"Sufro la inflación como cualquier argentino, pero vamos a estar cada día mejor", dijo el presidente del Banco Nación

Entrevista con el titular del Banco Nación, Carlos Melconian.

"Soy un animal de la competencia", se definió el presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, para dejar de lado el impacto que puede tener en la institución que dirige la opción que tienen ahora los empleados de elegir cualquier entidad bancaria para cobrar sus sueldos. La medida, adoptada recientemente por el Banco Central, también comprende a los miles trabajadores de la administración nacional, que eran clientes cautivos del banco público.

Melconian participó ayer en Salta de una jornada empresarial organizada por la Cámara de Comercio e Industria provincial y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios. Visitó, además, la sede local del Banco Nación, donde dialogó con El Tribuno.

¿Cómo avanza la línea de créditos para comprar viviendas que implementó el banco?

Muy bien. Tenemos 700 bocas de expendio y 20 mil empleados, que más allá de los problemas históricos y permanentes que tenemos en algunas zonas con respecto a llegar bien, cómodo y con atención a la gente, se hizo un giro de 180 grados en garra y pasión y lo estoy viendo en cada lugar donde voy. Además que el producto es muy bueno, se junta que la demanda de vivienda en la Argentina es un hecho histórico. El Presidente nos pidió que trabajemos en llegar a la gente y es lo que estamos haciendo, para que la rentabilidad del Banco vuelva a la población.

¿Cuántas personas se sumaron a los préstamos?

Tenemos 30 mil solicitudes. Entre los préstamos que ya entregamos, lo que están en el escribano y lo que están buscando casas ya hay dos mil. En las 24 jurisdicciones del país hay pedidos. Las solicitudes son acordes a la proporcionalidad habitacional y geográfica del país, primero Buenos Aires, segundo Capital Federal, etcétera. Pero lo importante de todo esto es que corrió como un reguero de pólvora, que no quedó como una cuestión elitista concentrada, sino bien federal.

Para acceder a un préstamo de 800 mil pesos, que es el monto más solicitado, se pide una masa salarial de ingresos más o menos de 35 mil pesos, pero la crisis habitacional afecta sobre todo a familias que están lejos de ese monto, ¿cómo se puede llegar a la franja poblacional más crítica?

Lo primero que hemos visto para ese sector es poder juntar a la madre, al padre y al hijo en término de codeudores. Con que ganen 11 o 12 mil pesos cada uno y si suman los tres ya son 35 mil pesos y por supuesto que en la medida que la economía se monetice, que el banco gane nuevos clientes y tengamos más fondos y podamos bajar y prestar más, lo iremos haciendo. Nos concentramos en el segmento llamado clase media y jóvenes, hasta ahí nos da el cuero. "Mucho abarca, poco aprieta", decía mi vieja, así que en la medida que podamos vamos a ir avanzando.

¿Qué ayuda tienen para las pequeñas y medianas empresas?

El mejor crédito que estamos ofreciendo para las pymes es el productivo, al 22%. También tenemos para capital de trabajo y cuando hemos podido lograr con otros estamentos públicos, como el Ministerio de Agricultura o el de Producción, que ellos aporten algún subsidio a la tasa, nosotros seguimos cobrando el 22% para que el banco no pierda plata y otros organismos devuelven el subsidio al tomador de crédito. 

¿La caída en la actividad de las pymes repercutió en el movimiento de préstamos para ese sector?

Nosotros estamos transformando esa inercia del amesetamiento de los últimos cinco años de Argentina en una oportunidad para el Banco, porque en un esquema donde la demanda de crédito no creció, hemos aumentado los préstamos, así que le estamos sacando a alguien, evidentemente.

¿Cómo está la relación con el Banco Central, que dispuso un sistema de préstamo distinto al que usted implementó, que es único entre el resto de las entidades?

