La Villa Deportiva fue uno de los proyectos que el ex gobernador Francisco Pérez fijó como prioritarios para su gestión. Tanto es así, que soñaba con dejar la gobernación cortando la cinta del enorme edificio emplazado frente al Parque Aborigen. Sin embargo, no sólo no pudo concretar su ilusión, sino que según los cálculos esgrimidos por el subsecretario de Infraestructura, Daniel Chicahuala, al menos queda un año para terminar con los trabajos de esta obra de proporciones descomunales.

De los 319 millones de pesos que inicialmente se presupuestaron para erigir este edificio deportivo, a fines de julio del 2015 el monto se actualizó a 447 millones de pesos. Sin embargo, desde la gestión de Alfredo Cornejo aseguran que esa cifra superará los 624 millones de pesos. A su vez, cuestionan que la selección de la empresa proyectista, Paoletti-Bocanegra, haya sido por contratación directa y no mediante el debido proceso licitatorio.

Si bien Chicahuala criticó los trabajos realizados y aseguró que muchas terminaciones están mal hechas y existen serios defectos de planificación, aseguró que a nivel estructural no hay inconvenientes y las obras seguirán en proceso. "No se puede parar una obra con este grado de avance", explicó el funcionario, que calificó a este emprendimiento como "importante, pero no urgente".

De esta manera, advirtió que habrá que esperar al menos hasta fines del 2016 para inaugurar el estadio, mientras que el lapso será aún mayor para terminar con obras complementarias relacionadas a estacionamiento, ingreso y servicios.

Peor que no hacer, es hacer mal

Durante una extensa conferencia de prensa, el funcionario de Infraestructura se dedicó a enumerar los defectos que encontraron en una primera recorrida por las instalaciones en construcción. Muchos de ellos, como las terminaciones mal realizadas, deberán ser enmendados por la propia empresa constructora. Sin embargo, también detectaron errores que no estaban contemplados en el proyecto original, y que deberán corregirse mediante obras complementarias pagadas por el Estado.

Un ejemplo de estos errores "no subsanables" es la falta de previsión respecto a los servicios de energía eléctrica, cloacas, gas y agua. La nueva gestión tendrá que invertir cerca de 53 millones de pesos para enmendar esta omisión. Además, Chicahual advirtió que el proyecto original solo contempla un ingreso para todo el estadio, lo que no sólo es poco practico para acceder a los lugares designados, sino que puede ocasionar problemas en el egreso de espectadores.

En este sentido, el subsecretario que trabaja a las órdenes de del ministro Enrique Vaquié advirtió que este no es el único indicio de que no se planificaron con conciencia las medidas de seguridad de la Villa Deportiva. "Los escalones son angostos y el pie de una persona los excede", ejemplificó Chicahuala, que a su vez criticó la extrema inclinación de las gradas.

Del mismo modo, señaló que circular entre los asientos es imposible, ya que al sentarse los espectadores, se bloquea por completo la zona de tránsito debido a que no hay espacio suficiente en los corredores.  Además, dijo que sólo hay barandas de contención en la tercer bandeja, mientras que en la segunda no fueron planificados pese a que se encuentra a una altura riesgosa.

Por todo ello, aseguró que pedirán el concejo de terceros especializados en este tipo de edificaciones para encontrar la mejor manera de corregir estos inconvenientes. "Queremos contactarnos con organismos calificadores para que nos sugieran adaptaciones", expresó el funcionario.

En este sentido, se mostró sorprendido de que en lugar de elegir la empresa constructora en base a su experiencia previa en trabajos de estas características, se haya adjudicado el proyecto por contratación directa.