Sin solución: se agudiza la falta de agua en distintos barrios de nuestra ciudad

Sin solución: se agudiza la falta de agua en distintos barrios de nuestra ciudad

Se reiteran las quejas, pero las soluciones no llegan. La escasa producción de los pozos y la falta de presión, ejes del problema.

Tal vez la lluvia que empezó a caer en la tarde de ayer y continuaba al cierre de esta edición, sirva como paliativo para mejorar la situación de las napas ávidas de agua, pero la realidad de este verano, con pronóstico de continuar si no se toman decisiones de fondo, es que se multiplica la falta de presión en el servicio de agua corriente en distintos barrios de la ciudad.

Mientras aumentan las quejas y las soluciones tienen que ver con fuertes inversiones para sustituir una colapsada red de cañerías, y que no aparecen en el horizonte inmediato, desde el municipio no se da respuesta a la creciente cantidad de reclamos de vecinos que se quedan sin agua diariamente.

Tampoco se observa un tenaz control desde la comuna del derroche del vital elemento, como se promete desde hace décadas cada verano cuando empieza a faltar agua. El consumo por los cientos de piletas, el riego en horarios no adecuados y el notable gasto en los domicilios por las altas temperaturas, resultan las reiteradas excusas ante las quejas de los ciudadanos.

Los memoriosos recuerdan que la escasez de presión en el agua, que no alcanza a llenar los tanques domiciliarios al no contar con la debida fuerza, se reitera desde hace no menos de 50 años, sin que lamentablemente se le pueda dar solución.

Como única medida, y publicitada en gran forma, la Municipalidad en las últimas semanas procedió a la clausura de varios lavaderos de autos, lo que parece no haber dado mayores resultados.

A propósito, muchos hacen foco en que estos establecimientos no son los únicos que usufructúan el agua potable en gran escala, ya que a la lista se podrían agregar comercios tales como tintorerías, fábricas de hielo, soda y agua mineral, entre otros.

Algunos motivos

Al colapsado sistema de cañerías –la red data del año 1932-, que se trasluce en las múltiples pérdidas que se observan en las calles, a lo que se ha sumado este verano la del caño que atraviesa por abajo el puente Dardo Rocha y que impulsa agua hacia un área de Quequén, se suman otras cuestiones menos visibles, pero que los conocedores del tema sí consideran.

Una de ellas es las dudas acerca del real rendimiento de los 44 pozos de agua, que según lo informado desde la comuna están funcionando "plenamente” en la actualidad. Se opina al respecto que los mismos no estarían produciendo el caudal que deberían rendir y para certificarlo hay que hacer con carácter de urgencia un estudio fehaciente, que eche luz en la cuestión.

Asimismo se sostiene que no se deberían seguir habilitando más pozos, sino poner en condiciones de neta producción a los que están. Los que contraían esta solución sostienen que cuando más pozos se construyan más se deprimirán las napas de agua, que no son otra cosa que las capas de agua subterránea. En el caso de Necochea se hallan entre los 80 y 90 metros de profundidad.

Las napasTampoco hay que descuidar los negativos efectos de la larga sequía de los últimos tiempos, y que ha significado la baja de las napas. En este caso las ansiadas precipitaciones, sobre todo por el sector del campo, pueden mejorar el panorama.

En cuanto a las napas, existiría entre los proyectos de la gestión municipal el efectuar algún estudio mediante sensores, a cargo de equipos de profesionales foráneos, lo que determinaría una especie de "mapa del agua” en Necochea.

"Nosotros estamos sin agua desde hace varios días, pero no es un problema privativo del verano, ya que en periodos de invierno también nos sucede lo mismo”, comentó una ofuscada vecina con residencia en la avenida 10, en pleno corazón de la Villa Díaz Vélez. La misma adelantó que para solucionar el inconveniente colocará en su domicilio una bomba chupadora de la red, algo que el municipio no permite (si se autorizan las que se conectan a cisternas y habitualmente existen en edificios).Tal medida es repetida por otros ciudadanos y termina siendo perjudicial para quienes viven al lado, pero ante la desesperación por la falta del líquido vital, los vecinos recurren a esta solución.

Cobrar el uso de agua

Cada vez que se reproducen los problemas con la falta de agua, en este caso para controlar mejor el uso indebido del recurso, aparece en discusión la colocación de medidores de agua domiciliarios para cobrar el servicio, algo que sucede en numerosas ciudades, entre ellas la cercana Mar del Plata.

"El día que se cobre el agua muchos dejarán de lavar sus autos o regar cuando se les antoja y dilapidar el agua, que es un recurso no renovable”, consideran quienes están a favor de la colocación de medidores, aunque desde la administración que encabeza Facundo López no se ha deslizado una idea en ese sentido. 

Hace varias décadas, cuando Obras Sanitarias estaba bajo la órbita provincial, el municipio colocó 10.000 medidores en la ciudad para medir el consumo, con la intención de continuar e implementar el cobro del agua, pero el proyecto quedó en la nada. 

En 2001 se intentó colocar medidores a los denominados grandes consumidores en nuestra ciudad, es decir los que comercializan el recurso, pero tampoco se llevó a la práctica.

En cuanto al pronunciado consumo individual sigue siendo elevado en Necochea, con un promedio diario de entre 500 y 600 litros diarios, el doble de lo que sería un consumo necesario y racional.

El derroche se produce en otras ciudades. De hecho el diario La Capital, de Mar del Plata, dio cuenta de un excesivo promedio de 400 litros por persona en la actualidad, inferior al local precisamente porque se cobra el servicio.///

Comentá la nota