"Sin el sindicalismo, los trabajadores en este país ganarían como los asiáticos"

La jefa del bloque massista dice que el Gobierno "sobreactúa" con el decreto contra familiares porque las encuestas le dan mal. La relación Macri-Massa, los empresarios, el kirchnerismo y 2019.

Pocas veces durante las maratónicas sesiones de Diputados, el pleno de la Cámara se detiene a prestar real atención a los discursos que se suceden unos a otros a lo largo de las horas. El momento en el que habla Graciela Camaño está en al tope de la lista de esas contadas excepciones. Con interrupciones que incluyeron un paso por el Ministerio de Trabajo durante el gobierno de Eduardo Duhalde, "la Negra", como la llaman todos en el Congreso, inauguró en diciembre su sexto mandato como diputada nacional y fue ratificada como jefa del bloque Federal Unidos por una Nueva Argentina, la representación de Sergio Massa en el recinto, donde referentes de todos los bloques la consideran "la decana" de la casa.  

"Tengo muchos años acá adentro. Conozco la dinámica, trabajo. No falto, estoy en todos los debates, tengo el registro de todo lo que han dicho todas las personas que pasaron por acá y además estudio", dice Camaño en su oficina del octavo piso del edificio Anexo de Diputados, sobre los elogios que le dispensan algunos dirigentes del kirchnerismo, que ahora parecen haber dejado en el olvido el célebre cachetazo a Carlos Kunkel y los cruces feroces que mantuvo durante años con el cristinismo para celebrar los dardos que le asesta la diputada al gobierno de Mauricio Macri con sus discursos filosos.

A un mes del comienzo de las sesiones ordinarias, Camaño dice que el Gobierno decidió "que no necesita del Congreso", afirma que el decreto de necesidad y urgencia de "desburocratización del Estado" tiene como objetivo "simplificarle la vida" a los empresarios amigos del oficialismo, defiende el rol de los sindicatos, asegura que la Rosada "sobreactúa" porque las encuestas "le dan mal" y analiza las posibilidades de que el peronismo llegue unido a 2019.

 

BIO. Nació en Roque Sáenz Peña, Chaco, el 25 de abril de 1953. Antes de cumplir 10 años se mudó con su familia a Los Polvorines. A los 15, mientras iba al colegio secundario, comenzó a trabajar como operaria en una fábrica de zapatos. En la década del 70 empezó a militar en el Partido Justicialista y a trabajar en la delegación del Ministerio de Trabajo de la localidad de San Martín. Allí conoció a su marido, Luis Barrionuevo, titular del gremio de los trabajadores gastronómicos, con quien tiene dos hijos. Fue electa diputada por primera vez en 1987, por la línea del peronismo que respondía a Carlos Menem. Volvió a Diputados en 1997. En 2002 fue designada ministra de Trabajo por el entonces presidente Eduardo Duhalde. Fue electa diputada nuevamente en 2003 y desde entonces renovó su banca tres veces más. En 2011 se recibió de abogada en la Universidad de Morón, donde dicta clases de Derecho Constitucional. En 2013 acompañó a Sergio Massa en la conformación de su espacio y desde entonces es jefa de bloque del Frente Renovador y su mayor espada legislativa.  

 

 

 

-¿Qué expectativas tiene para el año parlamentario, habida cuenta de que el Presidente decidió no llamar a extraordinarias y el año comenzó con un mega decreto de necesidad y urgencia llamado de "desburocratización del Estado"?

-En principio, la actividad empieza el 1 de marzo porque el Gobierno decidió que no necesita el Congreso para la elaboración de las leyes. Pero al margen, el tratamiento de los DNU arranca en comisión el 6 de febrero. Una vez que lo trate la Bicameral de Trámite Legislativo, el Congreso ya está habilitado a tratarlos en el recinto. El tema es que en Diputados los dictámenes de la comisión no llegan al recinto porque el oficialismo ha encerrado al Congreso en sesiones especiales con ese mismo objetivo. Yo estuve en una reunión en la que (Héctor) Recalde planteó que iba a pedir una moción especial para el tratamiento de los DNU en el recinto e inmediatamente, de ser una sesión ordinaria, pasó por decisión del oficialismo a ser una sesión especial.

-Algunos referentes de la oposición plantearon que el mega DNU que dictó el Presidente no responde a razones de necesidad y urgencia pero que, salvo objeciones puntuales, acompañarían el contenido si fuera una ley. ¿Coincide con esa  idea?

-El contenido del decreto es mucho más importante de lo que se advierte. Te das cuenta cuando mirás sobre qué temas trata en completitud. Modifica el Senasa, la Ley de Sociedades, el Código Civil, la Ley de Quiebras, desarma la ley que se votó en materia de pymes y arma un fondo fiduciario para el desarrollo del capital emprendedor -que permite que los controles sean relativos-,  toca las actividades portuarias, la aviación civil, el tránsito, la seguridad vial, la Ley de Marcas y Patentes.

