Sturzenegger comenzó la batalla contra la inflación

Caras de satisfacción se veían ayer en el Banco Central luego de la licitación de Lebac. El motivo era bastante obvio: se avanzó con una enorme contracción de pesos (ver nota aparte). El mensaje de Federico Sturzenegger, refrendado luego por un comunicado, es muy claro por estas horas: la mira de la entidad estará puesta en combatir la inflación más que en mirar día a día la evolución del dólar.

"La demanda de dinero irá aumentando en línea con la recuperación de la confianza. Por eso no queremos establecer un esquema de agregados monetarios", señalan desde el BCRA, diferenciándose del esquema utilizado en su momento por Martín Redrado para dar previsibilidad. Tampoco se avanzará por ahora en metas de inflación, ya que -entiende Sturzenegger- se trata de un proceso que precisa de algunos escalones previos.

Otro dato fundamental que observan desde el BCRA es que la inflación estaría dando señales claras de mayor tranquilidad a partir de la salida del cepo y la unificación cambiaria. "Lo que vemos es que la tendencia de los precios volvió a los niveles de septiembre u octubre", explican en el Central. 

El foco de Sturzenegger, por lo tanto, estará puesto en dar señales muy concretas en relación con la necesidad de bajar la inflación. Y en un segundo plano quedará la evolución del tipo de cambio. Se busca ir hacia un esquema parecido al que tienen casi todos los países latinoamericanos, donde el tipo de cambio puede tener cierta volatilidad pero el foco está puesto en mantener la inflación baja. En la Argentina sería marcar una tendencia descendente en los precios.

Es evidente que -de acuerdo al enfoque que está aplicando la entidad monetaria- la idea de un salto inflacionario en 2016 por culpa de la devaluación y del aumento tarifario hay que empezar a revisarla. Se busca, en definitiva, trabajar sobre las expectativas inflacionarias para que a partir del segundo trimestre de 2016 los distintos actores económicos tengan en la cabeza una inflación menor a la de este año (alrededor del 25%) y no mayor.

Estas consideraciones quedarán plasmadas en el programa monetario que aprobará hoy el nuevo directorio del Central. No se estipularán metas específicas, pero el énfasis estará puesto en la batalla que se dará a la inflación y la necesidad de absorber el excedente de pesos. El punto flaco de este enfoque pasa por el efecto contractivo que podría tener esta absorción monetaria en la economía. Pero por ahora no hay de qué preocuparse: sobran tantos pesos que el proceso se da con una reducción de tasas, por lo que no se trata de un peligro concreto. Pero además el directorio del BCRA aprobará hoy -a contramano de lo que algunos temían- una continuidad de la línea de financiamiento productivo que está vigente desde la época de Mercedes Marcó del Pont y que continuó Alejandro Vanoli.

En la última reunión de directorio del año se resolverá qué características tendrá y cuál será la tasa a la cual los bancos deberán prestarle a las empresas, especialmente a las pyme. Si bien el Gobierno apunta a medidas vinculadas a normalizar el funcionamiento de mercado, es evidente que Sturzenegger quiere evitar que las empresas más chicas resulten las más castigadas en este proceso y evitar el peligro de quedar marginadas del circuito crediticio. La incógnita es a qué tasa deberán prestar los bancos, ya que actualmente se ubica por debajo del 20% anual en pesos, más de diez puntos menos de lo que están pagando las entidades por plazos fijos.

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