Suenan las alarmas internas del PJ: comienza la reconstrucción

Suenan las alarmas internas del PJ: comienza la reconstrucción

Deben definir en el Partido quién liderará el proceso que viene. La apuesta de la unidad sigue siendo una utopía. La juventud será clave para marcar el rumbo del PJ.

Todavía aturdidos por la derrota electoral del 25 de octubre, el Partido Justicialista de Balcarce también comienza un periodo de transición. Con una particularidad,  se conoce el origen y el contexto de las primeras acciones pero no el destino que tendrán estas primeras respuestas espasmódicas en un escenario adverso, donde el PJ después de tres décadas volverá a ser oposición.  Los dirigentes justicialistas saben que nada más complejo que hacerlo desde el llano. Sin el poder político, el justicialismo debe definir qué rol jugará en la gestión del doctor Esteban Reino y debe decidir una encrucijada más decisiva: quién liderará el proceso que empieza el 10 de diciembre. Muchos creen que por carácter transitivo, por peso político propio, ese hombre debe ser el doctor Gabriel Petruccelli.  Hoy como presidente del bloque del Frente Renovador, aunque siempre reivindicó su origen y su identidad justicialista, es quien puede lograr la tan anhelada unidad, aunque ello provocaría una suerte de sangría de los que no quieren que el ex director del Hospital sea el líder del tiempo que viene.  Esta semana Daniel Scioli, ex candidato presidencial del Frente para la Victoria, realizó un encuentro con los gobernadores y dirigentes de primera línea del peronismo para agradecer por el apoyo en la campaña y comprometerse a trabajar en la reconstrucción del partido. Y haría otro similar con los intendentes bonaerenses. La línea directriz que baje el Partido a nivel nacional podría hacer también inclinar la balanza hacia alguno de los posibles sucesores de José Echeverría como presidente del Partido Justicialista. Al actual intendente no le perdonan su condescendencia con algunos dirigentes que forman parte de la denominada “vieja política” y que representan a espacios minoritarios dentro del justicialismo local. Las definiciones, probablemente, lleguen también en línea con lo que decida en abril de 2016 el Partido Justicialista a nivel nacional que debe, como en Balcarce, decidir cómo, de qué manera, y con qué liderazgos enfrentará el futuro inmediato. En el mapa del justicialismo, el sector del kirchnerismo, ahora más debilitado que nunca, es también marginal dentro de esa estructura manejada por fracciones que históricamente fueron cobijadas por las alas del PJ aunque con escaso peso político. Eso explica, quizás, que la tan mentada unidad sea hoy parte de una autoprofecía incumplida y haya desatado una pelea interna por la sucesión de Echeverría. Escamoteada a veces por el protagonismo, la posición de liderazgo es ahora lo que está en plena etapa de debate. “Nosotros somos peronistas antes que kirchneristas”, aclara y se define a este diario una fuente del peronismo más conservador.

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