"Sería necio o suicida creer que un país se puede proyectar o crecer y generar trabajo si no hay empresarios. Pero tenés que tener un Estado que controle. Nosotros tenemos empresarios demasiado evasores. El propio Presidente de la Nación llegó a la Corte Suprema de Justicia con una causa de evasión impositiva."

-Si tuviera que definir entonces el espíritu de ese decreto, ¿qué diría?

-Es para simplificarle la vida a los amigos empresarios. Es una ley para discutir. Pero está claro que el Gobierno quiere evitar la discusión parlamentaria. No hay nada que se tenga que resolver por necesidad o urgencia.

-En esto de simplificarle la vida a los empresarios, el Gobierno entiende que ésa es la forma de atraer inversiones para que arranque la economía.

-Es que estamos totalmente de acuerdo. Sería necio o suicida creer que un país se puede proyectar o crecer y generar trabajo si no hay empresarios. Pero tenés que tener un Estado que controle. Nosotros tenemos empresarios demasiado evasores. El propio Presidente de la Nación llegó a la Corte Suprema de Justicia con una causa de evasión impositiva. Y de ahí para abajo, el 40 por ciento de los trabajadores no registrados tienen que ver con la evasión. Me causa mucha gracia cuando dicen que los sindicalistas tienen trabajadores en negro. La responsabilidad es de los empresarios y del Gobierno, que tiene la responsabilidad de controlar. No podemos suponer que son cosas que va a resolver el privado. El sector empresarial en Argentina nunca estuvo mal. Yo recuerdo cuando en alguna alocución la ex presidente, desde el púlpito, como acostumbraba a hacer, les espetó en la cara a los empresarios que el suyo fue el Gobierno que más los benefició.

-¿Y era cierto?

-Creo que sí. También creo que hay sectores más privilegiados que otros. Los comerciantes, los pequeños y medianos productores, microemprendedores, siempre son los más castigados. Por eso nosotros con Sergio (Massa), nos paramos en campaña públicamente en la defensa de los pequeños empresarios, de los trabajadores y los jubilados. Creemos que son los patos de la boda siempre, los que han pagado el enriquecimiento de otros sectores.

-¿Ahora más que antes?

-Totalmente. Una de las primeras medidas del Presidente fue eximir de retenciones a las mineras, que ya venían con régimen promovido. Desde ahí hasta el champagne tenés una serie de exenciones de impuestos que no se explican. Lo mismo sucedió con la reforma impositiva. Mandaron una serie de imposiciones a determinados sectores y después los bajaron por obra de magia. ¿Por qué lo hicieron? ¿Para apretar? Si tenés la idea de generar inversión productiva en las regiones no tenés que apretar a los productos regionales diciendo que les vas a poner impuestos para que el tipo te venga a rogar que no se lo pongas. 

 

El Gobierno está desesperado porque indudablemente las encuestas no le están dando como quiere, está sobractuando algunas cuestiones y no está resolviendo las cosas de fondo. Estamos discutiendo si está bien o mal que haya hecho el decreto o que haya recibido al policía. Hay un debate nacional y mientras tenés una cantidad de incrementos que dispararon la inflación.

 

 

-¿Qué opina de la decisión del Presidente de dictar un decreto que prohíbe a los funcionarios contratar a sus familiares?

-El decreto es una muestra de debilidad. Si el Presidente de la Nación, para que sus funcionarios no pongan a sus parientes, tiene que firmar un decreto estamos en el horno.

-¿Está de acuerdo con el contenido del decreto?

-Es que se trata de un tema de autoridad. El decreto mella la autoridad presidencial. Con una simple resolución del jefe de Gabinete se podría haber resuelto. Se pasaron de revoluciones, como en casi todas las cosas que se hacen pour la galerie, para tratar de sacar alguna ventaja en materia de publicidad. 

 

(El diálogo con el Frente Renovador) lo rompió Macri personalmente el día que salió y dijo: "Massa es ventajita". Todo porque nosotros exigíamos que los familiares de los funcionarios no entraran al blanqueo. Él personalmente llamó a Sergio para pedirle que no se incorporara un artículo.

 

 

-¿Es una sobreactuación?

