El tablero electoral bonaerense, dudas que crecen en torno a dos variables: la economía y Cristina

El tablero electoral bonaerense, dudas que crecen en torno a dos variables: la economía y Cristina

Vidal depende de la situación general y de la obra pública para fortalecer a sus candidatos; la oposición aguarda por la ex presidenta para definir sus jugadas

Venía ocurriendo de manera creciente en las últimas elecciones, pero este año promete ser récord: el tablero político bonaerense que arman oficialistas y opositores para las elecciones legislativas aparece repleto de incógnitas. No hay partido que pueda aseverar, hoy, cuál será su candidato. Y no se trata ya de una cuestión meramente estratégica: reconocen, unos y otros, que se trata de una imposición externa. Porque todas las dudas del tablero electoral en el principal distrito del país parecen atadas al devenir de dos piezas: la economía y Cristina Kirchner.

La economía definirá la suerte de Cambiemos y de la gobernadora María Eugenia Vidal más que ningún otro factor, reconocen en La Plata. Por eso celebraron la inyección de 25.000 millones de pesos anunciada por el Gobierno, pero no dejan de mirar de reojo las señales de ajuste que surgen de la Casa Rosada y el impacto que puedan tener en el conurbano. Principalmente, en la tercera sección electoral. Al sur y al oeste de la Capital, cada noticia impopular insufla el recuerdo y la imagen de la ex presidenta. Es donde peor miden Mauricio Macri, Vidal y los postulantes de Cambiemos.

 

Entre los resortes de la ecuación que Vidal sí puede controlar, la apuesta más clara pasa porque la obra pública se dispare y se haga visible en los próximos cuatro meses. De ahí el "reto" que recibieron en Lanús los 70 intendentes de Cambiemos, para agilizar las licitaciones.

"Lo que haga o deje de hacer «Lilita» es anecdótico frente a lo que pase con la economía y nuestra gestión", explicó un vidalista -el término ya es aplicable- a LA NACION, para mover del centro de la escena la elección del distrito por el que decida competir Elisa Carrió. La líder de la Coalición Cívica fijó domicilio en la provincia y priorizó las investigaciones sobre el sciolismo, pero todavía hay un abismo entre las encuestas que la miden en Capital y el conurbano.

Carrió le dijo a Vidal en la cena del jueves que anunciará su decisión en marzo. Mientras, la gobernadora seguirá alentando las apariciones y recorridas del trío conformado por Gladys González, Facundo Manes y Jorge Macri. "De allí puede surgir una síntesis, porque tres nombres es lo que demanda la elección: dos para el Senado y uno para encabezar diputados", dicen cerca de Vidal.

Hay quienes se animan a más: "Si Lilita se presenta va a haber internas en Cambiemos y el trío podría ser nuestra apuesta. ¿A quién crees que van a apoyar los intendentes de Cambiemos?", se envalentonan.

Jorge Macri cuenta a su favor con la promesa de Vidal, de 2015, de hacerlo candidato. Manes es el que mejor diferencial muestra en las encuestas. González, la que mejor se ajusta a la idea de una candidata que "remita" a Vidal que, en definitiva, asumirá el peso de la campaña.

González y Manes serían, además, los mejores candidatos si Cambiemos pone el eje de la campaña entre "lo nuevo y lo viejo". "Ellos podrían decirle incluso a Sergio Massa y Florencio Randazzo que son lo viejo", argumentan en La Plata. Si juega la ex presidenta, el eje "anticorrupción" de Carrió ganaría peso.

Cristina, clave para la oposición

Si la economía y la gestión definirán la suerte del oficialismo, nada altera más el panorama de la oposición que la decisión de Cristina Kirchner de ser candidata, o no, en agosto.

El primer impacto será, obviamente, sobre el peronismo bonaerense, que cerró 2016 con un discurso notoriamente distinto al de finales de 2015: ya casi no quedan dirigentes peronistas que digan que la ex presidenta deba permanecer recluida en El Calafate. Incluso quienes no la quieren de candidata y prefieren una renovación encabezada por Randazzo reconocen que podría ser vital su aporte en la campaña, sobre todo en los distritos más postergados.

Es más, los intendentes peronistas que no quieren volver a quedar sujetos a la conducción de la ex presidenta y, mucho menos, a los "mandados de los pibitos" de La Cámpora, empiezan a admitir que sólo hay chances reales de vencer al macrismo si el PJ se integra en un frente con los militantes camporistas, de Nuevo Encuentro y el resto de las organizaciones cristinistas.

El mensaje se repite desde esa orilla. La amenaza al PJ de un "frente ciudadano" que rompa filas con el partido se evapora. "Queremos un gran frente, ya nadie puede decir que el otro no es necesario", señaló un dirigente que dialoga con la ex presidenta y la describe como "super- activa" tras bambalinas.

Si no es candidata, los cristinistas tienen un problema: no hay heredero y Daniel Scioli nunca termina de convencerlos. Si es candidata, la duda se traslada a los peronistas renovadores: ¿se animará Randazzo a enfrentarla en una interna? "Florencio está para trabajar por la unidad del peronismo. Dividir es funcional a Pro", dicen en su entorno y auguran definiciones de último momento. Algunos intendentes se impacientan.

La incipiente -pero frágil- unidad entre peronistas y cristinistas que mostró el congreso del PJ bonaerense de diciembre fue una mala noticia para Massa, que en público menosprecia el valor de los sellos partidarios, pero, como Cambiemos, hubiera preferido un peronismo dividido para enfrentar y pescar aliados.

Su apuesta, de todos modos, está definida desde hace meses: conformar un bloque con Margarita Stolbizer y sus aliados (Libres del Sur y el socialismo) para explorar un camino del medio que, cada día, asume un discurso más opositor.

Su estrategia de fondo no cambia desde hace años: mantener su imagen lo más alta posible. El tigrense sabe que nada tienta más al peronismo que un candidato ganador. Por más que le desconfíen. La tropa del GEN comparte la estrategia: una Stolbizer bien parada en las encuestas podría ser una vía de escape para los radicales resentidos con Pro.

Massa y Stolbizer dicen que no quieren ser candidatos. Si Cristina lo es, no les quedará otra alternativa.

Tampoco el Frente de Izquierda escapa a las indefiniciones. El Partido Obrero sabe que su candidato es Néstor Pitrola, pero el PTS todavía maneja tres nombres: Myrian Bregman, Christian Castillo y Nicolás del Caño (mendocino, pero con domicilio en Avellaneda). En ambas fuerzas prevalece la idea de lograr una lista de unidad y evitar una interna.

Como Cambiemos, están más interesados en la economía que en Cristina, aunque su pronóstico económico es diametralmente opuesto.

Comentá la nota