Los alimentos, aquellos productos más básicos de consumo en el hogar, registraron este año incrementos de precios por encima del nivel general de la inflación. Mientras el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que informó el INDEC mostró una suba promedio del 43,9% en once meses del 2018, los alimentos y bebidas no alcohólicas treparon el 48,8%, según los datos oficiales.

También en la variación mensual de la inflación, se hizo evidente que, mientras la aguja de los precios en noviembre subió 3,2%, los productos de la canasta lo hicieron a un ritmo del 3,6%.

Desde el Centro de Estudios, remarcan que en el relevamiento, se incluye solamente los datos correspondientes a Alimentos y Bebidas (uno de los nueve rubros que componen el Índice de Precios).

También subieron los productos lácteos, que son fundamentales para la sana alimentación de los más chicos: el Yogurt cremoso aumentó un +74%; la crema de leche +63,50%; el litro de leche entera, +59,60% y queso rallado un 59,20%.

Las carnes también sufrieron aumento

Según el relevamiento de CEDE-BH, las hamburguesas congeladas aumentaron un 92,80%; el kilo de lengua, 66,70%; chinchulín por kg, 57,30%; el kilo de pollo aumentó un 52,10%; filet de merluza (kilo), 48,20%; falda (kilo), 39,40% y el Asado, 28,50%.

Así, la suba de precios combinada con un estancamiento de los salarios, forman las principales causas para un escenario donde el consumo fue la variable más afectada en este turbulento 2018.