-Es una sobreactuación en el marco de un escándalo muy grande. Lo mismo que la sobreactuación de recibir a un policía (se refiere a Luis Chocobar), que tiene que responder por lo que hizo, como hacen todos los policías de todas las jurisdicciones. Si hay un operativo y un muerto, hay una investigación interna y una investigación judicial. Es correcto que así sea. Entonces, creo que el Gobierno está desesperado porque indudablemente las encuestas no le están dando como quiere, está sobractuando algunas cuestiones y no está resolviendo las cosas de fondo. Estamos discutiendo si está bien o mal que haya hecho el decreto o que haya recibido al policía que está en una causa judicial. De esto se hace un debate nacional y, mientras tanto, tenés una cantidad de incrementos que dispararon la inflación y hay un conflicto social importante. El Gobierno prometió pobreza cero, diálogo y pelea contra la inflación. En ninguna de las tres cosas está trabajando correctamente. Subió el nivel de indigencia, la caída de gente en la pobreza al principio fue muy relevante, el proceso inflacionario no tiene solución, se siguen pagando subsidios pero además se incrementan las tarifas, el diálogo no existe con nadie.

 

 

 

-En el Congreso el oficialismo no tiene mayoría y está obligado a dialogar. Los primeros dos años, de hecho, tuvo muy buen diálogo con el Frente Renovador.

-Y lo rompieron ellos. Lo hizo Macri personalmente el día que salió y dijo: "Massa es ventajita". Todo porque nosotros exigíamos que los familiares de los funcionarios no entraran al blanqueo. Él personalmente llamó a Sergio para pedirle que no se incorporara un artículo. En nuestro bloque los diputados planteaban la necesidad de que se incorporase ese artículo porque no queríamos blanquear a los parientes de Macri. Y como un niño caprichoso el Presidente salió y dijo que Massa era ventajita.

-Luego del recambio legislativo, el oficialismo en el Congreso cambió de interlocutor. Ya no es el bloque del Frente Renovador sino el interbloque Argentina Federal, que responde a los gobernadores. ¿Eso cambia la posición del massismo?

-Me parece muy bien pero estábamos hablando de diálogo. Si la lógica es esa, eso no es diálogo, es conveniencia. Si me sirve este número busco a éstos y si no me sirve voy por los otros. Entonces nunca hubo seriedad en el establecimiento de un diálogo. Ni sectorial ni político. ¿Cómo se rompe el diálogo sectorial? El Presidente convoca a sindicalistas y empresarios a un diálogo en Casa de Gobierno. En ese ámbito se establece que se les iba a dar un bono de dos mil pesos a los trabajadores. Hubo un compromiso sindical y empresarial. Todos los argentinos les pagamos el bono a los trabajadores estatales. Pero las organizaciones sindicales del sector privado se tuvieron que romper el alma para que sus trabajadores cobraran, muchos empresarios no lo pagaron y el Estado se hizo el tonto. Ese es el inicio del quiebre del diálogo con el sector sindical. Nunca hubo esfuerzo por parte del Gobierno para crear un diálogo serio.

 

"Me parece bárbaro que el que choreó vaya en cana. Pero esto que hace el Gobierno afecta a toda la institución (..) se sacan causas viejas y se les da volumen comunicacional para que la gente diga que todos los sindicalistas son ladrones, que el sindicalismo obstruye, que no permite crecer y que éste sería un país distinto sin los sindicalistas. Sí, probablemente. Pero sin el sindicalismo los trabajadores de este país cobrarían 2,5 pesos, como los asiáticos.

 

-Antes de comenzar la entrevista usted decía que el Gobierno se equivoca en la relación con el sindicalismo. ¿Por qué?

-En la Constitución existe algo que se llama derecho colectivo de los trabajadores. Y eso tiene su representatividad en las organizaciones sindicales, le guste o no al Gobierno. Y esto no es un invento argentino, porque después empiezan con que el sindicalismo y el peronismo no sé qué. El constitucionalismo social es un movimiento del mundo occidental, no es un invento argentino del peronismo.

-El Gobierno apunta contra determinados dirigentes sindicales que tienen causas judiciales.

-A mí me parece bárbaro que el que choreó vaya en cana. Pero esto que hace el Gobierno afecta a toda la institución. En la campaña (JaimeDurán Barba fijó todos los enemigos a los que había que atacar porque tenían mala fama y entre esos estaban los sindicalistas. Uno mira lo que está ocurriendo, cómo se sacan causas viejas y se les da volumen comunicacional para que la gente diga que todos los sindicalistas son ladrones, que el sindicalismo obstruye, que no permite crecer y que éste sería un país distinto sin los sindicalistas. Sí, probablemente. Pero sin el sindicalismo los trabajadores de este país ganarían 2,5 pesos, como los asiáticos.

-Si el oficialismo ahora tiene puesta la mirada en hacer acuerdos parlamentarios con el interbloque Argentina Federal, ¿empuja al massimo a acodar con el kirchnerismo?

