Del sueño al fracaso

Del sueño al fracaso
San Martín empezó el torneo con el objetivo de recuperar la plaza en Primera, pero nunca llegó a consolidarse como candidato.
Tras el descenso de Primera División en junio del año pasado y en virtud que estuvo a sólo un triunfo de mantenerse, en las arcas de San Martín quedó un sabor amargo de un descenso que se pudo evitar. Por ello es que el objetivo propuesto para esta temporada en la B Nacional era recuperar la plaza inmediatamente y se armó un cuerpo técnico y plantel para eso. Misión que fue imposible de cumplir, que se vislumbraba hace muchas fechas atrás y que se derrumbó por completo el lunes cuando perdió ante Instituto y quedó afuera de toda pelea por ascender cuando al certamen le resta 3 fechas. Por eso el año futbolístico pasó del sueño al fracaso. Un golpe duro, para una institución que se propuso seguir siendo de Primera, pero con un plantel y propuesta en la cancha que no estuvo a la altura. Haber ganado 1 partido de visitante de 20 que disputó, marcaron su peor faceta y el principal factor que lo terminó no sólo condicionando, sino condenando. Además tuvo 3 técnicos en 39 partidos (Garnero, Vivas y Azconzábal). Sueldos enormes para varios integrantes del plantel (algunos que casi ni jugaron) que no coincidían con los ingresos al club, fueron dejando deudas que trajeron inconvenientes. No sólo en el pago de los sueldos, sino en el descontento de otros integrantes del plantel que cobraban muy poco. La falta de un conductor en la cancha, el cambio constante de nombres de un partido para otro sin encontrar el equipo ideal, encuentros con niveles muy bajos en lo grupal e individual, sin tener signos en ningún momento de ser un equipo que estaba por despegar y puntos que se perdieron increíblemente, fueron otros tantos detonantes más para una campaña que resultó un fracaso porque se estuvo lejos de la misión por los propios problemas y falta de concreción de San Martín. Porque mientras los demás equipos dejaban puntos en el camino y le daban vida, este las dilapidó para irse complicando hasta eliminarse de toda pelea por sus fallas sin nunca llegar a ser un equipo que podía hacerle frente a cualquiera.

De aquel inicio de temporada goleando a Aldosivi (3-0), hasta la reciente derrota con Instituto (3-0), mucha agua corrió bajo el puente. El equipo pasó de la ilusión a la desazón, de ganar bien a caer con contundencia de una jornada a otra. De levantarse en la fecha 23 cuando “metió” tres triunfos al hilo, a perder los últimos tres ante equipos que tenían las mismas aspiraciones y que desnudaron las falencias de un equipo que no cayó en el intento, porque no estuvo a la altura de las “finales” que debió jugar.

La semana pasada se quedó sin presidente y eso va de la mano con la mala campaña. El Vasco Azconzábal, quien asumió en la fecha 14 hasta hoy utilizó incluso a los juveniles del plantel, que en una lectura rápida van de la mano en que no supo o no pudo encontrar el equipo ideal y se pagó con una campaña en la que se fracasó.

Comentá la nota