Tabaco: sombrío final de cosecha en un escenario de conflicto

Tabaco: sombrío final de cosecha en un escenario de conflicto
El presidente de la Cámara del Tabaco de Jujuy, Pedro Pascuttini, aparece como el pato de la boda capaz de lavar los pecados de la conducción política del sector, que desde bambalinas maneja el vicegobernador Guillermo Jenefes.

Lo que despertó suspicacias respecto a la situación del presidente de la Cámara, han sido algunas editoriales que desde los medios controlados por Jenefes, pusieron de manifiesto con clara sobreactuación, los “injustos pedidos de cabeza de Pascuttini” que se escuchan en el sector tabacalero.

La salida de Pascuttini podría descomprimir la tensión y dejar a salvo al vicegobernador de las responsabilidades que le cabe a la conducción tabacalera en este tema.

Como cortina de humo fue elegido el viejo truco de culpar de todos los males a los dirigentes tabacaleros salteños y señalarlos como sospechosos de realizar maniobras poco transparentes para sacar ventajas, en sólida asociación con el Gobierno de la vecina provincia. El argumento parece poco consistente, si se tiene en cuenta que los salteños saben de buena tinta que no debe escupir para arriba, si quiere mantener en orden a su tropa.

Bueno es recordar que por estos días los productores salteños llevan acumulados algo más de 74 millones de pesos del Fondo Especial del Tabaco, contra sólo 40 millones que el Ministerio de Agricultura de la Nación destinó a Jujuy, con el agravante de que la recaudación al 19 de febrero de 2014 se eleva a 399.898.464 para las provincias, cifra de la cual Jujuy debería estar percibiendo un 34 por ciento, lo que equivaldría a unos 136 millones de pesos.

Hechas las cuentas, resulta fácil comparar la eficiencia de la Cámara del Tabaco de Salta frente a la de Jujuy, a la hora de gestionar los recursos que les corresponden a sus asociados.

Para complicar aún más el panorama, dos de los acopiadores instaladas en Perico cerraron sus puertas, dejando sólo a la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy para absorber los últimos kilos de la cosecha, pagando nominalmente sólo el 50 por ciento del valor del tabaco, cifra que se reduce sustancialmente luego del pago de impuestos y el descuento de insumos que los asociados usaron en la producción.

Otro tema que levantó algunas de las ampollas más dolorosas en el sector, fueron las inspecciones de la Dirección de Trabajo y la AFIP, que culminaron en algunos casos con productores con los dedos pintados en alguna comisaría y la triste imagen de los chicos explotados en las fincas jujeñas y salteñas.

Si bien el trabajo infantil no tiene justificación alguna y debe ser férreamente combatido y condenado, llamó poderosamente la atención el hermetismo guardado por la Cámara del Tabaco de Jujuy, ante las faltas de sus asociados.

El ambiente se torna más denso puertas adentro de San Martín 832, donde se comienzan a escuchar algunas voces disonantes, que no se manifiestan de manera directa, sino en forma de quita de colaboración y filtrado de información -aseguran algunos- más allá del Río Las Pavas.

A esta altura del año, la definición del precio del tabaco no podrá sanar las heridas provocadas a gran parte de los medianos y pequeños productores de tabaco. Sólo les queda lamerse las llagas y esperar que la conducción gremial del sector encuentre la brújula que los devuelva al camino del progreso.

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