-Si el Gobierno viene con el Código Penal, el Código Procesal Penal y el régimen penal juvenil, son cosas en las que seguramente vamos a estar de acuerdo porque van a tomar muchas cosas de los Códigos que ya presentamos nosotros. El ministro (de Justicia) Germán Garavano me dijo que el Código de Massa tenía elementos muy interesantes que iban a tomar en cuenta. Y en eso nosotros tuvimos coherencia, porque Cambiemos en plenitud acompañó el Código Penal de Cristina Kirchner que redactó (Raúl) Zaffaroni, a quien ahora quieren echar de la Corte Interamericana. (FedericoPinedo, (RicardoGil Lavedra y el socialismo eran parte de la comisión que lo redactó. Entonces en ese tema vamos a tener mucha coincidencias con el oficialismo. Y en algunos otros temas seguramente tengamos coincidencias con el kirchnerismo. Van a ser coincidencias parlamentarias, no políticas.

 

 

 

- En los primeros dos años de gobierno de Macri era imposible escuchar que el massismo iba a tener coincidencias parlamentarias con el kirchnerismo.

-Eso depende del kirchnerismo, que los primeros dos años se dedicó a romper todo. Nosotros no estamos en esa posición, vamos a seguir en una posición republicana y democrática. No vas a escuchar a ninguno de los nuestros decir ninguna estupidez respecto al período presidencial. Tenemos claro quiénes somos, dónde estamos parados. Y ayuda el hecho de que Sergio sea un tipo joven, que no tiene los atavíos de la vieja política, criado en democracia. Nosotros fuimos elegidos por las cosas que dijimos que íbamos a hacer. No incumplimos antes y no vamos a incumplir ahora. Dijimos que íbamos a defender a los trabajadores, a los jubilados, a las pequeñas y medianas empresas y eso es lo que vamos a hacer.

-Algunos dirigentes del kirchnerismo dicen que ahora el resto de la oposición perdió el miedo a acordar con ellos.

-No voy a hacer consideraciones sobre las consideraciones que hagan otros. Pero vamos a estar cerca de los que defiendan a los trabajadores, como lo hicimos con los jubilados. Mientras en la campaña otros hablaban de causas penales nosotros hablamos de ese tema, porque ya sabíamos lo que se venía. Y en el recinto lo discutimos con altura, no salimos a hacer despiole por la plaza.

-Muchos dirigentes hablan de la posibilidad de que el peronismo vaya a una gran primaria en 2019, con el Frente Renovador incluido. Hubo una serie de señales en ese sentido. Massa se reunió con Gustavo Menéndez, hubo una reunión a fin de año de la que participaron dirigentes de todos los sectores. ¿Coincide con la idea en que si el peronismo no logra resolver las contradicciones internas en 2019 gana nuevamente Cambiemos?

-Creo que más allá del contenido sustancial de la política, que es la búsqueda del bien común, existen dos etapas. Una netamente política, que la transitás con afinidades, amores y odios; y otra que es la de la construcción electoral. Para la etapa de la construcción electoral falta mucho.

 

-¿Con el kirchnerismo entonces el obstáculo son las causas penales?

-Ese es uno de los temas más importantes.

 

-Pero hay sectores que ya hablan de lanzar un candidato a presidente este año.

-Falta mucho. Yo he visto listas que se modificaron rumbo a La Plata. Nosotros tenemos que aprender a atender los problemas de la gente cuando no estamos en el momento de la construcción electoral. Hoy no estamos en ese momento. Podemos tomar un café o no. Pero la construcción electoral no es sacarse una foto. Y eso lo tienen que entender los periodistas, porque a veces sobre la base de una foto construyen una historia. Y en política no es así.

-Son los mismo dirigentes los que declaran. Menéndez dijo que Massa se tiene que juntar con Cristina, por ejemplo.

-Es un deseo de él. Quedó claro que Massa dijo que en todo lo que sea buscar coincidencias que están vinculadas a los temas de la gente vamos a estar con todos los dirigentes que no tengan que responder porque tienen en su mochila causas penales.

-¿Con el kirchnerismo entonces el obstáculo son las causas penales?

-Ese es uno de los temas más importantes.

-¿Hay otras diferencias de fondo?

-Hay cosas en las que no se coincide. La diferencia es que nosotros probablemente tengamos la capacidad de advertir cuáles fueron las cosas que se hicieron bien. Porque lamentablemente en este país parece que nada se hizo bien en el pasado. Al kirchnerismo le reprocho no haber sabido aprovechar la oportunidad histórica de una década de gran crecimiento. Pero no puedo, por ejemplo, negar el avance en materia de tutela social o en materia científica. No lo puedo negar porque es el gobierno que fundó un Ministerio de Ciencia y porque abrió un proyecto de vida para los científicos. Ahí hubo un gran avance.

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