SOMBRAS DEL PODER

SOMBRAS DEL PODER
Los políticos dan la cara, disfrutan de las mieles del poder y sufren el desgaste natural del ejercicio del poder. En cambio ellos, pocas veces son votados, pero manejan una cuota importante de poder. A veces incluso más que su propio jefe. Por lo general no miden bien en las encuestas, y algunos hasta son francamente impopulares, pero sin ellos no existiría la política tal como la conocemos.
Por sus manos suele pasar mucho dinero, aunque por lo general no se someten a la rendición de cuentas que exige la administración pública. Algunos son funcionarios, otros, asesores. Manejan informalmente las fichas del poder. Son los operadores políticos.

En el clossismo existen varios, algunos más impresentables que otros. El que lidera la lista es Carlos Pretto, actual vicepresidente de Emsa y uno de los radicales históricos quien ya tiene varias “batallas” políticas. Su lenguaje preferido es el "off the record", es el que habitualmente habla con los periodistas, en nombre del líder o, sencillamente, para blanquear aquello que él no quiere decir con todas las letras. Algunas fuentes renovadoras, inclusive aseguran que es doble “agente”. Trabaja en contra de sectores roviristas operando para la oposición y manipula para el oficialismo (entiéndase clossismo) en contra del sectores opositores. Un tránsfuga. Entiéndase desde el punto de vista conceptual de la Real Academia Española: “Persona que pasa de una ideología o colectividad a otra” de manera constante.

El rovirismo no se queda atrás. Es el caso del diputado Alberto “Tito” Álvarez. Su territorio, el poder informal. Su clave, los contactos que maneja. Se mueve en el nivel más alto de la política, también pulula en los más bajo, bordeando el filo de los negocios poco claros. Habita las primeras, segundas y hasta las decimocuartas líneas de la renovación.

Otro de los que juega detrás de las sombras del poder es Enrique Gross, jefe de asesores e íntimo del gobernador de Misiones. Juega en las grandes ligas y también en las inferiores. Pero una de sus mayores pasiones que hoy lo desvela, es buscar la manera con la cual conseguir la reelección indefinida de Closs. Que hasta el momento solo ha tenido respuestas negativas, por parte de propios y ajenos al clossimo.

Pero cualquiera sea su condición, todos comparten un mismo destino: siempre construyen poder para otros. Son los que le hablan al oído al número uno, los "monjes negros". Parientes lejanos de aquellos consejeros del rey en tiempos de la monarquía; hoy ostentan un título menos pomposo: se los llama "operadores" políticos, una denominación que fue adquiriendo diversos sentidos en los últimos veinte años de democracia en Misiones.

El analista político misionero, Jorge Salas, dijo a AgenciaHoy que los operadores políticos son: "brokers del poder", porque se encargan de aceitar el sistema de engranajes de la negociación política. "Son extremadamente pragmáticos, abren puertas, identifican oportunidades, amortiguan golpes y tienen las mejores agendas de contactos en la provincia", señala.

Salas agregó que: "operador es aquél que tiene la capacidad de articular acuerdos políticos o políticas puntuales por sobre los roles institucionales. Maneja poder informal, pero con contacto formal".

Precisamente, la informalidad de la tarea y el secreto que la rodea es lo que suele arrojar un manto de sospecha sobre estas figuras. Pero los operadores consultados señalan “ellos no se ven de manera obscura: se ven como militantes y dirigentes”.

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