La ley provincial de ordenamiento territorial y uso del suelo se sancionó en 2009. Pero a más de 4 años de su aprobación, acumula solamente incumplimientos de plazos y siguen los preparativos para ponerla en práctica.

El gobierno de Francisco Pérez afirma que el año próximo finalmente se aplicará. Pero ni siquiera entonces se hará en toda la provincia. Se desarrollará a partir de entonces un plan piloto en un municipio para darle arranque a este demorado instrumento, que involucra aspectos tan importantes como el desarrollo urbano y el uso del agua en Mendoza.

El 5 de mayo de 2009, cuando fue sancionada la ley, hubo emoción en la Legislatura. “Gobernador, ya tiene su ley de uso territorial”, le dijo por teléfono el entonces secretario de Ambiente, Guillermo Carmona, a Celso Jaque.

Era lógico: durante 20 años se había buscado la forma de darle un marco al desarrollo de la provincia y la ley era finalmente una realidad. Pero los plazos para transformar lo escrito en medidas concretas sufrieron desde entonces dilaciones fenomenales.

La clave del problema pasa por la elaboración del Plan Provincial de Ordenamiento Territorial, un trabajo que está a cargo de un consejo conformado por 65 personas (representantes del Estado, los municipios, órganos científicos y universidades) que desde hace años trata de ponerse de acuerdo en todos sus puntos.

El estudio, según el diputado radical Tadeo García Salazar, debería haber estado listo en abril de este año, pero todavía no ve la luz. La letra de la ley es más severa aún: dice que debían terminarlo en 2011, cosa que naturalmente nunca ocurrió.

Pero hay otra promesa del gobernador en ese sentido: en abril de 2013, el plan rector para el uso del suelo estaría finalmente listo, dicen sus funcionarios. Marcos Zandomeni, actual secretario de Ambiente, aseguró que el Consejo de Ordenamiento Territorial ya se puso de acuerdo “por unanimidad” en el diagnóstico del plan y que ahora falta definir los aspectos que tienen que ver con el futuro de la provincia.

“Ya tenemos la foto aprobada y ahora estamos empezando a discutir la matriz productiva. Hay que debatir sobre los próximos 20 años: cómo distribuir los recursos y el uso de la tierra”, declaró el funcionario.

Zandomeni aseguró también que el Consejo multisectorial ha hecho 10 reuniones desde que empezó la gestión Pérez, contra dos que se hicieron solamente en la era Jaque.

Burocracia. Aunque sea por culpa de un justicialista u otro, los resultados están lejos de aparecer aún. La historia de la ley de ordenamiento suma hasta aquí sólo actos burocráticos y tiene muchos más por delante. Para arrancar, el Plan Provincial de Ordenamiento que todavía no acuerda el Consejo de Ordenamiento debe ser sometido a audiencia pública, trámite que se haría a principios del año próximo.

Pero después de eso tampoco habrá concreciones rápidas, ya que el plan tiene que tener, además, aprobación de las dos cámaras de la Legislatura.

Recién después de este debate legislativo vendría la parte operativa: los municipios tendrán 12 meses para la elaboración de sus planes de ordenamiento municipal. Para ello deberán crear agencias específicas que, según reconoce Zandomeni, todavía no existen. “Estamos empezando a trabajar con los municipios y esperamos que se organicen en el verano”, señaló.

No es lo único que falta hacer en el medio. El gobierno sigue dando vueltas con la conformación de la Agencia de Ordenamiento Territorial provincial, el brazo ejecutor de ese plan. Hasta hace poco se estuvo discutiendo sobre el número de miembros y finalmente se fijó que serán 8. Pero el Poder Ejecutivo demora la designación de su presidente, a pesar de que tiene todo listo para hacerlo.

Zandomeni adujo que el gobernador no quiere enviar ese pliego a la Legislatura hasta después de las elecciones. La candidata al puesto es Sonia Romero, una funcionaria de la Municipalidad de Maipú que contó con el apoyo de la mayoría de los miembros del Consejo.

San Rafael. Para salir del puro trámite alguna vez, el secretario Zandomeni trabaja con un municipio en particular: San Rafael. Allí se llevará a cabo el plan piloto de ordenamiento territorial el año que viene.

Según el secretario de Ambiente, se eligió San Rafael porque se trata de un departamento “aislado, donde hay zonas rurales y urbanas. El problema que tenemos hoy es precisamente el avance de lo urbano en lo rural”.

El funcionario advirtió que, hasta que se cumplan todos los pasos de la ley de uso del suelo, “hay que parar cualquier radicación nueva” en Mendoza, particularmente los emprendimientos privados en zonas que no tienen la factibilidad aprobada.

Zandomeni se refirió específicamente al piedemonte mendocino, donde florecen barrios privados y donde hay al menos una mansión lujosa desde hace años.

Aunque está a la vista que unos cuantos mendocinos se han ido instalando en esas zonas a pesar de la ilegalidad, quizás con la convicción de que después no los van a poder erradicar o sencillamente porque no quieren esperar que el Estado mueva su pesada maquinaria para cumplir con sus sueños.