Tarifas para invierno y verano y nuevo esquema de subsidios

Macri variaría los precios según la estación para moderar el consumo. Y habrá subas para los de mayores ingresos.

“Un taxi sale más caro que una boleta de luz”. La frase no pertenece a un referente de Cambiemos. Su autor es Miguel Bein, el principal asesor económico de Daniel Scioli y la pronunció varias veces durante este año. Eso muestra que hay consenso en que los actuales tarifas de electricidad en Buenos Aires están atrasadas. Por eso, una de las primeras medidas del equipo dedicado a cuestiones energéticas de Cambiemos será modificar el actual cuadro tarifario.

La quita de subsidios a los hogares no será drástica. Los cambios se irán aplicando por etapas, según le dijeron técnicos del futuro gobierno a ejecutivos del sector. Los sectores de menores ingresos –beneficiarios de planes sociales, por ejemplo – tendrán acceso a 150 kilowats-hora sin cargo. Eso equivaldría a cerca de $ 240 de consumo en las actuales tarifas.

Los precios que hoy cobran las distribuidoras –Edenor, Edesur, Edelap– no alcanzan ni para cubrir un 20% de sus costos. El próximo gobierno modificará esa situación. Establecerá nuevos importes para mayoristas –como Cammesa, la administradora de control estatal del sistema–, distribuidoras (las que llevan la luz a los hogares) y transmisión. Esos valores seguirán siendo regulados por el Estado. La situación es diferente en las provincias, donde las boletas de luz ya son más caras.

La próxima administración piensa en tarifas “estacionales”. La luz –y también el gas– tendrán un importe en verano y otro en invierno. De esa forma, se busca desalentar el consumo innecesario, que hoy se está dando porque las boletas (en especial en Buenos Aires) traen valores tan bajos que no pesan en el bolsillo. El 40% de los hogares paga $ 60 mensuales. La mayoría de esos clientes, según datos de las empresas, tienen poder adquisitivo para afrontar valores superiores.

La revisión integral de tarifas, un proceso en el que participan compañías y consumidores, será impulsada por el próximo Gobierno. En el caso de la luz, hay certeza que alcanzar los “precios de mercado” (es decir que los consumidores paguen, como mínimo, lo que cuesta llevar la luz a sus hogares) podría llevar toda la próxima gestión.

Para establecer los nuevos precios del sector, se necesita a los entes reguladores Enre (electricidad) y Enargas (gas). Hoy, esos organismos, que fueron pensados como independientes, responden al Gobierno. En Cambiemos quieren dotarlos de directivos profesionales, que conozcan la industria.

El Ministerio de Planificación dispone de más de $ 90.000 millones para subsidios a la luz. Pero en Cambiemos no saben cómo se utiliza ese dinero. Casi todas las eléctricas le deben cifras millonarias a Cammesa, que es la administradora del sistema, de control estatal. Todas las firmas del sector están complicadas. Lo que busca el próximo gobierno es empezar a destejer ese enredo. También están las compras de energía que realiza Enarsa. En Cambiemos quieren un diagnóstico sobre un estado de ambas estatales. Y piensan derogar una resolución (la 32/2015) del Poder Ejecutivo que autorizó compensaciones a las eléctricas para ayudarlas a sobrellevar el aumento de sus costos durante este año.

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