Por el mes de mayo, el intendente Carlos Arroyo creó una subsecretaría de Desarrollo de Gestión y Tecnologías. Otra forma de acrecentar la planta política a pesar que durante su campaña para intendente prometió que la reduciría. En ese lugar designó al ingeniero Fernando Unzué.

 

Se trataba del vicepresidente de la Asociación de Tecnologías de la Información y la Comunicación de Mar del Plata (ATICMA). El dato saliente fue que Unzué también se desempeñaba como Gerente General de una firma Proveedora y Contratista Municipal en desarrollos informáticos. Funcionario y proveedor. Una clara incompatibilidad.

 

Además ATICMA no solo evidenció en la campaña política su marcado acompañamiento al por entonces jefe comunal Gustavo Pulti sino que difundió pública y abiertamente un fuerte cuestionamiento al por entonces candidato de CAMBIEMOS y actual intendente Carlos Arroyo, sobre su desconocimiento acerca de Industrias TICS, su escaso contacto con la tecnología al no usar teléfonos celulares.

 

Cinco meses después de su nombramiento, el intendente decidió que Unzué deje cargo. En las últimas horas le pidió la renuncia y en su lugar designó a Rodolfo Castillo, quien se desempeñaba como director de Informática.

 

Ante la posibilidad de achicar la planta política, el jefe comunal decidió nombrar a otra persona en lugar de Unzué. Acciones alejadas de sus promesas de campaña.