La relación es impecable. No competimos con el Central, porque no da crédito, es un organismo rector y dentro de un país con historia inflacionaria como Argentina encontró la UVI (Unidad de Vivienda) que puede ser el CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia) de otro momento. El resto del sistema bancario adoptó dar crédito hipotecario atado a la inflación en lugar de una cuota fija. Nosotros tenemos cuota fija, más la posibilidad de codeudores y de que al cuarto año la cuota no puede incrementarse más que el aumento salarial. Esto le da seguridad a la gente y este banco se conforma con no perder plata, aunque gane poco. Estamos compitiendo. Sabes cuál es el problema, cuando uno lleva en la sangre la libertad de elegir, para mí estos no son problemas. 

Llama la atención que justamente el banco público tenga un sistema distinto al que se dispone desde el Estado.

Pero no es por banco público, si yo hubiera sido presidente hoy de un banco privado nadie me hubiera cambiado la forma de pensar para este período de la Argentina. Ahora si vos me dijeses que la inflación anual es cuatro por ciento por año yo también iría al crédito por vía de UVI, pero bueno, la esperanza es que algún día se junten los sistemas de préstamos. Acá lo importante es cumplirle al Presidente, si le va bien, le va bien a todos.

¿En cuánto afecta la decisión del Banco Central de permitir a los empleados elegir sus entidades para la cuenta sueldo, ya que el Banco Nación tenía como clientes cautivos a los trabajadores de la administración nacional?

En ninguna, yo soy el anticautivo.

Está de acuerdo, entonces, con esa medida...

Con todo lo que sea competencia, porque yo soy un animal de la competencia y quiero bajar esa línea a la gente del Banco. Vos te crees que si a la gente le das un pésimo servicio porque esté obligada se tiene que quedar, eso pasa en Venezuela, eso es el comunismo, eso es la socialización. Nosotros somos anti eso. A esas cosas se la combate con competencia. Entonces cada empleado del banco tiene que tener la garra y la pasión, y nosotros que somos sus directivos tenemos que estar a la altura de la circunstancias para competir con cualquiera. Esto es como una olimpíada, vos tenés que ir a obtener cada vez más medallas, y en ese camino estamos."Obligar a la gente a quedarse en un banco pasa en Venezuela, eso es comunismo, eso es la socialización. Somos antieso". "Obligar a la gente a quedarse en un banco pasa en Venezuela, eso es comunismo, eso es la socialización. Somos antieso".En cuanto a competencia, ¿Cuáles medidas se adoptarán para mejorar la atención al cliente? En Salta, por lo menos, siempre hubo quejas al respecto...

Primero, en salvaguarda de nuestros empleados y nuestro lugar físico, con mucho orgullo lo digo, pero hemos recibido entre seis y siete millones de compatriotas por planes sociales y jubilados. El resto del sistema, como no puede hacer muchas veces un negocio, enchufar una tarjeta, entonces no los quiso atender y los ha recibido el Banco Nación. Nosotros tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Estamos trabajando con anexos especiales. No es fácil atender tanta cantidad de gente, pero tenemos en la cabeza, para el corto plazo, algunas medidas muy fáciles de carácter tecnológico que nos van a ayudar un montón, las vamos a anunciar el año que viene.

¿Puede adelantar algunas? 

Va ser con un simple teléfono el que compre o cobre un plan y el jubilado sin hacer cola va poder cobrar, pagar y demás trámites. Vamos a eliminar la corrupción que siempre ha rodeado a todos esos presupuestos, y sin moverse de la casa, como ocurre en otros países latinoamericanos, van a poder acceder al cobro de la asignación o la jubilación.

¿Qué análisis hace sobre la inflación en el país? Entiendo que es reacio a hablar de ese tipo de temas económicos desde que está en el Banco Nación.

Es que no tengo tiempo para dedicarme al tema económico. La inflación la sufro como cualquier argentino, pero ya lo ha dicho el Presidente, vamos estar cada día un poco mejor.

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