduardo "Wado" de Pedro a Leo Grosso, diputado del Movimiento Evita; de Walter Abarca, diputado rupturista, a Gervasio Bozzano, senador de JP que orbita en torno a José Ottavis. También Fernando Espinoza, Mario Secco (Ensenada), Mariano Cascallares(Brown), Carlos Kunkel, Edgardo Depetri, Marcelo "Patón" Torres y Leo Nardini, jefe de Malvinas Argentinas que ayer se sentó en la butaca de secretario de Juventud del PJ nacional.
El encuentro en el Congreso se produjo, de hecho, unas horas antes de que se reúna por primera vez en el Consejo Nacional del PJ que preside José Luis Gioja donde se repartieron las secretarías y se analizaron las medidas del Gobierno.
Entre todos esos bonaerenses estaba Máximo Kirchner, que no habló en toda la reunión, y en la foto final, donde varios ya no estaban -como Gray y Katopodis-, apareció a un costado, casi fuera de cuadro. Otro "colado" fue Andrés "Cuervo" Larroque, secretario general de La Cámpora sobre quien cae fuego ácido de los propios K. Ese sector es el que genera más resistencias, sobre todo por tensiones del pasado cercano con el cierre de listas y el manejo de cargos y espacios en los territorios. Pero, en 48 horas, dirigentes de la agrupación juvenil participaron de dos cumbres peronistas: del Consejo del PJ provincial anteayer y de la cita en el Congreso, ayer.
"Esto es, como decía Perón, unidad en la acción", explicó, ayer, un diputado del FpV sobre la juntada de esos espacios que están en disputa abierta en otros planos. Las demandas sociales, que dicen que el Gobierno no satisface, y el efecto de los tarifazos, produjeron ese acercamiento aunque de ahí al plano político y electoral falta un trecho largo. La primera medida es casi una juvenilia: juntar firmas en los distritos para presentar una demanda conjunta para limitar la suba de tarifas. En la letra chica hablan de pedir que los clubes de barrio, comedores escolares e instituciones sociales tengan la cobertura de la "tarifa social."
Matices
De hecho, aunque coinciden en el diagnóstico, son expresos los matices sobre cómo reaccionar: están los que piden cautela y negociación; y los que proponen casi una cruzada a sangre y fuego. "Queremos que al Gobierno le vaya bien", suele decir Martín Insaurralde y patenta la postura de ese sector peronista: tener una vía de diálogo abierta para conseguir recursos y obras para los municipios, mientras otros consideran que eso no ocurrirá y piden tener una postura más combativa como Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda.
Aunque la charla derivó hacia las urgencias sociales y el impacto de los tarifazos, el temario inicial era cómo plantarse ante el reclamo que inició María Eugenia Vidal para eliminar el Fondo del Conurbano, lo que generaría un ingreso de recursos adicionales a la provincia. Entre los intendentes dan por hecho que antes de las elecciones de 2017 habrá novedades sobre eso. Lo que los alcaldes y los legisladores quieren determinar es si se tratará de fondos coparticipables que entren en la distribución con los municipios o serán, como fue el Fondo del Conurbano, envíos directos que serán de manejo discrecional del Gobierno provincial.
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