El año entra en su último trimestre y se esperan definiciones desde Economía y el Banco Central sobre la senda que transitarán tasas y tipo de cambio con un doble desafío: moderar la recesión y evitar una espiralización de precios que empiezan a subir por encima del 40%. Los gremios, por lo bajo, ya empiezan a pedir sumas fijas a fin de año para compensar la caída, con empresas en alarma por caída de la actividad. El Gobierno, en tanto, mantendrá el financiamiento con la emisión. “No se puede recortar el déficit fiscal”,reconocieron, en la antesala del fin de año y el 2015 electoral, y ponen un signo de pregunta sobre la inflación de fin de año como determinante del clima social.

Las expectativas de aumentos de precios, en tanto, se recalentaron para el final del año, según la Universidad Di Tella, que detalla que de estar estables en el 30% saltaron al 35% en septiembre para los próximos 12 meses. Las mediciones del Indec –que entraron a fin de septiembre en la última etapa de revisión del Fondo Monetario Internacional– dejan una suba de precios del 30% para el año mientras que las cifras privadas volvieron a despegarse a más del 40%. Y en la recta final del año estacionalmente la inflación se recalienta, lo que deja expectativas de hasta 43%.

Para evitar subas extraordinarias, el Gobierno volverá a renovar acuerdos como Precios Cuidados, pero el aumento es inevitable y rondará el 5%, que se suma también al aumento de las tarifas de telefonía celular en octubre.

Hasta septiembre, según datos del Isepci, los precios de la canasta de alimentos aumentaron 3,16% en el mes (con aumentos más agudos en carnicería y verdulería) y 40,83% en lo últimos doce meses. En ese contexto, los salarios siguieron por debajo de la inflación, lo que lleva a algunos gremios a comenzar a plantearse el reclamo de una suba fija mientras que entre los gremios estatales apuntan a la reapertura de paritarias. Las empresas, por su parte, argumentan pérdida de rentabilidad y aseguran que no habrá plus de fin de año, con lo que podría haber conflictos gremiales en puerta.

La caída de poder adquisitivo golpea el consumo, que el Gobierno intentó reactivar con planes como el Ahora 12 de cuotas para evitar mayores caídas de actividad. En los primeros ocho meses, según la consultora de Orlando Ferreres, la actividad acumula una baja del 1,6%. Según la consultora Management & Fit, “este año sostener el modelo a base del consumo es muy difícil, el motor perdió mucha potencia”.

Freno o impulso. En el medio, el Banco Central debutó con un piso a las tasas de plazos fijos para captar pesos y mejorar las condiciones de ahorro en moneda local para desarticular la avidez por el dólar. De la misma forma, podrá “usar las herramientas que le dio la Carta Orgánica para poner en marcha una tasa fragmentada para producción”, señaló el economista de la Gran Makro, Agustín D’Attellis.

Los trabajadores estatales y docentes mantienen el reclamo de reapertura de paritarias. La CTA de Pablo Micheli, en tanto, postergó las medidas de fuerza previstas para octubre y decidió convocar a una jornada de protesta el 20 en noviembre. “El pedido de reapertura de paritarias se está generalizando entre los gremios que quedaron más retrasados en sus aumentos”, sostuvo el secretario adjunto José Rigane. Desde el sindicalismo oficialista, el secretario general del Suteba, Roberto Baradel, también habló de“reapertura” esta semana y, en off, los dirigentes de las dos centrales más cercanas al Gobierno ya están planteando la posibilidad de negociar un bono. El martes, en el plenario de la CGT de Hugo Moyano, “se debería definir un paro general”, según el titular de la Fraternidad, Omar Maturano, aunque su posición no es compartida por todos gremios.