La ejecución y puesta en marcha de obras, gran parte de ellas esperadas por los rosarinos durante muchos años, es el eje sobre el que el intendente Gustavo Solís determinó seguir en su gestión al frente de Rosario de la Frontera.Bajo esa consigna, direccionó los recursos presupuestarios y seleccionó como prioritarios aquellos sectores que remarcó como impostergables. Es el caso del pavimento que inauguró la semana pasada en villa Josefina y este fin de semana en villa Manuela.En este caso, se trata de uno de los barrios más antiguos de la ciudad, que tiene aproximadamente 300 familias y que, desde hace muchos años, pedía la pavimentación.Villa Manuela es el sector que divide la ciudad y está a solo dos cuadras de la parroquia Señor y Virgen del Milagro, que celebra anualmente la FIESTA PATRONAL como en Salta. Toda la barriada colabora con esa iglesia durante el año, por lo que se trata de una comunidad muy conocida por los rosarinos."Quiero destacar la cordialidad, amabilidad y participación de los vecinos, porque de esta manera las obras tienen otro tinte", dijo el intendente Solís en el brindis que compartió con esa vecindad del popular barrio, que lo sorprendieron con una fiesta cuando concurrió a inaugurar la obra.Acompañado por los funcionarios de su gabinete, habilitó dos cuadras de pavimentación de la calle Canton, trabajos que se extendieron a lo largo de 230 metros aproximadamente y abarca desde la avenida Sarmiento hasta la calle 25 de Mayo.Las tareas también corresponden al plan de pavimentación acordado entre el municipio y los vecinos, que agradecieron al jefe comunal por la obra anhelada desde hace muchos años. Solís aseguró en la oportunidad que continuará trabajando para mejorar la calidad de vida de la gente, con obras que fueron relegadas y hoy deben tener respuesta.Por otra parte, en la tarde de ayer el gabinete concurrió a la gran kermes juvenil y disfrutaron de las especialidades de 18 maestros pizzeros.