El lugar fue el mismo y también lo fue el entusiasmo y el fervor de la gente. Hasta el espectacular marco de público fue similar a aquella noche del 6 de enero, cuando sonaron los acordeones.
Bandoneones, violines, pianos, contrabajos, baile y voces de aquí animaron a las miles de almas que ocuparon todos los lugares que brinda el bondadoso espacio villamariense.
La cantante local Nelly Alvarado abrió con su voz las estrellas y las parejas de baile de Flor de Ceibo hicieron su primera entrada, contagiando a la gente que encontró el momento para hacer lo mismo.
La primera orquesta en ocupar el escenario fue Clave de Tango, con la voz de Rubén Romero y dirigida por Oscar Bravín.
Los músicos le rindieron un homenaje al inolvidable compositor Julián Plaza, autor de tangos que han quedado en el historia.
A Puro Tango presentó después su repertorio, con las voces de Roberto Sorial y Julio Martín, quienes además de sus interpretaciones individuales cantaron dos temas a dúo, estrenando “Pájaro ciego”.
El grupo tanguero villamariense festejó en la espléndida noche sus 20 años de trayectoria.
Simplemente Tango, con las voces de Andrés Ríos y Daniel Casale ganaron luego el escenario para darle continuidad a la gran fiesta del 2x4, extraordinariamente convocante.
A las 22.45 llegó al lugar el intendente de la ciudad Eduardo Accastello, para esperar a Raúl Lavié y entregarle un presente por su paso por Villa María.
Nadie se movía de sus lugares, ansiosos por escuchar al “Negro” y su quinteto. “Balada para un loco” y la genial interpretación de “La bicicleta blanca”, entre otros tangos más tradicionales, volaban por la nostalgia de la gente.
Lavié tiene historia y ha llevado el tango al mundo. Cómo no esperarlo en Villa María, a la hora que fuese. Subió al escenario a las 23.45 y comenzó con “A mi manera”.Había llegado una voz para emocionar y recordar Para aplaudir hasta la madrugada. Tango que me hiciste bien...
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